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Europa

La crisis de suministro de gas golpea a la industria alemana

Los más afectados son los fabricantes de productos químicos

Las industrias alemanas que más energía consumen
Luis Alberto Peralta

La crisis energética golpea al gigante industrial de Europa, al punto que el Bundesbank ha advertido ayer que en el país germano una recesión “parece probable” en el corto plazo. Los elevados costes de la electricidad, derivados de las subidas en el precio del gas tras los recortes del suministro ruso, están comenzando a impactar en la producción y gastos de la industria alemana, que absorbe un 28% de la producción energética del país (la media europea es 26%). En este contexto, los sectores que están padeciendo con la histórica subida de los precios son químico y metalmecánico, ya que son electrointensivos e incluso usan el combustible en sus procesos productivos.

La reducción de los envíos rusos de gas dificulta la producción eléctrica en el país germano, donde alrededor de un tercio del consumo industrial proviene de este combustible. En 2021, Rusia representaba el 55% de las importaciones de gas de Alemania, un nivel que se había reducido al 26 % para fines de junio de 2022. Esto se debe a los flujos significativamente reducidos a través del gasoducto Nord Stream 1, que opera a solo el 20 % de su capacidad. En este contexto, los precios de la energía en Alemania han alcanzado nuevos récords y ya acumulan una subida de más del 17% desde enero. De hecho, la semana pasada, la electricidad alcanzó el máximo histórico de 545 euros por megavatio-hora en el territorio germano.

El más golpeado sería el sector químico, que absorbe un 36,9% del consumo total de gas natural en la industria y que no solo utiliza el gas para generar energía sino como materia prima para la fabricación de productos químicos como los fertilizantes. En los primeros seis meses de este año, el volumen de las importaciones alemanas de productos químicos aumentaron alrededor de un 27% con respecto al mismo período del año pasado año, mientras que la producción en el sector en junio cayó casi un 8% desde diciembre. Cabe destacar que una encuesta empresarial realizada por el instituto IFO indica que las expectativas comerciales en este sector cayeron a un mínimo de 44,4 puntos negativos en julio de 2022, comparación de los 11,8 puntos positivos en el mismo mes del año anterior.

El impacto también se ve reflejado en la balanza comercial alemana: las últimas cifras de la Oficina Federal de Estadística de Alemania (DESTATIS por sus siglas en alemán), detallan que las exportaciones del país fuera de la UE, encabezadas por el sector automotriz y de mecánica industrial, cayeron un 7,6% en julio respecto al mes anterior, a 56.800 millones de euros. Cabe destacar que el índice de clima empresarial general en Alemania cayó a 88,6 puntos en julio desde los 92,2 puntos de junio, para alcanzar su valor más bajo desde junio de 2020, según otra encuesta de IFO.

“Desde marzo de 2021, el índice de producción de las ramas industriales intensivas en energía estaba por encima del índice de la industria en su conjunto. Sin embargo, desde febrero de 2022, la producción en las industrias de uso intensivo de energía cayó significativamente, y se ha mantenido por debajo del nivel de la industria en general desde mayo de 2022”, afirman desde Destatis.

Según el Observatorio de Complejidad Económica de MIT (OEC), en la primera mitad de 2022 las principales exportaciones de Alemania a España fueron las autopartes, la maquinaria para producción y distribución de energía eléctrica, los productos farmacéuticos y otros productos químicos prefabricados (como fertilizantes, pesticidas y productos de limpieza). En esta línea, la crisis puede incrementar costes en los sectores españoles que dependen de estos productos.

El Gobierno de Olaf Scholz ha respondido a la crisis con la reactivación del carbón y la nuclear para garantizar el suministro durante el invierno, aunque han advertido que permanecen las preocupaciones de que las reservas de gas no puedan ser suficientes. Asimismo, los bajos niveles de agua en el Rin están limitando la capacidad de cumplir con el plan, ya que desaceleran los envíos de carbón a lo largo del territorio alemán y dificultan el enfriamiento de las plantas de energía nuclear.

Carrera por el GNL

Parte del problema es que Alemania no desarrolló su capacidad para acceder al mercado internacional del gas a través de instalaciones de regasificación. No obstante, el Gobierno de Scholz concretó este mes el alquiler de cuatro Unidades flotantes de almacenamiento y regasificación (FSRU), con el objetivo de comenzar rápidamente este combustible. Las unidades funcionan como plataformas móviles que procesan los envíos marítimos de gas, lo que permitirá al país germano ganar tiempo mientras desarrolla infraestructura permanente de regasificación.

Dos de las FSRU estarán estacionadas en las regiones de Wilhelmshaven y Brunsbuettel, a las orillas del Mar del Norte, capaces de manejar conjuntamente hasta 12.500 millones de metros cúbicos al año. El Ministerio de Economía de Alemania ha identificado el puerto fluvial Stade y el de Lubmin en el Mar Báltico como los otros dos destinatarios para las dos FSRU restantes.

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