El Mobile afronta su edición más difícil bajo la sombra del Covid-19

La edición de 2021 del Mobile World Congress (MWC) de Barcelona va a abrir sus puertas este lunes. Es quizá la edición más difícil de su ya larga historia, tras la cancelación del evento en 2020 a causa de la pandemia del Covid-19, que todavía se deja sentir por el impacto de las restricciones sanitarias a los grandes eventos y el conjunto de la actividad económica.

Durante los últimos meses, la celebración del mayor congreso mundial del sector de la tecnología y las telecomunicaciones ha estado en duda. Algunas de las principales compañías de la industria, desde grandes fabricantes de equipos como Ericsson, Nokia o Samsung, a grandes operadoras, han declinado su presencia por los problemas de salud, o han reducido su presencia para evitar riesgos para trabajadores, clientes y visitantes.

Sin embargo, el empeño de la dirección del Mobile va a dar como resultado una celebración del evento de Barcelona, eso sí, con una mezcla de la presencia física y en remoto de los propios participantes, y, bajo el contexto Covid, con un número de visitantes inferior al de las ediciones tradicionales.

John Hoffman, director general de la GSMA, entidad organizadora, explicó en una entrevista con este periódico a final de abril que la edición de 2021 sería de transición bajo fuertes medidas sanitarias, para volver a una edición de mayor normalidad en febrero de 2022, con un retorno de amplias participaciones.

Recuperación

El directivo quiso destacar la importancia del evento, y afirmó que el congreso de este año buscaría impulsar la recuperación económica de Barcelona. “Será el primer gran congreso tecnológico en todo el mundo tras la pandemia”, dijo entonces el directivo, que en el proceso ha contado con el respaldo de grandes telecos como Telefónica, Orange y Vodafone.

La organización ha tenido claro desde un primer momento que el número de visitantes, que en las ediciones habituales supera la cifra de 100.000, será inferior, dadas las restricciones existentes en muchos países a los viajes y la llegada de personal de fuera. Ante estas ausencias, Hoffman ha querido invitar a los profesionales, no solo del mundo tecnológico, sino también de industrias que están inmersas en la transformación digital (automoción, transporte, educación, comercio electrónico, medios de comunicación, entretenimiento, finanzas, gobernanza y reguladores, entre ellos). El 5G, las redes de nueva generación, sus servicios aplicados a los distintos sectores, y el emprendimiento serán actividades claves.

Habitualmente, la presencia de profesionales españoles ronda las 30.000 personas. Para favorecer el acceso del público local, la organización ha ofrecido en torno a 30.000 entradas para el recinto de la Fira a un precio partir de 21 euros. En cualquier caso, el impacto del Mobile se dejará notar en la economía de Barcelona. La organización calcula que el impacto de esta edición para la ciudad se situará entre 100 y 200 millones de euros.

El Mobile de este año también será una prueba importante para la seguridad sanitaria. La organización, que estableció un amplio acuerdo con Quirón, ha defendido que el congreso será muy seguro, con amplios protocolos de seguridad y prevención frente al Covid-19.