Cuando abran sus regalos, 8 de cada 10 españoles hallarán perfumes, corbatas y maquillaje
Por Karelia Vázquez
Hay gente que solo regala cosas que le gustan. Objetos que usaría. No es que sean egoístas o ignoren los deseos de los demás, pero de alguna manera se enrolan en una especie de misión civilizadora en las Navidades. Por ejemplo, María Hernández (42) regaló el año pasado una corbata de terciopelo a un amigo porque “la última vez que lo vi con traje llevaba una corbata como de su padre”. María no sabía si Pedro quería una corbata. “Me da igual, la necesitaba”, zanja.
Los estilosos suelen estar muy satisfechos de sus formas y maneras, se consideran prescriptores de moda y deciden ejercer como tales con sus regalos. Y el ejército de estilosos es abundante: según la consultora Nielsen, el 80% de los españoles, cuando abran sus regalos, encontrarán perfumes, corbatas, maquillaje, calcetines. Y el club de ventas online Showroomprive.es dice que lo más regalado serán gadgets tecnológicos de última generación para ellos y bolsos y zapatos para ellas.
Pilar R., que vende bolsos en unos grandes almacenes de Madrid, reconoce a los estilosos desde lejos. “Suele ser gente arreglada, pueden vestir de total tendencia o no, pero siempre cuidan su aspecto. Se acercan a los bolsos como a objetos de culto, se nota el cariño en su forma de tocarlos, preguntan por los materiales y luego se cercioran de lo que le dices en las etiquetas. Es posible que terminen llevándose solo un llavero o una cartera, pero de muy buena calidad y diseño”. El soporte publicitario es crucial en estas fechas. Triunfará el perfume que más visibilidad tenga, la que más veces haya pagado el anuncio en prime time. Lo mismo pasará con las botas, el bolso o las gafas de sol. “En 1957 se estrenó en España el primer anuncio de publicidad en la televisión. Desde entonces, es muy raro que un producto sin apoyo publicitario triunfe como regalo en Navidad”, reflexiona José Luis Nueno, profesor del IESE y experto en consumo.