El BBVA deberá indemnizar con cuatro millones de euros a González-Bueno si triunfa la opa

El consejero delegado del Banco Sabadell, César González-Bueno, cuenta con su futuro blindado si, como resultado del triunfo de la opa hostil, el BBVA decide destituirlo. De acuerdo con el último informe de retribuciones del consejo del banco, González-Bueno, de 64 años, podrá embolsarse, en ese caso, una indemnización formada por el sueldo de dos años, así como no podrá trabajar para otro banco en ese tiempo. En total, el ejecutivo obtendría unos cuatro millones de euros.

González-Bueno desembarcó en el Sabadell como consejero delegado en diciembre de 2020. Apenas unas semanas antes había fracasado el primer intento de la entidad catalana para fusionarse con el BBVA. En ese momento el banco estaba en una situación más delicada y encomendó a González-Bueno dar la vuelta a la entidad. Tras registrar en 2023 el mejor ejercicio de su historia, la acción cuadriplica el valor de entonces.

En este contexto se entiende que el contrato de González-Bueno con el Sabadell contenga una salvaguarda por si la fusión con el BBVA o con alguna otra entidad financiera se pone sobre la mesa. Obliga a que si el consejero delegado sale del banco por el cambio de control de este, o por una decisión unilateral de la entidad que no suponga un quebranto en sus deberes, tendrá el derecho a cobrar una indemnización de dos anualidades de su retribución fija más las aportaciones a los “planes de previsión social” que corresponda en ese tiempo. A cambio, González-Bueno no podrá trabajar para una entidad financiera en España, Reino Unido o México durante dos años. En el caso de que la salida se produjese por otra circunstancia, la indemnización y el periodo de no competencia se reduciría a un año.

De acuerdo con la actual política de retribuciones al consejo de administración, González-Bueno obtuvo un sueldo fijo, sin contar bonus, de 1,1 millones el año pasado, por 901.000 euros en aportaciones a esos planes. Esto eleva la cuantía total de la indemnización a los cuatro millones de euros.

También David Vegara, exsecretario de Estado de Economía, cuenta como responsable de riesgos (CRO) con un blindaje similar en caso de despido. Igualmente dispone de una cláusula de no competencia por dos años y con el derecho de cobrar dos anualidades de su sueldo fijo. En su caso, el importe total se elevaría hasa los 1,4 millones de euros.

Todo ello supondrá que el BBVA deberá desembolsar un total de 5,4 millones de euros para resarcir las obligaciones con estos dos altos directivos del Sabadell. En cualquier caso, el banco de origen vasco ha comunicado al mercado que estima unos costes de la integración de ambas entidades de unos 1.450 millones.

El encaje de los actuales directivos del Sabadell en el BBVA ha sido uno de los elementos que ha tensado las negociaciones. El consejo del Sabadell declinó la oferta de fusión amistosa que le propuso el BBVA el pasado 30 de abril, a razón de un título del BBVA por cada 4,83 acciones del Sabadell, sobre el papel porque consideraban que no reflejaba el valor del banco. La oferta replicaba, además, el reparto de poder que ya se trató en 2020 y ya fue entonces uno de los elementos que frustró un acuerdo. Permitía al banco catalán nombrar a tres consejeros, uno de ellos como vicepresidente.

Esto parecía garantizar un final dorado a la carrera del actual presidente del Sabadell, Josep Oliu, de 75 años, como vicepresidente del BBVA. Pero dejaba en el aire el futuro de González-Bueno y del resto del equipo directivo del banco. El BBVA, tanto en la oferta de fusión como en la opa que presentó la semana pasada ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), afirma que integrará a directivos de ambas entidades en la cúpula del banco y que no prevé “medidas traumáticas” en materia de empleo, si bien el presidente del BBVA, Carlos Torres, dio por hecho en una conferencia con analistas la semana pasada que se producirían salidas de empleados.

Torres, igualmente, no quiso concretar si esa oferta de incorporar a tres consejeros del Sabadell seguía en pie con la opa. Incrementar el peso de la cúpula del Sabadell en el BBVA puede ser, por tanto, una fórmula para allanar un pacto en los próximos meses.

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