Chery y Ebro-EV Motors confirman su alianza para reindustrializar la planta de Nissan en Barcelona

Tras muchos meses de negociaciones e incertidumbre, ya es oficial. El grupo automovilístico chino Chery desembarcará en Barcelona para ensamblar —y, más tarde, fabricar directamente— sus coches en la antigua planta de Nissan, de la mano de la empresa Ebro-EV Motors. Las dos compañías han hecho oficial este martes el acuerdo adelantado por este diario la pasada semana, y presentarán su alianza empresarial, o joint venture, el próximo viernes en un acto ante las autoridades. Con este acuerdo, Chery será el primer fabricante de coches chinos en abrir una fábrica en Europa, aunque será Ebro-EV Motors la que ostentará la mayoría de la empresa conjunta.

El acuerdo era inminente desde hace semanas, pero aún faltaban algunos flecos para cerrarlo. Este tramo final no ha supuesto una espera muy larga en comparación con la inquietud con la que se ha vivido este proceso en los últimos cuatro años. La incógnita de qué pasaría con los terrenos de la antigua fábrica de Nissan se abrió en el mismo momento en el que los japoneses decidieron cerrar la planta: el anuncio se hizo en mayo de 2020, lo que dejó en vilo a sus 2.500 empleados y a toda la red de empresas proveedoras. La planta se cerró el 1 de enero de 2022.

En una parte de estos terrenos de la Zona Franca, que gestiona en concesión la empresa logística Goodman, ya está llevando a cabo su actividad el fabricante de motos eléctricas Silence, donde recayó una parte de los trabajadores de la antigua Nissan. Pero era en el Hub de Descarbonización (D-Hub) donde estaban la mayoría de esperanzas para reactivar la industria de la planta. Desde el pasado mes de marzo, tras el paso al lado de su socio QEV Technologies, el 100% del D-Hub está en manos de Btech, una empresa propiedad de EV Motors, que junto con la compañía automovilística Ebro buscaba un socio industrial potente para llevar a cabo este encargo de la reindustrialización.

El nombre de Chery ya había sonado en anteriores ocasiones, como cuando en 2010 el expresidente de la Generalitat, José Montilla, viajó a China para captar su inversión en Cataluña, pero han tenido que pasar 14 años para que otro viaje, el que ha hecho en los últimos días el consejero delegado de Ebro, Pedro Calef, a la ciudad china de Wuhu, donde está la sede de Chery, diese sus frutos.

Según el comunicado conjunto, ha sido en este viaje donde Calef alcanzó el acuerdo con el vicepresidente ejecutivo de Chery Automobile, Guibing Zhang. También el consejero de Empresa y Trabajo de la Generalitat, Roger Torrent, viajó para cerrar el acuerdo. “El acuerdo culmina con éxito y de manera muy satisfactoria el proceso de reindustrialización. Garantizamos un nuevo fabricante, un elemento tractor en la cadena del motor. Nos reposiciona en el siglo XXI, en la movilidad eléctrica”, ha expresado el consejero.

En los primeros compases de esta alianza Chery ensamblará vehículos de sus modelos Omoda, con piezas que vendrán de China para montarse juntas en la planta barcelonesa. El acuerdo implica que a medio plazo la empresa china empiece a fabricar completamente los coches aquí, lo que impulsará la actividad de la industria auxiliar y las contrataciones de personal. Por otro lado, en el cuarto trimestre de este año está prevista la fabricación del primer modelo de la marca Ebro —que toma su nombre de la misma marca fundada en 1954—.

Del éxito del D-Hub dependen unos 600 antiguos empleados de Nissan que todavía no han sido recolocados, y que están haciendo cursos de formación y cobrando un salario de aproximadamente 1.500 euros tras haber agotado la prestación por desempleo mientras esperaban la reindustrialización de la planta. La plantilla podría llegar a los 1.000 empleados.

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