Dyson V15 Detect Absolute, probamos su láser de limpieza

No se puede negar que si hay una firma que es en el hogar lo que Apple es en los teléfonos, esa es Dyson. Firma que rompió con el diseño de este tipo de productos y lo puso para siempre en la cúspide de las formas y la innovación. Guste o no habrá un antes y un después desde que James Dyson dio un golpe sobre la mesa en este sector en 1993. Nunca una cosa tan denostada como una aspiradora fue admirada por diseñadores y estrategas.

Es cierto que en contra de Dyson estás unos precios más caros que la competencia, pero la exclusividad y la última tecnología tiene un coste y son muchos los clientes que les llevan dando la razón. Por eso la factoría de la firma no para de crear y acaba de llegar la última “evo” de sus productos, que hemos tenido la ocasión de probar. Se trata de la enésima versión de su aspiradora ciclónica (succión de 14 ciclones) e inalámbrica para casa, en este caso denominada Dyson V15 Detect Absolute. Un producto equipado una innovación que hace las delicias de los buscadores de la suciedad más extrema.

Prueba con mucha luz natural

En la prueba que hemos realizado, hemos podido comprobar como el láser que lleva integrado en el cepillo saca los colores a la superficie más elegante y limpia. Es otro nivel. Esperábamos esa efectividad con poca luz, pero lo mejor es que con luz diurna, como se puede apreciar en las fotos, muestra con bastante detalle partículas de polvo que hay, situación en la que pasarían desapercibidas.

Las pruebas se realizaron en un piso ático con muchísima luz natural, a media mañana, por lo que las condiciones lumínicas eran las peores para que cualquier fuente de luz artificial brille. Aún así nos sorprendió esa capacidad de iluminación del láser. Clave por otra parte para aprovechar su detección de suciedad.

Hasta 0,3 micras de suciedad

Concretamente la firma asegura que la Dyson V15 Detect Absolute detecta partículas de hasta 10 micras, aunque el cepillo devora las que son de hasta 0,3 micras. Se trata de una prestación que abre su utilidad más allá de hogar. No solo en sitios médicos, sino todo tipo de industria dónde la limpieza afecte de una manera directa a cualquier producto que se produzca es susceptible de contar con algo similar.

El alma mater de todo esto es un sensor piezoeléctrico que, mientras pulsamos el botón de aspirar y recorremos cualquier estancia, mide hasta 15.000 veces por segundo lo que se está recogiendo. El sistema es sobre el papel relativamente práctico, el polvo golpea el sensor piezoeléctrico cuando entra en el contenedor, generando vibraciones, a la sazón señales eléctricas que permiten generar la información de contado y análisis. Todo se visualiza en la pantalla LCD que hay en el mango donde los usuarios más extremos estarán informados en todo momento de la cantidad y tamaño de la basura microscópica que se está captando.

Llega la hora de hablar de dinero y como todo en la vida, en la electrónica de consumo, también todo tiene un precio: 699 euros. Es el valor de este producto de 3,1 kilos de peso, con filamentos de carbono en el cepillo, tecnología, diseño y una capacidad de limpieza avanzada al que sabe mal llamarlo aspiradora, función que puede hacer una hora sin rechistar.