La preparación previa, la innovación tecnología y el ingenio (sobre todo si el asiento de atrás lo ocupan niños) ayudan a superar con éxito los kilómetros.
Un viaje de verano se puede superar con éxito e incluso existe la posibilidad de vivirlo como una aventura, pero tampoco se descarta que se convierta en una dura y triste batalla contra los kilómetros. Para que esto no ocurra conviene echar mano de la previsión, la prevención, la paciencia y el ingenio. Y apoyarse en la tecnología, por supuesto.
Subirse a un coche como el nuevo Ford Focus facilita la tarea enormemente: por un lado, su sistema Ford Co-Pilot360 ayuda al conductor con tecnologías como el control de crucero adaptativo con mantenimiento de carril, el asistente de precolisión, el reconocimiento de señales o la alerta de tráfico cruzado, pero las innovaciones tecnológicas no se quedan ahí. Un modelo como este, que anticipa la manera de conducir del futuro, permite estar permanentemente conectado con el mundo y con el propio vehículo. Y así viajar resulta mucho más fácil y agradable. Empieza el trayecto.