EL PAÍS

En la piel de un refugiado: Latinoamérica

"No puedes seguir aquí”

Te secuestran. Sospechas que ha sido un policía. Saben que tienes dinero y tus captores piden un rescate que tu familia paga. Ya no eres la misma. En la calle te sientes insegura y asfixiada, no soportas tener gente alrededor. Además, la situación en Venezuela se está deteriorando, hay carestía y mucha violencia en las calles. Te encierras en casa, apenas sales durante casi un año. Tus amigos tratan de animarte. Lo intentas, hasta que un día matan a golpes a un amigo tuyo fuera de una discoteca por ser homosexual. Un familiar te compra un billete de avión: "No puedes seguir aquí. Te vas para España".