Meliá propondrá a sus accionistas subir un 18% el salario a su consejero delegado

Meliá, la primera hotelera española por número de habitaciones (90.916 al cierre de 2023), se ha visto beneficiada por la reactivación explosiva del turismo y cerró el pasado ejercicio con una facturación, un resultado de explotación y un beneficio neto en 2023 superiores a los de 2019. Unas cifras que le han permitido dar por cerrada la austeridad impuesta desde la pandemia y que le han llevado a proponer en la próxima junta de accionistas, que se celebrará el próximo 9 de mayo, un incremento de la remuneración, congelada desde 2019, del consejero delegado, Gabriel Escarrer Jaume, y de los restantes diez miembros del Consejo de Administración.

En el punto tres de las propuestas de acuerdo que se llevarán a la citada junta, la compañía presentará para su aprobación la nueva política de remuneraciones del Consejo, que incluyen una subida del 18% para el consejero delegado y un incremento medio del 12% para el resto de consejeros. Se trata de la primera vez en la que las medidas adoptadas para los consejeros distinguen entre aquellos con funciones ejecutivas y los que no tienen. En el caso de Gabriel Escarrer Jaume, la remuneración fija que percibirá a partir del 1 de enero de 2024 pasará de 761.088 a 900.000 euros, mientras que la retribución variable a corto plazo y a largo plazo que percibirá se elevará al 70% de la retribución fija frente al 60% de los ejercicios anteriores.

En el informe anual de remuneraciones de Meliá correspondiente a 2023 se justificaba esta decisión por la asunción del cargo de presidente ejecutivo tras la salida de su padre (Gabriel Escarrer Juliá) en junio de 2023, que compatibiliza desde esa fecha con el de consejero delegado. De hecho, fue el propio Consejo de Meliá el que ya decidió elevar la retribución variable a corto plazo del 60% al 70% de su salario fijo ya durante el pasado ejercicio.

El cobro de ese 70% como retribución variable a corto plazo está ligado a la consecución de una lista de objetivos económicos, en el que alcanzar un resultado de explotación (ebitda) fijado previamente por el Consejo tiene una ponderación del 40%, mientras que lograr una reducción del endeudamiento tiene un peso del 35%. En el caso de la retribución variable a largo plazo, los dos factores que más ponderan son la solvencia financiera de la compañía, con un 40%, y la evolución del valor de la acción, con un 30%.

Para los restantes diez consejeros, el incremento medio que se propone es del 12%, lo que ha llevado al Consejo a solicitar en la junta que el techo salarial de los consejeros no ejecutivos se eleve un 16% pasando de 1,2 a 1,4 millones de euros. Cada uno de los conceptos retributivos se ha visto incrementado el citado 12%. De este modo, el fijo anual se eleva de 21.636 a 24.250 euros, las dietas por cada asistencia a las reuniones crecen de 5.409 a 6.060 euros y las dietas por asistir o presidir las distintas comisiones se ven incrementadas desde los 3.000 a 3.360 euros por cada sesión.

También los accionistas se verán recompensados por la mejora de la cuenta de resultados, aunque el importe es simbólico. En el punto 1.6 se propone la distribución de un dividendo de 0,0935 euros brutos por acción hasta un importe máximo de 20,6 millones, que se haría efectivo el 9 de julio de 2024. La retribución al accionista estaba suspendida desde 2019.

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