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IFM lanza un golpe de mano contra Reynés en Naturgy pero choca con Criteria

El fondo australiano se abstiene en el informe de retribuciones del consejo para incentivar cambios en la cúpula

Naturgy
Junta de accionistas en Naturgy.Naturgy

Mucho ruido entre bambalinas en la junta de accionistas de Naturgy. El fondo australiano IFM, con el 15% del capital, ha elevado los decibelios en la cita anual, cuando ha decidido cambiar el sentido del voto del año anterior y abstenerse en la votación sobre el informe de remuneraciones del consejo. La decisión seguía al rechazo de algunos accionistas minoritarios a este asunto y ha sido acompañado por un giro opuesto en Criteria, el primer accionista con un 26%, que el año anterior también se había abstenido y este ha votado a favor. Ante un posible cuestionamiento de la figura del presidente de la compañía en medio de este contexto, el holding que pilota Isidro Fainé respaldó a Reynés, apoyando su retribución y con un contundente comunicado en su defensa.

Hacía semanas que entre los inversores se extendía la sensación de que la junta de accionistas de Naturgy iba a ser tensa. IFM —que desde que entró en el capital de la gasista en 2021 siempre había apoyado fielmente a la cúpula de la empresa— decidió cambiar de posición y pasar del voto favorable a la abstención en el punto más controvertido del orden del día: el informe de remuneraciones del consejo. Se trata de una consulta no vinculante, pero sintomática para medir el apoyo de los accionistas a sus ejecutivos. Según aseguran fuentes del mercado, el fondo se hacía eco de los consejos de las principales agencias de asesoramiento de voto, los conocidos como proxy advisors, que recomendaban votar en contra tanto en este asunto como en la intención declarada de algunos minoritarios —entre ellos, el fondo soberano noruego, Norges Bank— de votar, también, negativamente.

IFM quiso dar un golpe encima de la mesa y lanzar un ataque directo a la cúpula. Con su principal directivo, Jaime Siles, ausente de la cita, el plan del fondo pasaba por poner encima de la mesa las tensiones en el capital de la compañía. Sobre ella convergen varias fuerzas. Dos de sus accionistas de referencia, CVC y GIP, con un 20% cada uno, buscan desde hace años la venta de sus acciones, un plan ahora cegado por la caída en Bolsa y la muerte del proyecto Géminis, que pasaba por la división de la compañía en dos, como una fórmula para facilitar la salida de los fondos del capital. Del otro lado está Criteria, con un 26%, que se ha erigido como garante de la estabilidad en el capital y, en medio, IFM, con un 15%. Pese a ser un fondo de inversión, los australianos reivindican su inversión a largo plazo.

Las fuentes consultadas indican que el malestar de algunos accionistas con Reynés ha ido in crescendo recientemente. Consideran que ha fallado en sus atribuciones como presidente de la compañía para aunar los intereses de los distintos accionistas. Tras el cambio de voto de IFM está, según fuentes de mercado, su intención de promover una separación de las funciones de Reynés. Apuntan a que lo ven idóneo para mantener la gestión del grupo, pero reclaman el nombramiento de un presidente del consejo de administración que actúe como mediador entre accionistas con intereses opuestos. Esta separación de cargos entre el presidente y el consejo de administración entronca con los estándares de fondos como IFM, enfocados en la inversión socialmente responsable, y también de muchos asesores de voto, que recomiendan habitualmente no concentrar el poder en las empresas en las mismas manos.

IFM hacía las cuentas para lanzar este golpe de mano remontándose al año pasado. Criteria, histórico accionista de Naturgy, fue quien no dio su plácet a la política salarial de la cúpula de la energética: se abstuvo en la votación sobre el informe de remuneraciones del consejo, que salió adelante con un apoyo del 62% del capital, 14 puntos inferior al logrado este año. Habida cuenta del cambio en el sentido del voto de IFM, de mantenerse Criteria en la abstención y considerando el rechazo de los minoritarios, todo apuntaba a que menos del 50% del capital iba a refrendar el sueldo del consejo. Pese a que la votación sobre las remuneraciones del consejo es de carácter consultivo y su rechazo no tiene efectos prácticos, lo cierto es que un número tan alto de abstenciones y noes dejaba muy tocada la figura de Reynés.

Pero el guion no fue el previsto. Criteria decidió también cambiar el sentido de su voto frente a lo ocurrido el año anterior y apoyar todos los puntos del orden del día. Y lo hizo, además, con un comunicado en el sacaba pecho y ponía en valor su voto. Esto también afecta a la votación sobre el informe de remuneraciones, que salió adelante con un 76%. Fuentes próximas a la firma afirman que la decisión se tomó hace semanas y atribuyen este cambio a que la empresa ha ampliado la información sobre la política de retribuciones que la compañía difundió el año anterior, en línea con lo que había reclamado entonces Criteria. El viraje del holding coincide con la reciente entrada de Ángel Simón como consejero delegado, a quien se atribuye la decisión sobre el voto en la junta de Naturgy.

El comunicado con el que acompañó su voto fue de cerrada defensa de Reynés: “Reiteramos nuestro apoyo explícito al plan de transformación en el que está inmersa la compañía, liderado por el equipo directivo que encabeza su presidente ejecutivo, Francisco Reynés”. Un respaldo que, agrega, “se ha visto refrendado con el voto positivo por parte de Criteria a los distintos puntos del orden del día de la junta general de accionistas celebrada por la compañía, incluyendo el voto consultivo en relación con el informe anual sobre las remuneraciones de los miembros del consejo”.

“CriteriaCaixa quiere reafirmar su compromiso como inversor de largo plazo con el proyecto industrial de Naturgy, compañía de la que es primer accionista desde hace décadas”, apunta el comunicado. Dos veces en menos de un año Fainé se ha visto obligado a salir a defender a uno de sus delfines, Francisco Reynés. La primera vez fue el pasado verano, mientras la compañía negociaba el fichaje frustrado de Ignacio Gutiérrez Orrantia como consejero delegado. En esta ocasión ante el temor de que quedase en evidencia en la junta de accionistas y eso provocase una salida abrupta.

En respuesta a un minoritario, el jefe de la energética se ha limitado a afirmar: “No soy yo quien me subo o no el sueldo a mí mismo. En 2023, pese a ser el año de mayores ganancias de la compañía, mi retribución ha sido un 7% inferior”. Reynés se embolsó en 2023 5,47 millones de euros. El nombramiento fallido del consejero delegado ha planeado en la junta, tras la designación fallida de un primer ejecutivo que comparta las funciones ejecutivas con Reynés. “Tanto la comisión de nombramientos y retribuciones como el consejo son quienes deciden cuál es la estructura adecuada, y la que hay es la que se cree adecuada”, ha dicho el máximo responsable de Naturgy.


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