Madrid, cultura Mahou

Año 1890. En el número 29 de la calle Amaniel de Madrid, frente al convento de las Comendadoras, empezó una historia que unió los destinos de una cerveza y una ciudad. Desde entonces Madrid sabe a Mahou. Resulta sencillo recuperar ese relato aún vivo y sumergirse en una experiencia de sabor entre bares y tabernas tradicionales: si te dejas llevar cuesta abajo por la Gran Vía hacia la plaza de España, encontrarás en la acera de los pares la calle García Molinas, que da acceso a la plaza de los Mostenses; siguiendo de frente por la calle del Álamo enlazarás enseguida con la de Amaniel. Busca el número 29: donde hoy se levanta el Museo ABC de Dibujo e Ilustración, Mahou instaló su primera fábrica cervecera, origen de una vida en común, punto de partida para descubrir un Madrid secreto y con personalidad.

Imagina una caña bien tirada, con dos centímetros de crema, dorada y burbujeante. Te la sirven perfecta a dos pasos de la antigua factoría de cerveza, en El Cangrejero (Amaniel, 25), uno de los 61 bares Maestros acreditados de la capital, donde se ofrece la mejor caña posible. Y también muy cerca están la Taberna del Limón (Limón, 22)

y Bodegas Rivas (La Palma, 61), dos etapas de una ruta de la cerveza que puedes montarte a tu gusto por toda la ciudad. ¿Te apetece acompañarla de croquetas? Elige Viavélez (General Perón, 10) o Casa Julio (Madera, 37); si lo tuyo es la tortilla, acude a Juanalaloca (plaza de Puerta de Moros, 4) o a Sylkar (Espronceda ,17); ¿que prefieres cocido?: Taberna La Bola (La Bola, 5) o La Daniela (General Pardiñas, 21, además otros cuatro locales).

El sabor de la cerveza te acompaña en cualquier barrio: en Chamberí te esperan la Taberna de Paula (Vallehermoso, 74) o Cilantro Gastrobar (General Álvarez de Castro, 7); en La Latina, en pleno Rastro, el Mercado de la Ribera (Ribera de Curtidores, 26); en Lavapiés, entre tapas de gambas, la Taberna La Mina (Ave María, 28), y en el barrio de las Letras, La Dolores (plaza de Jesús de Medinaceli, 4), y así podría hacerse una lista casi interminable. Lugares para disfrutar del verdadero sabor de una caña (gracias al grifo Cornelius, implantado por Mahou en 1966, y al arte de quien la tira) y para salir al encuentro de ese Madrid que no conocemos todo lo que deberíamos.

Matadero Madrid. Has oído hablar de la propuesta del antiguo matadero (paseo de la Chopera, 14), y es hora de que la conozcas: cine, teatro, biblioteca, exposiciones, cursos… ¿Qué más quieres?

Museo Lázaro Galdiano. Un museo tan valioso como desconocido con 13.000 piezas de arte, incluidas obras de Goya, Velázquez, Zurbarán y Murillo. Las esculturas y cerámicas son valiosísimas. Serrano, 122.

Parque del Oeste. Expansión y aire libre: paseos entre árboles, una gran rosaleda, el templo de Debod, cuestas que suben y bajan. El mejor lugar para ver el atardecer madrileño. Para llegar, metro Plaza de España.

Madrid Río. Seis kilómetros de paseos, jardines y carriles bici al lado del Manzanares, con varios locales donde parar a tomar una caña. Un rincón dentro de este rincón: los toboganes del puente de Arganzuela.

Hammam Al Andalus Madrid. En plena calle Atocha (número 14), sorpresa: unos enormes baños árabes donde relajarte y llegar a casa como si fueras otra persona. No te olvides de pedir cita.

Mercado de motores. Un mercadillo entre locomotoras del siglo XIX. Ropa, antigüedades, artículos vintage, gastronomía… El Museo del Ferrocarril (paseo de las Delicias, 61) lo organiza el segundo fin de semana de cada mes.

Mercado Maravillas. Mahou instaló aquí su Fábrica de Papeles Pintados. En 1942 se convirtió en un mercado que se desborda de vida los sábados por la mañana. Está en Bravo Murillo, 122.

Libros Libres. Una librería (Covarrubias, 7) donde la cultura circula sin trabas. Las aportaciones voluntarias y las donaciones de libros permiten que los lectores sin recursos puedan llevarse libros ¡gratis!

Un rincón virtual. Factoría Mahou te trae la historia de Madrid y Mahou a través del humor, la fotografía, el diseño, la publicidad, el arte, la gastronomía y las curiosidades.

Una experiencia musical. Han sido elegidos como los Cómplices de Mahou, y del 21 al 25 de octubre actuarán en las salas Clamores y Galileo en sesiones musicales muy cercanas al espectador. Son Sidecars, Iván Ferreiro, Carmen Boza, Carmen París y Ariel Roth.