El sector de los convertibles tiene un nuevo jugador: el fabricante chino de dispositivos móviles Huawei da ahora el salto al mundo de los 2-en-1 con el lanzamiento de su MateBook.
Con este dispositivo, Huawei pretende competir nada más y nada menos que con Microsoft y Samsung por el liderazgo en lo que a convertibles profesionales de negocios. Las doce pulgadas de su pantalla, el uso de Windows 10 como sistema operativo y su puntero, el MatePen, son solo dos muestras de ello.
Por ahora, ya se postula como el vencedor en lo que a precio se refiere. Si bien la Surface Pro 4 de Microsoft (con 12,3 pulgadas) cuesta 999 euros, MateBook sale al mercado por 799 euros. Sumándole los 149 euros que cuesta el teclado y los 69 euros del MatePen, la apuesta de Huawei sigue siendo más económica que la de Microsoft, que asciende hasta los 1.150 euros con el teclado.
Ese es el caso de los convertibles más económicos de las dos compañías, que tienen 128 gigas de memoria y el mismo procesador: un Intel Core m3. Ambas cuentan con dispositivos aún más potentes en los que Huawei vuelve a ganar económicamente hablando: la versión del MateBook de 512 gigas costará 1.799 euros, mientras que la Surface Pro 4 más potente, también de 512 gigas, cuesta 2.449 euros.
Por su parte, Samsung luchará en esta peculiar batalla con su Galaxy TabPro S, de características semejantes (pantalla Super AMOLED de 12 pulgadas y 128 gigas de memoria). Sin embargo la apuesta coreana guarda aún un poco de misterio, ya que todavía se desconoce cuál será su precio.
Más ligera
Además de su victoria en el plano económico ante características semejantes, la MateBook de Huawei también gana en algunas características que pueden resultar de vital importancia para aquellos usuarios que trabajen a diario con uno de estos dispositivos.
Sin ir más lejos, se trata del convertible más ligero de la competición, con solo 640 gramos. Además, su batería de litio no tiene nada que envidiarle a las de Microsoft o Samsung: Huawei promete nueve horas de trabajo en la Red, al igual que sucede con la Surface Pro 4.