El Teatro Quique San Francisco presenta Amarte es un trabajo sucio (pero alguien tiene que hacerlo), una comedia que habla de la lucha por ser alguien y de la nueva economía “colaborativa” que ha venido para quedarse con su precariedad de rostro amable.

Álex Villazán interpreta a David, un veinteañero que, a falta de horizontes laborales, empieza a trabajar como rider en la popular empresa de entregas a domicilio Hermess. Entretanto, tiene que lidiar con una relación líquido-festiva con Marta, su pareja, y hacer equipo con Luisa, su madre. En este nuevo y deshumanizado entorno laboral, David tendrá que descubrir lo que quiere hacer con su vida, si sus condiciones de trabajo no acaban con él antes.

Por ser lector de EL PAÍS, participa y consigue una entrada doble para asistir a las funciones de los días 25 y 26 de marzo.