_
_
_
_
_
COLUMNA
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

‘Mare of Easttown’ es divertida

Un adjetivo así, puesto en medio de una serie que va de gente hecha trizas, tristura postindustrial y secuestros de mujeres, puede sonar frívolo, pero, una vez meditado, resulta certero

Kate Winslet, en ‘Mare of Easttown’. En vídeo, tráiler de la serie.Vídeo: hbo
Sergio del Molino

Los adjetivos son especímenes muy conservadores y elementales que se pegan a los sustantivos como percebes a las rocas. Uno de los trabajos del escritor consiste en obligarles a decir cosas que no dicen, modificando sustantivos inesperados. Es una tarea difícil en la que casi siempre se fracasa. Por eso, cuando se acierta, el efecto es luminoso como unos fuegos artificiales o devastador como un diagnóstico de cáncer.

Mi amiga Isabel Vázquez, guionista y erudita del cine, dijo que Mare of Easttown es divertida. Un adjetivo así, puesto en medio de una serie que va de gente hecha trizas, madres adolescentes, tristura postindustrial, asesinatos y secuestros de mujeres, puede sonar frívolo o provocador, pero, una vez meditado, resulta certero. Escandaliza a quien tenga un concepto moralista y frívolo de la diversión. Para quien crea que la diversión no es importante o que incluso es inmoral o pecaminosa, como piensa tanta gente, el adjetivo es indefendible. Pero si entiendes la diversión como una forma profunda de gozo, que va más allá de la alegría, de la carcajada y del brindis, puedes tomar por divertidas cosas que, a primera vista, parecen terribles.

En ese sentido, Shoah puede ser más divertida que La vida es bella, de Benigni, aunque Benigni se proponga divertirnos y Shoah, aplastar hasta la última molécula de esperanza que nos quede en el cuerpo. De hecho, la diversión que propone Benigni, en tanto que banal, no tiene ninguna gracia.

Mare of Easttown te divierte en la medida en que trata al espectador con el respeto debido y despliega ante sus ojos y oídos un mundo complejo que vibra en muchas capas. No te ríes, pero gozas con el contacto de algo bello y sutil hecho con materiales feos y de desecho. Voy a usar más y mejor el adjetivo divertido a partir de ahora.

Puedes seguir EL PAÍS TELEVISIÓN en Twitter o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Sergio del Molino
Es autor de los ensayos La España vacía y Contra la España vacía. Ha ganado los premios Ojo Crítico y Tigre Juan por La hora violeta (2013) y el Espasa por Lugares fuera de sitio (2018). Entre sus novelas destacan Un tal González (2022), La piel (2020) o Lo que a nadie le importa (2014). Su último libro es Los alemanes (Premio Alfaguara 2024).

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_