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Elon Musk ya edita tuits y Twitter no se ha hundido aún, ¿qué hará en el futuro?

Tres empresas tienen la respuesta: la privacidad de Signal, los vídeos largos de YouTube y los pagos de PayPal marcan unidos un posible futuro de la red social

Jordi Pérez Colomé
Elon Musk Twitter
Logo de Twitter de su sede en Market Street, en San Francisco (EE UU), reflejado en el cristal de un coche.JOHN G. MABANGLO (EFE)

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Elon Musk vive literalmente en nuestros sueños. No es una broma ni una exageración. Es el rey de Silicon Valley también por la noche. The Information, una cabecera especializada en las tecnológicas, publicó este miércoles un artículo titulado: “De día, Elon Musk dirige Twitter. De noche, invade nuestros sueños”. En el texto, psicólogos confirmaban las visitas: “Según psicólogos especializados en pesadillas y otros trastornos del sueño, las visitas nocturnas de Elon Musk ocurren mucho estos días. Estos sueños compartidos a menudo ocurren durante períodos de inestabilidad y ofrecen una visión más amplia de nuestra psique colectiva”.

Los empleados de Twitter (los que quedan) deben de tener sueños más reales. Sobre todo porque duermen poco. Musk se lo agradece.

Esta semana fue Acción de Gracias en Estados Unidos. Musk aprovechó para editar un tuit y, de paso, despedir a unos 50 programadores más. Son un grupo que ya había aceptado seguir en el “Twitter duro”. Ahora se van con una compensación menor que si se hubieran ido la semana pasada. No aprobaron aparentemente una revisión del código que habían escrito.

Hace justo una semana fue el día del caos en Twitter: cientos de empleados habían optado por dimitir. Parecía que nadie estaba al mando de la red. “La muerte de Twitter”, “adiós Twitter” o “RIP Twitter” dominaron la conversación. Además, Musk ha anunciado una “amnistía general” para los malhechores del pasado. Pero Twitter, de momento, no se ha hundido. Aunque hay cosas que ya fallan.

El hundimiento no solo puede ser técnico (que la red vaya sufriendo cortes y caídas), sino también económico. Lo único que parece claro es que no será inminente. Musk presume de cuántos tuits se publican sin problema en pleno Mundial y de cómo los profetas de mal augurio no tenían razón.

Twitter 2.0 ya está en marcha. A pesar de los sueños, Musk seguirá una temporada al frente de la empresa. Ya ha advertido que se equivocará mucho. Será una versión distinta de red social.

Una novedad que tendrá seguro serán suscripciones. Su relanzamiento previsto para el 29 de noviembre se ha retrasado porque no saben cómo evitar el caos de las empresas suplantadas con la verificación. Ese es uno de los problemas. Pero Musk está ya presentando las ventajas por su cuenta, como el botón de edición. Todo lo hace él.

Ejemplo de cómo se ven las versiones anteriores tras usar el botón de edición en un tuit de Musk sobre Acción de Gracias.
Ejemplo de cómo se ven las versiones anteriores tras usar el botón de edición en un tuit de Musk sobre Acción de Gracias.

Hay otra novedad respecto al Twitter 1.0: la moderación del discurso. Musk de momento ha planteado tres ideas básicas: él y solo él decide qué es aceptable o no (a veces con encuestas abiertas en Twitter); se puede decir casi todo, pero la red es libre de no promoverlo con el algoritmo y las “notas de la comunidad” serán clave. Las notas son un sistema parecido a la Wikipedia que habían lanzado en pruebas desde Twitter 1.0: usuarios ideológicamente distintos valorarán posibles correcciones que se añadirán a tuits dudosos. Musk ha elogiado el sistema y le ha cambiado el nombre (se llamaba Birdwatch).

La intención pretendida de Musk es establecer límites estrictamente legales, objetivos y transparentes para el discurso, que sea moderado automáticamente por la “inteligencia artificial”. Eso es más fácil y bonito de decir que de hacer. Ninguna red lo ha perfeccionado: por eso Meta o TikTok tienen a miles de empleados decidiendo qué es aceptable y qué no, con valoraciones finalmente subjetivas. La consecuencia temporal es que habrá más discurso en el límite de lo aceptable en Twitter. Musk anunció un consejo que decidiera algunas de estas cuestiones, pero ahora ha quedado en que solo le asesorará a él, que será quien decida.

Las suscripciones y una moderación laxa serán dos características del Twitter 2.0. Pero hay otras tres que están vinculadas a copiar o competir con tres empresas que ya existen:

1. Signal. Twitter quiere ofrecer mensajes cifrados y llamadas de voz y vídeo. Signal compite con WhatsApp, iMessage y Messenger. Twitter quiere ofrecer algo similar en lo que ahora de momento son los mensajes directos. “Debería darse el caso de que yo no pudiera mirar los mensajes directos de nadie aunque me pusieran una pistola en la cabeza”, dijo Musk a empleados de Twitter este lunes. Moxie Marlinspike, ex jefe de Signal, ya fue empleado de Twitter.

Musk quiere evitar, según añadió, que la gente se preocupe por su privacidad, que haya pérdidas o robos de datos y se publiquen mensajes directos de usuarios o que alguien dentro de la empresa pueda estar mirando mensajes de usuarios, que ahora es técnicamente posible.

Signal necesita un número de teléfono para operar, aunque trabajan para que sea posible la comunicación sin tener que compartirlo. Twitter, como Instagram, ya permite ese intercambio.

2. YouTube. Los vídeos largos de creadores de contenido son un objetivo de Musk. Hace unos días retó a Mr. Beast, autor de uno de los 10 canales con más seguidores de YouTube, a que Twitter acabaría ofreciendo unas condiciones buenas para creadores. Mr. Beast se mostró escéptico de que Twitter igualara lo que ofrece YouTube, una empresa de Google. Ahora Twitter no permite vídeos largos.

Musk también ha sondeado la vuelta de Vine, la herramienta de vídeos cortos que Twitter creó antes de la ola de TikTok, Reels y Shorts.

Twitter es una red de texto. Pero Musk quiere claramente ampliar su alcance.

3. Paypal. Antes de la compra, Musk había dicho que Twitter podría ser una superapp donde se pudieran hacer varias cosas. El modelo repetidamente citado es la china WeChat. Twitter ya es una red social, si mejora sus mensajes privados, solo le faltarían los pagos para parecerse más a WeChat.

Musk creó X.com a finales de los 90, que luego se fundió con Paypal. Cuando eBay compró Paypal, le llovieron los millones a Musk, que los invirtió en SpaceX y Tesla. Con Twitter tiene la oportunidad de acabar lo que empezó con X.com, que es hoy un dominio propiedad de Musk y no es porno.

“Deberías poder enviar dinero a quien fuera con un clic. Los pagos serán probablemente más valiosos que todo el resto de Twitter combinado”, dijo Musk esta semana en la reunión de empleados. La conversión de Twitter en Bizum era algo más inesperado.

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Sobre la firma

Jordi Pérez Colomé
Es reportero de Tecnología, preocupado por las consecuencias sociales que provoca internet. Escribe cada semana una newsletter sobre los jaleos que provocan estos cambios. Fue premio José Manuel Porquet 2012 e iRedes Letras Enredadas 2014. Ha dado y da clases en cinco universidades españolas. Entre otros estudios, es filólogo italiano.

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