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Los españoles buscan en Internet más buenas noticias que nunca

Los usuarios utilizan Google para encontrar información sobre la cuarentena, los síntomas de la Covid-19 o cómo desinfectar alimentos

Isabel Rubio
Una chica consulta su móvil.
Getty Images

La expansión del coronavirus ha forzado a miles de personas a quedarse en sus casas. Este encierro junto con la crisis sanitaria, el duelo y las consecuencias económicas de la pandemia copan gran parte de los titulares de los medios de comunicación y de las publicaciones en redes sociales. Pero también hay noticias esperanzadoras. Y los usuarios desean leerlas. Las búsquedas en Google de “buenas noticias” se han disparado en España en las últimas semanas. Alcanzan máximos históricos desde que el buscador recopila este tipo de datos (enero de 2004).

“Hoy han dado de alta a mi abuelo, tiene 90 años y ha estado ingresado con coronavirus. Lo escribo por aquí porque a mí me ha ayudado mucho a mantener la esperanza el ver a otros abuelos y familiares que lo habían conseguido ¡Ánimo!”, afirmaba el pasado 6 de abril en un tuit Clara Martín Jiménez. Esta joven abulense de 24 años está convencida de que en esta situación de pandemia leer “historias bonitas” ayuda a seguir adelante: “He buscado noticias buenas porque las necesitaba para sentirme mejor. Hay muchas personas, también mayores, superando la enfermedad o haciendo acciones preciosas por los demás”.

Desde el comienzo de marzo, los usuarios buscan buenas noticias vinculadas especialmente al coronavirus. Google Trends muestra que se han disparado las búsquedas en términos relativos, pero no hay forma de obtener el número absoluto de estas. Por lo tanto, no se puede saber hasta qué punto hay muchas personas buscando esta información. Es posible hacerse una idea aproximada haciendo una comparación con otros términos. Por ejemplo, si se compara con la búsqueda de “Messi”, se puede ver cómo el 23 de marzo la popularidad de ambas búsquedas en España se acerca mucho. Sin embargo, las consultas de “bizcocho” se han disparado de un modo mucho más pronunciado que las de “buenas noticias” durante el confinamiento.

El psicoanalista y profesor de la Universitat Oberta de Catalunya José Ramón Ubieto explica que una situación de crisis como la provocada por el coronavirus tiene diferentes fases. La primera “ya está superada y es la de la perplejidad”. El usuario se pregunta qué está sucediendo, dónde está pasando y si también le puede tocar a él. “La segunda fase, que ya estaríamos abandonando, es la del pico de pánico de angustia. Cuando empezaron a morir personas en España, nos dimos cuenta de que no era una cosa de China. Era algo grave que también nos podía afectar a nosotros”, afirma.

En esta fase, según cuenta, a los usuarios les interesa informarse sobre fallecimientos y otros datos. En España en los últimos dos meses la búsqueda del término “coronavirus” ha aumentado notablemente. Se disparó especialmente el 12 de marzo después de que la Organización Mundial de la Salud declarara el brote como pandemia global. Los internautas buscan diferentes noticias relacionados con esta temática. Sobre todo “datos”, “últimas noticias”, “mapas”, “síntomas” o “fallecidos”.

“Queremos saberlo todo. Empezamos a buscarlo hasta que sufrimos una infobesidad y comenzamos a agotarnos de la información porque se convierte en un problema, Muchas personas han dejado de leer las noticias porque ya saben el relato”, explica el psicoanalista. Esto es precisamente lo que le ocurrió a Martín. Las noticias sobre nuevos contagiados, personas fallecidas o el desabastecimiento en algunos hospitales le provocaban ansiedad y no le dejaban dormir. “Llegó un momento en el que decidí no verlo más por todas las informaciones negativas que recibía constantemente mi cerebro”, afirma.

La nueva fase en la que ya se está entrando es la del duelo, según Ubieto. Desde que el SARS-CoV-2 llegó a España, más de 20.000 personas han muerto oficialmente a causa de la Covid-19. Además, el impacto que la pandemia tendrá en la economía mundial se prevé de una dureza sin precedentes en el último siglo. “Ahora es cuando surge la necesidad de buscar buenas noticias que nos digan que vamos a salir a la calle pronto, que habrá soluciones, que la Unión Europea va a implicarse y que nuestra empresa no va a quebrar. Las personas tratan de confirmar lo que desean porque de lo que pasará no tenemos ni idea”, explica.

La próxima y última fase será la de reconstrucción de los lazos que se han interrumpido y de la economía. Todo este proceso se produce con cualquier situación de crisis o catástrofe. Así lo afirma Ubieto, que pone como ejemplo el atentado de Barcelona. En este caso “no hay un deadline universal”, sino que será una salida progresiva: “No saldremos todos a la calle cuando hayan pillado al terrorista o cuando haya acabado el terremoto”.

Para él, “a nivel mundial no existe nada que haya durado tanto tiempo y recuerden todos los que están vivos”: “El último evento que supuso una afectación tan importante fue la Segunda Guerra Mundial”. Ya en aquel entonces, según señala, las personas buscaban buenas noticias. Aunque por otros medios. En un mundo sin Internet, recurrían sobre todo a familiares o amigos.

La contaminación baja y la ciencia lucha contra el coronavirus

Ahora basta con teclear “buenas noticias” en el buscador o en redes sociales para encontrarlas. Centenares de personas superan la Covid-19 cada día. La contaminación en algunos lugares ha disminuido. Los científicos trabajan sin descanso y cada vez están más cerca de posibles curas. También hay personas que se desviven por ayudar a sus vecinos y han surgido incontables iniciativas solidarias: desde personas que fabrican en un tiempo récord respiradores o cosen miles de mascarillas a conciertos o bingos benéficos para recaudar dinero para los hospitales.

Hay algunos portales que se dedican exclusivamente a dar difusión a este tipo de noticias. Por ejemplo, Son buenas noticias o Cuéntame algo bueno. David Rojas, su fundador, explica que el portal ha registrado un aumento de visitas de entre un 10% y un 20% desde que el Gobierno decretó el confinamiento el pasado 14 de marzo. “La gente está encerrada y angustiada y busca una vía de escape”, afirma. Una de las noticias más leídas en los últimos días es sobre una iniciativa en Italia que anima a colgar dibujos de un arcoíris en los balcones junto al mensaje “todo irá bien”. También ha publicado otras historias bonitas. Por ejemplo, “hay niños que en su tiempo libre escriben cartas a pacientes con Covid-19 y profesores que lo dedican a dar clases de apoyo a los menores de forma altruista”.

Este medio, que tiene unos 30.000 usuarios únicos al mes, fue creado hace 10 años: “Por aquel entonces, justo coincidiendo con la crisis, yo viajaba mucho y al llegar al hotel ponía las noticias y solo veía historias negativas”. Crear este portal fue su forma de “demostrar que hay mucha gente buena haciendo cosas buenas”. “Ahora tenemos el email lleno de historias para publicar y hace mucha falta aportar un poco de optimismo”, explica Rojas, que reconoce no tener todo el tiempo que le gustaría para encargarse del portal.

Cerca del 70% de los usuarios que visitan su web están en España. El resto en América Latina. La mayoría, según explica, son mujeres de entre 30 y 40 años. Las personas adultas son las que más necesidad tienen de leer buenas noticias, según Ubieto: “Se preguntan cómo les irá en los trabajos o en sus relaciones personales. A diferencia de los niños, piensan a medio o largo plazo y a veces necesitan restaurar una pérdida con buenas noticias”.

Mientras tanto, algunos medios generalistas, grandes medios especializados y también usuarios en redes sociales también suelen resaltar cada día buenas noticias durante la pandemia. Lo mismo ocurre a nivel mundial. Por ejemplo, cuentas de Instagram que se dedican a publicar buenas noticias como @TanksGoodNews y @GoodNews_Movement han visto un aumento exponencial de sus seguidores, según The New York Times.

Cuándo volverá Las Vegas a la normalidad

El buscador de Google es un reflejo de lo que preocupa a los usuarios. La compañía de Mountain View recopila en una web las tendencias de búsquedas relacionadas con el coronavirus en todo el mundo. Entre las palabras que figuran en esta página, está “normal”, que ha alcanzado picos de búsqueda históricos. “Cuál es la temperatura normal" o “cómo puedo sentirme normal” son algunas de las consultas de los usuarios. También hay dudas más curiosas como “cuándo volverá Las Vegas a estar normal”.

Los usuarios además tiene curiosidad por cuánto tiempo aplaude la gente a los sanitarios, cómo hacer una mascarilla, los orígenes del nuevo coronavirus o cuáles serán las fases de la vuelta a la normalidad. Google también destaca las tendencias en diferentes países. Mientras que en Alemania ha habido un aumento significativo del número de usuarios que preguntan si se pueden celebrar bodas, en Estados Unidos cada vez más personas buscan formas de entretenerse. Por ejemplo, qué libros leer durante la cuarentena o cómo hacer un cubo de rubik.

En países como España, a los usuarios de Google les preocupa especialmente cómo protegerse ante el virus. Las medidas más consultadas para frenar la expansión del virus son “cuarentena” y “mascarilla”. Se han buscado más desde que empezó la pandemia que en los últimos 15 años. La búsqueda de “mascarilla” se disparó especialmente cuando el Gobierno se planteaba si recomendar su uso a la población general. También ha crecido hasta máximos históricos el interés sobre cómo desinfectar fruta, verduras o mascarillas o las búsquedas relacionadas con la lejía.

Así localiza Google tendencias de búsquedas

Google Trends toma un muestreo anónimo de todas las búsquedas, es decir, solo una parte representativa. Después, las agrupa en diversas categorías, las agrega —une bajo una misma etiqueta búsquedas como "Lionel Messi", "Messi" o "Mesi"— y las normaliza en una escala de 0 a 100. Esta escala muestra la popularidad relativa de una búsqueda en un momento y en un lugar determinado.

El número 100 es el momento en que el término analizado registró la mayor proporción de todas las búsquedas en el plazo y el lugar consultado. Es decir, el momento en que ese término fue más popular. Los números restantes se escalan hacia abajo en un intervalo de 0 a 100. “La ventaja de normalizar los datos en una escala es que podemos comparar la popularidad de búsquedas por un término determinado entre diferentes países o regiones, sin que influya su población o su volumen total de búsquedas”, explican fuentes de Google.

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Sobre la firma

Isabel Rubio
Es colaboradora de las secciones de Tecnología, Ciencia y Salud de EL PAÍS. Además de seguir de cerca a Apple, Samsung y otros gigantes, prueba dispositivos y analiza el impacto de los avances tecnológicos en la sociedad. También verifica contenidos científicos en la fundación Maldita.es.

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