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“Todo el mundo tiene discapacidad porque nadie es capaz de hacerlo todo”

El 'youtuber' Moyorz87, nuevo fichaje de Movistar Riders, encuentra en los videojuegos la posibilidad de superar cualquier limitación

Moyorz87, el nuevo generador de contenidos de Movistar Riders.
Moyorz87, el nuevo generador de contenidos de Movistar Riders. Santi Burgos

Los fines de semana sale con sus amigos a cenar, escuchar música o pasear. Admira al futbolista Leo Messi y es culé de corazón. Aritz Acevedo, de 31 años, más conocido como Moyorz87 (Pamplona, 1987) lleva cuatro años generando contenidos de videojuegos en YouTube mientras lidia con una enfermedad llamada osteogénesis imperfecta o huesos de cristal, que le obliga a estar en silla de ruedas prácticamente desde que nació. Además, es el nuevo fichaje del equipo de eSports Movistar Riders.

De carácter dicharachero y bromista, Moyorz87, que quita importancia a su enfermedad en todo momento, explica que se la diagnosticaron con solo tres meses de vida. “Los médicos pensaban que mi madre me maltrataba porque tenía muchas fracturas”, comenta. Sin embargo, “los videojuegos han sido una manera de desconexión de la vida real en plan guay. Y me han acompañado en muchos momentos para llevar mejor mi discapacidad”, explica.

Moyorz afirma que en un videojuego no hay barreras, que cada uno puede ser quien quiera. Hace cuatro años comenzó a emitir por su canal de YouTube. “Al principio me daba cosilla mostrar mi cara y que me viera todo el mundo en Internet pero mis amigos me decían que si quieres destacar en YouTube tienes que hacer algo diferente y que yo soy único y diferente”, explica.

No todo el mundo se acerca a Moyorz87 de buenas maneras. “Me acuerdo de un comentario: 'si te veo por Pamplona te tiro de la silla de ruedas'. Al principio tenía miedo, pero tienes que reponerte y seguir. Mucha gente se esconde en el anonimato que te da estar detrás de la pantalla", dice

Tiene claro que siempre hay alguien mejor que uno mismo jugando a videojuegos así que cree que la clave de su éxito viene de que es "un bromista" y se le va "la olla". "Además, no juego mal”, apunta. El youtuber tiene casi 160.000 suscriptores. Con ellos disfruta charlando y hablando de sus experiencias. Está en Twitch (plataforma que ofrece un servicio de vídeo en streaming) desde hace un año y se siente en familia. “Se comparten muchas cosas. Río mucho con ellos aunque, a veces, si hay que llorar se llora.”

Aunque no todo el mundo se acerca de buenas maneras. “Me acuerdo de uno de los comentarios: 'si te veo por Pamplona te tiro de la silla de ruedas'. Al principio tenía miedo, pero tienes que reponerte y seguir. Mucha gente se esconde en el anonimato que te da estar detrás de la pantalla", dice.

Casi 160.000 suscriptores en su canal de YouTube

El éxito de su canal no fue inmediato. Tardó tres meses en tener 200 suscriptores. Pero cuando alcanzó los 5.000 propuso a sus seguidores que si doblaba el número se teñiría el pelo del color que ellos quisieran, sin llegar a imaginar que meses más tarde había más de 10.000 personas inscritas a su canal y tuvo que teñirse el pelo de rosa. “Si ya me miran poco por la calle, eso es lo que me faltaba”, ironiza. Moyorz asegura que el gran paso de 20.000 a 40.000 suscriptores se produjo por un vídeo titulado “Si yo puedo, tú puedes”, donde enseña al público cómo coge los mandos y cómo juega a pesar de su discapacidad.

El youtuber quiere hacer algo muy especial si llega a los 200.000 suscriptores: “Les preguntaré qué quieren y a ver con lo que me salen, porque son un poco cabrones”, ríe. El generador de contenidos admite que no es malo jugando a Fortnite, Counter Strike y FIFA. Además, ahora está empezando a jugar con el nuevo modo de League Of Legends (LOL).

Aritz Acevedo estudió en un centro de integración en Pamplona. Después fue al instituto y cuando terminó primero de la ESO (con 13 años) tuvo que dejar de asistir por dificultades en su enfermedad. Finalmente, retomó sus estudios y acabó la enseñanza secundaria. Moyorz aprendió a utilizar las nuevas tecnologías en un centro ocupacional de Navarra. “Enseñaban a los chavales a usar las redes sociales y redactar noticias pero me aburrí porque era bastante monótono y quería hacer otras cosas porque no disfrutaba del todo”, señala.

El youtuber se mudó a Dubái durante siete meses en 2018. Su padre encontró un trabajo nuevo y decidió acompañarle. “Me llevé mi ordenador y mi cámara y he seguido emitiendo desde allí”. Moyorz asegura que en Dubái está "lo más del mundo". “Lo más grande, lo más caro y lo más ostentoso, aunque también me llamaban la atención los contrastes: hay zonas de extrema pobreza”, recuerda.

Siempre apoyado por su familia

Ahora vive con su madre porque su padre sigue en Dubái. “Ella se queda conmigo un mes y medio, luego se va con mi padre otro tiempo. Cuando está fuera me quedo o con algún amigo o algún asistente personal que me ayuda”, señala.

Moyorz está muy orgulloso de su familia. Es hijo único y desde que creó el canal, sus padres le apoyaron porque se lo pasaba bien. “Disfrutar con lo que haces es lo más importante”, asegura. Quiere llegar a vivir de ello siempre y sabe que, ahora, en España no es fácil encontrar un buen trabajo “y más para una persona discapacitada”, afirma. Aunque cree que "todo el mundo tiene una discapacidad porque nadie es capaz de hacerlo todo”, añade.

Moyorz valora mucho que los Riders se hayan fijado en su trabajo y cree que es una oportunidad increíble para seguir aprendiendo y avanzando. “Voy a estar como creador de contenidos en su canal de YouTube y en Twitch”. Moyorz demuestra su energía y sus ganas de progresar en cada comentario: “Les he dicho que me apunten a todo porque me gustan todos los juegos. Yo lo que quiero es pasármelo bien”.

El nuevo fichaje de Movistar Riders no sabe dónde estará dentro de 10 años. “Vivo el momento y si tengo que ir a Nueva York, voy (acudirá el viernes 26 de julio a la final de la copa del mundo de Fortnite); si tengo que ir a Australia, pues a Australia, y si me tengo que quedar en mi casa, pues a casa. Lo importante es estar donde se es feliz y ahora mismo soy feliz”, concluye.

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