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Yahoo se escuda en Google para hacerse "indeseable" ante Microsoft

Ballmer explica en una carta cómo Yahoo amenazó con externalizar a Google las subastas de terminos publicitarios en caso de OPA hostil

No ha sido el dinero lo que ha hecho que Microsoft se eche atrás en la compra de Yahoo. Steve Ballmer, el presidente del gigante del software, no ha querido pasar su oferta mejorada a los accionistas de Yahoo por miedo a los planes del portal, que en las últimas semanas de conversaciones explicó al ejecutivo que pensaba crear una alianza con Google en caso de que insistiese con estrategia de absorción.

El nuevo acercamiento a Google restaba cualquier atractivo a Yahoo, según explica Ballmer en una carta pública dirigida a Jerry Yang, consejero delegado de Yahoo.

"Nuestras discusiones nos han llevado a concluir, que ustedes tomarían unas pasos que harían que Yahoo fuese indeseable como adquisión para Microsoft. Miramos con especial preocupación sus aparentes planes de responder a una OPA Hostil con un nuevo acuerdo que implica o llevaría a externalizar en Google las búsquedas para los términos de pago que hoy ofrece Yahoo", dice Ballmer, en referencia a las subastas de palabras por las que los anunciantes pagan para que sus anuncios se publiquen cuando se realizan búsquedas con esos términos.

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El primer ejecutivo de Microsoft da tres importante razones por las que este acuerdo hace que su compañía pierda cualquier interés por Yahoo.

En primer lugar considera que esta alianza mina la estrategia de Yahoo y su viabilidad en el largo plazo ya que anima a los anunciantes a utilizar el sistema publicitario de Google, en vez del sistema Panama de Yahoo, en el que lleva invertidos una gran cantidad de esfuerzo y dinero.

Ballmer cree que dejar en manos de Google las subastas de términos fragmenta el ecosistema publicitario pensado por Yahoo que cubría no sólo las webs si no también anuncios en móviles y otros dispositivos, y que era clave para el crecimiento futuro.

En segundo lugar, Ballmer considera que esta cesión iba a hacer imposible que Yahoo retuviese a los ingenieros y al talento necesario para desarrollar los nuevos sistemas de anuncios que ambas empresas necesitan. Además, Ballmer recuerda que un acuerdo de este estilo plantearía graves problemas legales e iba a dotar a Google de una peligrosa cuota de mercado en un negocio en el que ya opera con una amplia posición de liderazgo.

Ballmer cree que esta posición de dominio en el mercado publicitario en Internet se traduciría en una subida de precios de las palabras claves por las que pujan los anunciantes en ambas redes, tanto en la de Google como en la de Yahoo.

Carrera en solitario

Por último, Ballmer cree que este acuerdo no haría bien a Yahoo porque le cierra las puertas a la hora de crear otras alianzas en el negocio de las búsquedas.

Ballmer termina su misiva recordando a Jang que cree que su oferta realmente es la que aportaba mejor perspectivas para el futuro de Yahoo, y mayor valor para sus accionistas.

"Abandonando la posibilidad de alcanzar un acuerdo con nosotros, usted y sus accionistas han dejado un valor significativo encima de la mesa. Pero claramente, un acuerdo no es posible", se despide un Steve Ballmer, que promete seguir trabajando en solitario en Internet.

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