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El futuro de los profesores interinos tras la pandemia

El curso llega a su fin y toca prestar atención a lo que ocurrirá el próximo, sin duda menos azaroso tras la campaña de vacunación

Elisa Silió
Un alumno del instituto Pare Vitoria de Alcoy.
Un alumno del instituto Pare Vitoria de Alcoy.Joaquín de Haro

Buenos días: Con la campaña de vacunación a todo gas el curso que viene se prevé mucho más calmado tras y año y medio de pandemia sorteando todo tipo de problemas. ¿Y ahora qué? Con una crisis económica en ciernes —ahora apaciguada por los ertes— los gobiernos autonómicos no tienen visos de ir a mantener los ratios bajos de alumnos por clase. Esta medida, muy positiva para evitar los contagios, ha facilitado el contacto más personalizado, pero también se ha huido del trabajo en equipo que tantos beneficios reporta. De forma que una vez que la crisis sanitaria se dé por superada (o, al menos, que haya mejorado mucho), los Ejecutivos autonómicos prescindirán de la mayor parte de dichos docentes de refuerzo, que llegaron a ser cerca de 39.000 al inicio de este curso.

El tamaño de las plantillas

Durante el debate de las elecciones madrileñas apenas hubo alusiones a la educación, pero una falsedad respecto a las plantillas docentes no se nos escapó. Entre murmullos, la presidenta regional Isabel Díaz Ayuso negó que vayan a aumentarse los ratios, pero la plataforma en línea que manejan los directores (Raíces) ya lo prevé.

Nuestros compañeros de la edición valenciana han dedicado un reportaje a un caso concreto de consecuencias de la pandemia, el de su comunidad. “La gran lección es que solo con servicios públicos solventes se pueden hacer frente a emergencias”, señala el consejero de Educación valenciano, Vicent Marzà. Muchas de las medidas implantadas han llegado para quedarse, en especial las que afectan a la digitalización, como la entrada del servicio de videoconferencias, la mejora progresiva de la plataforma Aulas, la adquisición de 30.000 dispositivos portátiles con conexión o la tramitación telemática de la admisión de alumnado.

El curso que viene, 2021-2022, traerá otras novedades, como que los escolares conozcan los estragos de ETA cuando se cumplen 10 años de su desaparición. Estos contenidos se incluyen en el temario. La ministra Isabel Celaá subraya su necesidad porque “los jóvenes no conocen el pasado terrorista y para no repetirlo hay que conocerlo”. La ley Celaá, siempre en el candelero, ha sido también protagonista esta semana. El Tribunal Constitucional ha admitido a trámite los recursos presentados por el PP y por Vox contra la nueva ley de educación (Lomloe), conocida como Ley Celaá. Ambos implican una impugnación a los puntos fundamentales de la ley.

Terrorismo

Las agresiones de alumnos a profesores han ocupado también parte de la atención de este vertical de Educación. En el curso 2018-2019 ―el último completo presencial― se contabilizaron 39.675 agresiones físicas y verbales a los docentes de siete autonomías.

La opinión

En el apartado de opinión no han faltado las tribunas. Dos profesores de la Universidad de Murcia, Benito Echeverría Samanes y Pilar Martínez Clares, plantean que la ley de Formación Profesional que se está redactando en estos momentos requiere un modelo renovado, si pretende dar respuesta a las transformaciones de la Revolución 4.0. Mientras un profesor de Tenerife, Albano de Alonso Paz, reclama a los políticos que escuchen, confíen y crean en la educación como bastión del progreso.

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Sobre la firma

Elisa Silió
Es redactora especializada en educación desde 2013, y en los últimos tiempos se ha centrado en temas universitarios. Antes dedicó su tiempo a la información cultural en Babelia, con foco especial en la literatura infantil.

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