Protegiendo personas

No grites socorro,
busca tu móvil

Un jubilado tras sufrir una subida de azúcar, una treintañera que es acosada de noche en plena calle, un escalador accidentado en la montaña… La tecnología de seguimiento y aviso desde los teléfonos móviles es cada vez más común: tres de sus usuarios cuentan cómo consiguieron salvar situaciones complicadas gracias a ella

Si el verano es una época en la que se sale más y hasta más tarde, el de este año incorporará una variable poco habitual: socializaremos en grupos más reducidos y es probable que dediquemos nuestro tiempo libre a realizar actividades sin compañía o de noche, cuando más fácil es mantener la distancia física y las temperaturas lo permiten. Esto puede incrementar las posibilidades de riesgo como asaltos, pérdidas o accidentes. No en vano, algunos delitos, como los sexuales, se concentran en verano, como reconoce el Informe sobre delitos contra la libertad e indemnidad sexual en 2018 publicado por el Ministerio del Interior.

Por ello, el rastreo, seguimiento y aviso a través de los móviles se ha convertido en algo cada vez más común. Se trata de aplicaciones que, en caso de accidente o amenaza, permiten contactar con los servicios de emergencias pulsando un botón y compartir la localización. Con el tiempo se han sofisticado para que su uso resulte fácil y discreto: algunas se activan al pulsar la tecla del volumen o de apagado cierto número de veces o, incluso, al advertir un grito a través del micrófono, otras envían una alerta a los contactos del usuario cuando emprende el camino a casa y otra cuando llega. Las hay que también geolocalizan a los menores de edad para saber dónde están en cada momento.

Historias que se resuelven pulsando un botón

Francisco Gallego, 66 años

Cómo sentirse seguro… y salvar a un amigo de una subida de azúcar

Francisco Gallego, con su perro 'Gaspar' en un parque de Badalona.

Francisco Gallego sufrió un ataque al corazón poco antes de jubilarse. Ocurrió, por suerte, frente al hospital de Badalona (Barcelona) y pudo ser atendido al momento. Entonces decidió instalar un sistema de seguimiento que le permitiera, desde una aplicación en el móvil, contactar con los servicios de emergencias al instante. Optó por Guardián, de Securitas Direct, tanto por seguridad como porque ya conocía la compañía. "Nunca se sabe cuándo puede volver a ocurrir y dónde me puede pillar", asevera Gallego, que vive solo en un apartamento de Badalona.

Más de dos millones de personas de 65 años o más viven solas en España, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y, de ellas, casi medio millón supera los 85 años. Se trata de uno de los colectivos más expuestos, ya que en cualquier momento podría sufrir una emergencia médica.

La primera vez que Francisco Gallego, que pertenece a este colectivo, tuvo que usar la aplicación, no fue para que lo atendieran a él, sino a un amigo que sufrió una hiperglucemia. "Durante una reunión a principios de enero de este año, Antonio, que tiene 75 años, sufrió una subida de azúcar", recuerda. "Busqué el botón de ayuda en la pantalla de mi móvil, una operadora me atendió y me puso en contacto con los servicios de emergencia, que vinieron enseguida a socorrerle. Todo quedó en un susto", relata. Ahora ha decidido utilizar otra funcionalidad de Guardián, la de acompañamiento, cuando saca a pasear a Gaspar, su perro, por la noche. "Como está todo bastante oscuro y solitario, programo en la aplicación el tiempo que voy a tardar. Suelo poner más del previsto, porque a veces puedo entretenerme si me encuentro a algún conocido", explica. En la central de emergencias de la compañía reciben en todo momento la ubicación de Francisco y, si finaliza el tiempo programado y no ha confirmado que ha llegado bien, automáticamente activan el protocolo de emergencias.

Tras sufrir un ataque al corazón, Francisco decidió contratar un sistema de seguimiento que le permitiera, desde una aplicación en el móvil, contactar con los servicios de emergencias

Los sistemas de asistencia remota conectados a los servicios sanitarios son los predecesores de estas aplicaciones. “Esta tecnología ha salvado muchas vidas”, explica Juan Manuel Martínez, presidente de la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA). Estos servicios existen desde hace 30 años y, con el aumento de la esperanza de vida, son cada vez son más necesarios. Ahora pueden llevarse en el móvil o en un reloj inteligente. Incluyen geolocalización y otras prestaciones complementarias como un detector de caídas, un contador de pasos o un chat de voz para charlar con otros mayores con gustos afines, como si se tratara de una red social. Gracias a estos sistemas, los colectivos más vulnerables, como las personas mayores, viven con mayor comodidad y siguen sintiéndose independientes.

Morgana, 35 años

Se libró de un acosador con la ayuda de su móvil

Morgana, de espaldas para proteger su identidad.

En 2019 en España se produjeron 90 secuestros y 15.338 delitos contra la libertad y la indemnidad sexual, como se conoce a las agresiones sexuales, según el Ministerio de Interior. A principios de este, Morgana (nombre ficticio) ya vivió dos intentos de asalto seguidos, los dos en la calle, en dos puntos distintos de España, uno de noche y otro de día y ambos, en el mismo mes. “Por suerte, yo reaccioné rápido: la primera vez pude echar a correr y la segunda grité y conseguí ayuda”, comenta esta terapeuta de 35 años afincada en León.

Después de los incidentes, Morgana siempre volvía a casa acompañada. “Fue uno de mis amigos en uno de esos trayectos nocturnos quien me contó que podía usar una aplicación de las que llaman a los servicios de emergencia pulsando un botón. Me recomendó Guardián de Securitas Direct”, recuerda.

Desde que lo contrató ha recurrido a él en una ocasión. Una noche en la que caminaba sola para encontrarse con sus amigos, un joven le pidió un cigarrillo. “Empezó a seguirme y a intimidarme. Como insistía, pulsé el botón de S.O.S y le expliqué mi situación a la operadora. Me dijo que estaba contactando con la policía y que me mantuviera al teléfono”, detalla. Cuando llegó la ayuda, Morgana, tras explicar lo que ocurría, consiguió continuar su camino mientras los agentes retenían al sospechoso.

Durante la última década han salido al mercado aplicaciones orientadas a la seguridad en los trayectos nocturnos. Son sistemas que alertan a los contactos del usuario en caso de encontrarse en peligro. Unos pocos, además, están habilitados para contactar con los servicios de emergencias.

José Núñez, 47 años

Geolocalización para facilitar los rescates de montaña

José Núñez, en una de sus escapadas a la montaña en Madrid.

“En montañismo la tendencia es a hacer cosas cada vez más difíciles”, argumenta José Núñez, escalador y fotógrafo de alpinistas madrileño, con más de 20 años de experiencia que ha llegado a estar colgado a 5.000 metros de altura.

También ha sido testigo de cómo ha crecido el número de excursionistas. El deporte de montaña atrae cada vez a más españoles buscando ocio y aventura, pero entraña riesgos si no se toman medidas adecuadas. Al practicar senderismo, escalada, trekking o esquí es posible sufrir una caída, quedarse aislado por una tormenta o desorientarse en medio de la naturaleza. “El principal peligro es uno mismo; el 99% de los accidentes tiene una causa humana”, asegura Fernando Rivero, teniente del Servicio de Montaña de la Guardia Civil.

Entre 2010 y 2015, último año con datos disponibles, el número de españoles que afirmaba ir a la montaña semanalmente se multiplicó por tres. El montañismo, además, es el quinto deporte con más federados, según el Ministerio de Cultura y Deporte. Este aumento ha multiplicado el número de acciones de ayuda. El año pasado, los Grupos de Rescate e Intervención en Montaña de la Guardia Civil (GREIM) realizaron 981 en todo el país, siete más que el año anterior.

En sus comienzos, José Núñez sufrió un accidente. “Casi me mato, me quemé la mano y me hice un esguince”, recuerda. Con la ayuda de su acompañante pudo acercarse a la carretera para ser atendido por el servicio de emergencias. No existía mucha de la tecnología hoy disponible, como las aplicaciones. Recientemente, ha visto cómo uno de los escaladores que fotografiaba sufría una rotura de fibras en el gemelo, en la sierra madrileña. “Contactamos con los servicios de emergencias y nos socorrieron en menos de media hora”, explica el montañero. José y el escalador accidentado no utilizaron una aplicación para pedir ayuda, pero estos sistemas de acompañamiento son especialmente útiles en estas situaciones, especialmente si uno está solo. Al activarlos, además de avisar a los servicios de emergencias, ponen en contacto al usuario con un especialista en seguridad que le indica qué hacer mientras llega el auxilio.

EL GRAIM recomienda no realizar actividades a solas, pero, si se hacen, es importante informar de los planes a personas del entorno de cada uno. En caso de accidente, además de al 112, se puede llamar al 062, el particular de rescate en montaña.

Un sistema para proteger y acompañar

En 2019 la compañía de seguridad Securitas Direct lanzó Guardián, un software para ofrecer asistencia inmediata en cualquier situación de riesgo dentro del territorio nacional de dos maneras:

1) La función SOS pone en contacto al afectado con la central de emergencias de Securitas Direct al pulsar un botón de la aplicación. En ella, uno de sus especialistas avisa a los servicios pertinentes y se mantiene al teléfono hasta que el audio llegue, ya que un equipo de profesionales trabaja exclusivamente en esta central para responder a los usuarios que solicitan ayuda.

2) La función Acompáñame monitoriza el recorrido del usuario. Este introduce en la aplicación el tiempo estimado en realizar el trayecto. Si una vez pasado ese periodo no confirma su llegada, Guardián activa el protocolo de emergencia. Envía una alerta a la central de emergencias con la ruta realizada y se informa a los servicios de emergencia y a los familiares. Esta función es útil en cualquier situación en la que una persona se sienta insegura o se exponga a un riesgo probable, como cuando se realiza una ruta de montaña o cuando regresa a casa de noche por una zona poco transitada.