Vicente Gramuntell
49 años / Director de operaciones domiciliarias de Naturgy
Vicente Gramuntell cree que lo más importante en su profesión es tener un plan. Quizá por disponer de uno, el director de operaciones de la compañía energética Naturgy no perdió la calma cuando la inminente llegada del coronavirus le planteó un reto mayúsculo: posibilitar en apenas unos días el teletrabajo a más de un centenar de empleados en un call center y preparar a más de 1.000 técnicos para que pudieran seguir haciendo inspecciones y reparaciones a domicilio ante un posible confinamiento. “Puede o no cumplirse, saldrá al 50% o al 90%, pero tener una previsión es imprescindible para salir adelante y mantener la calma”, explica este profesional de 49 años.
Gramuntell recuerda la tormenta de los primeros días de marzo. Ante la tensión y los nervios por los primeros casos de la covid-19 la compañía reunió información, se fijó en la situación de otros países que ya estaban paralizados por la emergencia sanitaria y diseñó un plan de actuación con dos pilares: extender un protocolo de seguridad entre los empleados y acelerar lo máximo posible la posibilidad de que retoman su actividad desde casa.
“Al estar la gente en casa todo el día, y tener más tiempo para hablar, se han podido resolver más problemas por vía telefónica que lo habitual”
La primera gran prueba llegó el pasado 13 de marzo. Ese día, 24 horas antes de que el Gobierno declarara el estado de alarma, un cliente de una vivienda unifamiliar de Madrid con síntomas de coronavirus reclamó que alguien acudiera a reparar su caldera. Estaba solo y hacía frío. “Salió todo perfecto. El técnico iba bien equipado con mascarilla y tenía todas las instrucciones para evitar un posible contagio: respetar la distancia de seguridad, ventilar las estancias, limpieza de las superficies, lavarse las manos con gel hidroalcohólico…”, explica Gramuntell.
Desde esa jornada, los profesionales de Naturgy han realizado cerca de 22.000 reparaciones en hogares de toda España. La empresa tiene cerca de tres millones de contratos de servicios de gas, electricidad y arreglo de electrodomésticos. En paralelo, la compañía energética, que durante la crisis ha abierto sus servicios a personas que no son clientes de la misma, atiende de media más de 3.000 llamadas al día. Lo hacen empleados desde su casa desde el 19 de marzo, fecha en la que todos disponían con un portátil desde el que pueden acceder con total seguridad al sistema que almacena el historial de los clientes. “Hemos notado que al estar la gente en casa todo el día, y tener más tiempo para hablar, se han podido resolver más problemas por vía telefónica que lo habitual”, expone Gramuntell.
Con la vista puesta en el horizonte, y quizá con lo peor de la crisis sanitaria ya superado, el director de operaciones mantiene en su voz esa claridad y ese sosiego que requieren sus funciones. En unas circunstancias nunca vistas, Gramuntell solo deja escapar una nota de emoción cuando habla de los empleados que coordina. Especialmente para todos los compañeros de la firma que salen a la calle y mantienen el servicio. “No nos hemos encontrado con ningún problema ni impedimento para realizar las reparaciones. A nosotros nos gusta llamarlos héroes a nuestros técnicos”.
La compañía energética Naturgy anunció en marzo que aplazaría las facturas de luz y gas de pymes y autónomos con el objetivo de que empresarios y emprendedores puedan hacer frente a la covid-19. La medida también se ha hecho extensible a los más de 3 millones de hogares a los que la compañía presta servicio a través de su comercializadora liberalizada.
Más de 115.000 clientes domésticos, pymes o autónomos, se han acogido ya a esta ayuda que pone a su disposición el grupo. Asimismo, Naturgy ha puesto en marcha un sistema de atención médica por videollamada a disposición de sus clientes de forma gratuita para realizar consultas de salud sin necesidad de salir de casa.