Maneras de dar la cara cuando no es posible el cara a cara

La plataforma de compraventa ha lanzando una acción solidaria en la que se puede contactar con hospitales y centros de mayores para donar material o dinero

Aunque la actividad de compraventa en Wallapop está casi suspendida, la plataforma sigue registrando actividad. Muchos usuarios suben objetos para vender cuando acabe el confinamiento y otros aprovechan para hacer las siempre postergadas limpiezas de casa y ofrecer sus hallazgos. Pero para sus responsables esta no es la situación ideal: “Queríamos hacer algo y no sabíamos cómo. Así que nos volcamos en ello”, afirma Jessica Amador, responsable en Wallapop de definir el flujo de comunicaciones que le llega al usuario.

Wallapop ha logrado encontrar la manera de ser útil en plena crisis sanitaria. “Lo que nosotros hacemos es, básicamente, que la gente pueda verse en la calle para intercambiar cosas. Y si no, hacer un envío a través de Correos. "Pero ahora esto no es posible: el panorama es que no se puede hacer ningún tipo de transacción”, explica Amador, de 34 años y CRM Manager de la compañía. Preguntada por la labor que hay tras esas siglas, Amador desentraña el misterio: “Trabajo elaborando la comunicación que recibe el usuario según su comportamiento. Tanto en móvil como en mail”. Si una persona de Barcelona abre un chat con uno de Sevilla, seguramente al primero le llegue un mensaje para que haga el envío a través de Wallapop.

“Hemos cedido espacios publicitarios a los Ayuntamientos de Madrid y Barcelona para que publiquen la información sobre el virus”

Tocaba pues pensar cómo aprovechar el potencial de la plataforma para colaborar como fuera en tiempos de pandemia. El equipo de Wallapop al completo se puso manos a la obra. De este esfuerzo salió una ingeniosa solución que explica Amador: “Wallapop conecta a aquellas personas que quieran ayudar a los hospitales y centros de mayores mediante donaciones económicas y de material, garantizando en entorno fiable. Y lo hace a través de tarjetas de producto vinculadas con la entidad que necesita la donación”.

El sistema es simple y está integrado de forma natural en la propia plataforma. “Cualquier usuario que entre en la app lo puede ver”, detalla Amador. Hasta el momento, en esta iniciativa participan, entre otros, el Hospital Universitario Vall d'Hebron y el Hospital Clínic, ambos de Barcelona.

“Todo el mundo quería hacer algo y al final hemos logrado dar visibilidad a la gente que más lo necesita”

Pero no fue el único camino que encontraron ¿De qué otra forma podrían ayudar? La plantilla de Wallapop, de nuevo, dio con otra clave sencilla. “Cediendo nuestros espacios publicitarios”, explica Amador. “Los hemos habilitado para que los Ayuntamientos de Madrid y Barcelona publiquen la información sobre el virus: a quién llamar, cómo proceder, cómo afrontar el confinamiento…”. En este caso, el usuario verá estos anuncios intercalados entre los artículos mientras navegue por la aplicación, que tiene en cuenta la geolocalización de cada uno para ofrecer información de carácter local.

“Todo el mundo sentía que quería hacer algo y al final la cosa salió por aquí: dar visibilidad a la gente que más lo necesita ahora, que son principalmente los espacios sanitarios”, termina Amador. “Como experiencia, el confinamiento está siendo curioso, nunca habíamos trabajado así y te obliga a repensar las cosas. Y enriquecedor: al final echas de menos a la gente con la que trabajas ocho horas al día”.