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Sevilla también se queda sin procesiones de Semana Santa por segundo año consecutivo

El impacto económico para la ciudad, que ya ha cancelado la Feria de Abril, se cifra en 400 millones de euros

Los palcos para la Semana Santa instalados en la plaza del Ayuntamiento de Sevilla este año.
Los palcos para la Semana Santa instalados en la plaza del Ayuntamiento de Sevilla este año.Paco Puentes
Eva Saiz

El arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, ha ordenado la suspensión de las procesiones de Semana Santa para el año que viene. Era una medida que ya habían apuntado en días anteriores tanto el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, como el alcalde de la ciudad, Juan Espadas, que también anunció el 17 de diciembre que cancelaba la Feria de Abril. La capital andaluza se quedará por segundo año sin acoger los pasos en sus calles por culpa del coronavirus, una circunstancia que implica unas pérdidas de unos 400 millones, el 1,3% de su PIB.

“Las previsiones anunciadas para la distribución de las vacunas, siguen a juicio de las distintas autoridades civiles y sanitarias consultadas, la concentración de grandes grupos de personas”, indica el arzobispo en su decreto de suspensión. “Teniendo en cuenta la complejidad organizativa de las manifestaciones externas de la religiosidad popular que tiene lugar en los días de la Semana Mayor, así como en la Cuaresma, nos vemos obligados a tomar medidas extraordinarias que colaboren a la atenuación de la expansión de la pandemia del Covid”, abunda el texto.

Entre el 28 de marzo y el 4 de abril, las fechas en las que cae la Semana Santa en 2021, no se prevé que esté vacunado el 30% de la población sevillana, según las estimaciones de la Consejería de Salud. Un porcentaje que desaconseja la celebración de actos multitudinarios como los que acompañan el tránsito de las imágenes por la capital andaluza. Los cultos internos sí se mantienen a expensas de las medidas de seguridad y aforo que la Administración establezca para esas fechas, una circunstancia que da esperanza a las hermandades para poder colocar los pasos dentro de sus iglesias.

“Nosotros vamos a seguir trabajando como si hubiera Semana Santa, aunque no podamos sacar los pasos a la calle, pero al menos que los hermanos puedan disfrutar de sus imágenes el Domingo de Ramos”, indica Manuel González, hermano mayor de la Hermandad de La Estrella, una cofradía con un gran peso histórico, puesto que fue la única que decidió salir en 1932, desafiando las advertencias de la jerarquía de la Iglesia católica que sostuvo que, al estar vigente la República, las imágenes serían atacadas. “A valientes no nos gana nadie y hay que seguir adelante y si suspender las procesiones implica una muerte menos, habrá merecido la pena”, afirma.

Sacar un paso a la calle cuesta unos 30.000 euros, una cantidad a la que hay que sumar la compra de cera, de flores, el alquiler de la banda de música que acompaña a las cofradías o la seguridad. La pandemia ha supuesto la ruina para muchos de los sectores vinculados a la Semana Santa, pero la posibilidad de que las imágenes puedan prepararse dentro de las sedes de las hermandades da cierto aliento a los empresarios, como Antonio López, responsable de la Cerería El Salvador, un negocio familiar abierto en 1845 y que a finales de marzo de este año cerró temporalmente por el coronavirus. “Retomamos la actividad en mayo aunque la plantilla está en ERTE trabajando a media jornada”, explica. La cera que se había preparado para los encargos aparcados en 2020 puede reutilizarse y López está a la espera de lo que decida el Consejo de Hermandades, que se reúne esta semana con la Junta de Andalucía, para ver si se autoriza que los pasos puedan estar en las iglesias. Su cerería da servicio a 500 hermandades en toda España.

La suspensión de las procesiones, además del impacto emocional para los cofrades, supone un revés económico para las hermandades que reciben buena parte de sus ingresos de las sillas y palcos que se instalan en el centro de la ciudad para ver las procesiones y de las papeletas de sitio que abonan los hermanos para salir en ellas. “Cada hermandad tendrá que adoptar las medidas necesarias para paliar esa escasez”, apunta José Antonio Fernández, hermano mayor de La Macarena, una de las que más cofrades aglutina en Sevilla.

Además del impacto en el gremio cofrade, el sector de la hostelería y hotelero, muy tocado por los efectos de la pandemia, canaliza la mayor parte de sus ingresos en Semana Santa. El 80% de los del sector servicios de la ciudad se producen en primavera. En esta época del año los hoteles suelen estar casi al 90% de su capacidad. Ante la situación dramática que se les presenta ante la suspensión de las Fiestas de Primavera, la Asociación de Hoteles de Sevilla y Provincia ha reclamado un plan de rescate en el que se reclama que se recupere la movilidad, además de rebajas fiscales. El covid vuelve a dejar por segundo año consecutivo a Sevilla sin dos de sus mayores atractivos turísticos. Los bares han dado por perdidas la mitad de sus ganacias previstas para el 2021 tras conocerse la suspensión. La cancelación de la Semana Santa y la Feria implica un agujero económico del 4,5% de su PIB.

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Sobre la firma

Eva Saiz
Redactora jefa en Andalucía. Ha desarrollado su carrera profesional en el diario como responsable de la edición impresa y de contenidos y producción digital. Formó parte de la corresponsalía en Washington y ha estado en las secciones de España y Deportes. Licenciada en Derecho por Universidad Pontificia Comillas ICAI- ICADE y Máster de EL PAÍS.

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