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Biden se ofrece para auspiciar una cumbre sobre el clima a mediados de 2021

Trump abandonó el acuerdo en 2019 de París y la nueva Administración de Estados Unidos promete ahora volver al pacto y contactar con 100 países

Yolanda Monge
Joe Biden y John Kerry, que será el encargado de temas climáticos durante su mandato, en Delaware el pasado 24 de noviembre.
Joe Biden y John Kerry, que será el encargado de temas climáticos durante su mandato, en Delaware el pasado 24 de noviembre.JOSHUA ROBERTS (Reuters)

Existe un gran ausente en la Cumbre Global del Clima cuando se cumplen cinco años del Acuerdo de París, celebrado este fin de semana en una cumbre virtual en la que estan presentes 70 jefes de Estado y de Gobierno: Estados Unidos. Cumpliendo una de sus promesas de campaña, el presidente Donald Trump abandonó el pacto tan solo seis meses después de llegar a la Casa Blanca en 2017. Pero su sucesor en el cargo, Joe Biden, aprovechó este sábado un mensaje en recuerdo de la firma de un pacto para proponerse para organizar una cumbre extraordinaria sobre el clima, con la participación de las principales potencias del planeta, en algún momento de sus primeros 100 días como presidente.

El 20 de enero de 2021 Trump abandonará la presidencia y el equipo del presidente electo, Biden, ya ha comenzado a moverse para ser una parte importante del engranaje del Acuerdo de París. “Contactaré con las 100 naciones —más de 100, pero al menos las 100 que más contaminen— para que redoblemos nuestros esfuerzos para rebajar las emisiones contaminantes”, ha afirmado el presidente electo, quien en noviembre ya había anunciado que su país volvería al acuerdo mundial.

Biden ya tiene a quien será su hombre para el clima, uno de los mayores desafíos que enfrenta el planeta. John Kerry, antiguo secretario de Estado, se ha impuesto como misión restaurar lo que hasta la llegada de Trump al poder eran posiciones consecuentes de un país del peso de EE UU. La misión a la que Kerry se enfrenta incluso tiene un toque sentimental. En el año 2015, Kerry firmaba un acuerdo global sobre el clima con su nieta pequeña sentada sobre sus rodillas, en un gesto que señalaba la importancia y urgencia del pacto para las futuras generaciones.

Si Trump sacó a EE UU del Acuerdo de París, el presidente electo, Biden, tiene claro que el cometido de Kerry es devolver a EE UU a la senda de normalidad firmada en París hace cinco años. En los últimos días, el antiguo senador y diplomático ―además de aspirante en 2004 a la Casa Blanca―, Kerry, ha concedido un par de entrevistas desde que aceptó el puesto de enviado para el Clima, una de ellas a la cadena pública de radio NPR.

Para Kerry, la reincorporación al Acuerdo de París es el primer paso. El veterano de la guerra de Vietnam, de 76 años, espera dedicar la mayor parte de 2021 trabajando para estar listo para la cumbre de noviembre del año que viene que se desarrollará en Glasgow (Reino Unido), conocida como COP26. Kerry tiene claro que debe de afrontar su misión con “humildad” después de que EE UU abandonara abruptamente París. “Para Washington es fácil volver a unirse al acuerdo, pero no va a ser tan sencillo recobrar la credibilidad”, aseguró Kerry en NPR. En realidad, su mayor reto será convencer al resto de los Gobiernos y jefes de Estado que, en esta ocasión, estará a la altura de su palabra, del contrato firmado.

Kerry ha argumentado a su favor que los mercados están totalmente del lado de las energías limpias. “La gente que de verdad sabe hacer negocios entiende que hay dinero en la transición a las energías renovables”. Es ahora o nunca.

¿Por qué EE UU no podría dar un segundo portazo?

No se puede obviar el temor y recelo del resto de los países. Si EE UU se marchó una vez, ¿por qué no una segunda? ¿Por qué no volver a ausentarse, alejarse en el próximo cambio de Administración? Para Kerry es justo que el temor exista, pero en su opinión, la etapa de Trump ha sido “una aberración”. “Está claro que el mercado, las empresas, el dinero, ya se mueve globalmente en otra dirección”.

Por poner un ejemplo: el importante Fondo de Pensiones del Estado de Nueva York, uno de los más influyentes y mayores inversores, anunciaba esta semana que se deshará de sus acciones relacionadas con combustibles fósiles en los próximos cinco años y venderá sus participaciones en empresas que contribuyan al calentamiento global para 2040. La cifra de millones que maneja este importante fondo es superior a los 226.000 millones de dólares.

Por difícil que parezca, el Acuerdo de París sobrevivió a la Administración de Trump y su negación del cambio climático. Cuando el presidente republicano anunció su salida lo hizo con una frase muy corta de miras. “He sido elegido para representar a los ciudadanos de Pittsburgh, no de París”, declaró el mandatario en 2017. Curiosamente, la persona que gobernaba en Pittsburgh (Pennsylvania), el alcalde Bill Peduto, contraatacaba en Twitter entonces con la promesa de seguir las líneas establecidas en París, lo que fue un catalizador y una extraordinaria movilización de apoyo hacia el tratado por parte de Estados, ciudades, negocios y grupos de activistas.

Cuando no llevaba ni seis meses en la Casa Blanca, Trump hizo el anuncio de manera oficial y el 5 noviembre de 2019, lo formalizó. Era el primer día que le estaba permitido según las normas del acuerdo de la ONU. La salida fue solo una de las medidas que adoptó el presidente estadounidense contra los esfuerzos para atajar la mayor amenaza que enfrenta la humanidad. Trump también dio marcha atrás en decenas de órdenes y programas medioambientales impulsados por su antecesor, Barack Obama, desde la eliminación a las protecciones de las perforaciones offshore hasta la supresión de los controles de emisiones de metano en pozos de petróleo y gas, entre otros.

La salida de EE UU del Acuerdo de París fue un golpe duro. Pero la Casa Blanca que tomará el poder en aproximadamente seis semanas ya está trabajando en reparar el daño hecho.


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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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