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Italia impone el confinamiento domiciliario en las regiones más afectadas por el virus

El Gobierno ha establecido tres niveles de restricciones que incluyen medidas parecidas a las de marzo y abril para Lombardía, Piamonte, Valle d’Aosta y Calabria

Daniel Verdú
Varios sanitarios trabajan en la UCI de un hospital en Bérgamo, el pasado martes.
Varios sanitarios trabajan en la UCI de un hospital en Bérgamo, el pasado martes.Filippo Venezia (EFE)

El mapa de Italia se dividirá a partir del viernes en tres colores, como si fuera una suerte de semáforo que regulará la gravedad de la situación. El rojo, el naranja y el amarillo (el verde se ha evitado para no dar señales de optimismo) marcarán el impacto de la pandemia y las restricciones que cada área deberá seguir. Además, se fijará un toque de queda desde las diez de la noche a las cinco de la mañana y toda la educación a partir de los 14 años deberá hacerse a distancia. El Gobierno, esta vez, ha querido modular las restricciones en función de la gravedad de cada zona del país para tratar de preservar al máximo la economía. La peor parte se la llevarán las regiones donde la situación está fuera de control (mayoritariamente en el norte). Y el nivel de restricciones en esas áreas se acercará al que vivieron en marzo y abril, según el decreto que el primer ministro, Giuseppe Conte, firmó de madrugada. Cada 15 días el Ministerio de Sanidad revisará la clasificación.

Las zonas rojas, donde estarán Lombardía, Piamonte, Calabria y Valle D’Aosta vivirán una situación muy parecida a un confinamiento. No se podrá salir de casa si no es por motivos justificados de trabajo o salud, breves paseos o practicar deporte de forma individual. Permanecerá abierta solo la industria y la escuela hasta primaria, el resto de alumnos seguirán desde casa las clases. No estarán permitidos los desplazamientos no justificados -para salir de casa se tendrá que hacer con autocertificaciones- ni tampoco salir del propio municipio. Además, estarán cerrados, como mínimo los próximos 15 días, todos los comercios.

La excepción esta vez serán las peluquerías y los centros estéticos, que podrán seguir prestando servicio. Tal y como sucedió en marzo y abril, se mantendrán abiertos los supermercados, las farmacias y otros servicios esenciales. Además, no se permitirá salir del propio municipio. Unas medidas que han enfurecido a los gobernadores de las regiones afectadas, con quienes el Ejecutivo ha tenido que negociar con altas dosis de tensión durante todo el miércoles.

En las zonas naranja, según la clasificación que establecerá el Ministerio de Sanidad basándose en 21 parámetros (desde la ocupación de las UCI, a los índices de contagios de los últimos días), se incluirá en esta primera selección a las regiones de Apulia y Sicilia. Ahí se podrá salir del propio municipio solo con una justificación, pero no del área que delimita la región. Los restaurantes y bares estarán también cerrados durante todo el día. Pero se salvarán de la clausura el resto de comercios. Los alumnos de educación primaria seguirán yendo al colegio, mientras que a partir de secundaria también deberán quedarse en casa y acogerse a las clases a distancia.

Las zonas amarillas, donde estarán de momento el resto de regiones, tendrán solo las limitaciones que se impondrán a escala nacional. Museos y exposiciones seguirán cerrados, tal y como ya sucede con los teatros y los cines. También lo estarán los centros comerciales durante los fines de semana y la capacidad del transporte público se reducirá a la mitad. El deporte, después de haber cerrado los gimnasios y prohibido las competiciones de aficionados, solo se permitirá de forma individual en el exterior y con mascarilla.

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona en 1980. Aprendió el oficio en la sección de Local de Madrid de El País. Pasó por las áreas de Cultura y Reportajes, desde donde fue también enviado a diversos atentados islamistas en Francia o a Fukushima. Hoy es corresponsal en Roma y el Vaticano. Cada lunes firma una columna sobre los ritos del 'calcio'.

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