El cuadrilátero playero contra el virus estrena la temporada estival de Gandia

Las playas valencianas se han empezado a desconfinarse hoy con el freno de mano puesto. Muchas aún no se han lanzado a la nueva vida de la fase 2, a la espera de tenerlo todo más cerrado, como las de Benidorm o Canet de Berenguer, pero la mayoría se abrieron al baño. No obstante, es un lunes laborable, 1 de junio, y no hay apenas bañistas, un día propicio para dar a conocer las nuevas normas y medidas de la temporada estival del coronavirus. En Gandia se ha probado el cuadrilátero integrado por una cinta y estacas que formarán parte del kit de playa que entregará el Ayuntamiento al principio gratuitamente y después a tres euros. Forma una pequeña parcela que delimita el espacio y su tamaño varía en función de su uso individual (dos metros de lado) o familiar (cuatro metros). En uno de estos últimos se metieron dos familias con cuatro niños que conviven en cuanto se extendieron las cintas sobre la arena. “Ahora los niños lo respetan por la novedad, pero ya veremos cuánto aguantan sin salir”, apuntaba Sonia, una de las madres. “Tenemos que adaptarnos porque no hay más remedio, pero no dejamos de echar de menos la vida de antes”, señalaba Mari Carmen, con uno de sus hijos en brazos, dentro del cuadrilátero.

“La idea es que el kit playero sea voluntario y estará disponibles en los próximos días. Nuestras playas de arenas tienen hasta 200 metros de anchura y hay mucho espacio para todos, pero es una forma de concienciar”, explicaba el concejal de Playas, Vicent Mascarell.

Un día sin apenas afluencia en las playas y que, sin embargo, se ha cobrado ya una persona ahogada. Una mujer 35 años ha fallecido mientras se bañaba en la playa de la localidad alicantina de El Campello, según informa el Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) de la Generalitat.

Como Gandia, las playas de Valencia también cuentan con vigilancia a través de drones, informantes y pasarelas de ida y vuelta. Un grupo estudiantes de Bachiller llega a la Malvarrosa exhibiendo buen rollo detrás de las mascarillas. Han venido en busca de sol y baño en metro y tranvía desde Ribarroja, a 24 kilómetros de la capital. La Comunidad Valenciana estrena hoy la Fase 2 del plan de desescalada y abre al baño cientos de kilómetros de costa. “Estaba harte de estar todos los días sentada en una silla, con los cascos, atendiendo una clase online. Llega un momento en que aunque quieras atender, tu cuerpo te dice que no”, se sincera Sara, de 17 años, que llega entre bromas y risas a la playa con seis amigos más. Llevan fiambreras para comer y piensan bañarse “si el agua no está muy fría”, afirman. Víctor, de la misma edad, refrenda la sensación de cansancio a la que aludía su amiga Sara: “Llevamos dos meses en casa y había ganas de salir, de ir a la playa. Hacía un año que no la pisábamos”, apostilla tras sus gafas de sol y un tono de piel pálido, pálido.

El grupo de estudiantes se dirige a la pasarela de entrada y una voluntaria de Cruz Roja les para para informarles de que tienen que ir calzados por la plataforma, guardar dos metros de distancia entre toallas y está prohibido jugar en la arena con palas o pelotas. Carol González, sanitaria de la ONG, se encarga de sensibilizar a las personas de lo que está permitido o prohibido. “La gente se olvida de que en las pasaleras deben dejarse las chanclas, no pueden ir descalzos. Se pueden contaminar si no lo hacen”, advierte. La mascarilla no es necesaria si se guarda una distancia de dos metros. “La gente viene superemocionada, aunque sea solo a caminar, tiene muchas ganas de playa”, añade Carol.

De mañana han venido pocas personas, la mayoría mayores y solas y se han visto pocas familias. Lo fuerte se espera para el próximo fin de semana. En la arena, los bañistas miden los dos metros con pasos, pero realmente no es necesario porque la playa es enorme. Los restos de comida, la ropa y otros utensilios de playa deben estar siempre dentro de los cuatro metros cuadrados de perímetro; y entre sombrillas debe respetarse una distancia de seis metros. No pueden entrar animales ni usarse los parques infantiles ni practicar juegos de pelota.

“Nos encanta la playa, venimos desde que se puede pasear, de ocho a 10 de la mañana. Hoy es el primer día que nos dejan bañarnos y queríamos venir temprano pero está nublado y hemos esperado a que espabilase el día”, comenta Maribel, de 48 años, administrativa en una empresa de serigrafía. Está afectada por un expediente temporal de empleo y espera que la semana que viene la llamen para incorporarse. “Estoy todavía en casa y voy a aprovechar porque no sé ni si voy a tener vacaciones este verano”, admite. Por prudencia, asegura, que intentará controlarse “porque llevo dos meses y medio sin trabajar y es horrible; esa incertidumbre, además del riesgo de salud...”.

El concejal de Playas de Valencia, Giuseppe Grezzi, se ha acercado hasta una de las postas playeras para ver cómo está funcionando el dispositivo. “No hay control de aforo porque las playas son enormes y no creemos que se vayan a llenar ahora mismo”, apunta el edil. El Ayuntamiento ha contratado a 25 personas que, de lunes a domingo, informarán al público de las normas higiénicas. Estarán hasta final de junio y si es preciso se ampliará la contratación más tiempo. Grezzi ha pedido prudencia a los valencianos para evitar aglomeraciones y tener que dar un paso atrás.

“Queremos trasladar desde Valencia un mensaje en positivo porque pensamos que todo funcionará correctamente, también con el trabajo de otros servicios municipales como el de limpieza, el de desinfección de duchas y de los lavapiés o la vigilancia y el control de seguridad a cargo de la Policía Local”, ha añadido Grezzi. Los horarios del servicio de vigilancia y socorrismo, que llevarán a cabo unos 80 efectivos oscilan desde las 10 a las 21 horas en las playas urbanas y de 11 a 19 horas al sur del núcleo urbano.

Vuelven los centros comerciales

La Comunidad Valenciana ha entrado este lunes en la fase 2 del plan de desescalada, lo que implica no sólo poder tomar el sol y bañarse en la playa, sino ir de compras a los centros comerciales recién reabiertos. La valenciana es la segunda autonomía, por detrás de Andalucía, con más tiendas abiertas en los grandes centros comerciales. La jornada ha arrancado con el “ritmo de afluencia habitual para un lunes de junio”, ha asegurado un portavoz de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged).

En el centro comercial Bonaire, en Aldaia (Valencia), han abierto las puertas bastantes tiendas. Otras, con la persiana medio abierta, se preparan para abrir al público en los próximos días. Este lunes, al ser el primer día, no hay apreturas. Hay ordenadas colas de clientes a las puertas de algunas tiendas de ropa y de calzado. Sabrina, de 39 años, ha aprovechado que hoy es su día libre para acudir a comprar después de más de dos meses con los centros cerrados. “Tengo un niño pequeño, ha dado estirón y no tenía ropa”, comenta. Los conocidos grandes almacenes a los que iba se los ha encontrado cerrados, pero ha cargado en otros establecimientos.

A cada paso hay carteles indicando las distancias y guardias de seguridad que velan por que se guarden colas ordenadas. Y aunque es un día tranquilo, algunos jóvenes compradores no contienen las ganas y jalean a la entrada la apertura del complejo con una ¡Bonaire, oé, oé, oé!

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