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Argentina recuerda con un pañuelazo desde casa a las víctimas de la dictadura argentina

El coronavirus obliga a suspender la marcha conmemorativa del 44 aniversario del último golpe de Estado

Un pañuelo blanco con el lema "Nunca Más" cuelga en un balcón de Buenos Aires este 24 de marzo, a 44 años del último golpe de Estado en Argentina
Un pañuelo blanco con el lema "Nunca Más" cuelga en un balcón de Buenos Aires este 24 de marzo, a 44 años del último golpe de Estado en ArgentinaNatacha Pisarenko (AP)

Argentina no saldrá a la calle este 24 de marzo para rendir homenaje a las víctimas de la última dictadura. La cuarentena obligatoria por el coronavirus impide la movilización encabezada por las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo en el 44 aniversario del último golpe de Estado. Pero los pañuelos blancos de estas luchadoras se han multiplicado en miles de balcones de todo el país. De tela, de papel, sin mensaje o pintados con consignas como “Nunca Más”, “Son 30.000”, “Memoria, Verdad y Justicia”, todos expresan la voluntad de no olvidar la atroz dictadura que dirigió el país entre 1976 y 1983.

“Hemos sentido la obligación ciudadana de cumplir con las normas establecidas por el gobierno nacional y suspendimos la realización de la histórica marcha y el acto en la Plaza de Mayo. Sin embargo, nos manifestaremos junto a nuestro pueblo enarbolando bien alto los pañuelos blancos”, señalaron los organismos de derechos humanos argentinos al anunciar la convocatoria. En vez de comparecer en un escenario frente a la sede del Gobierno argentino, esta tarde se retransmitió por televisión y por internet la lectura de un documento consensuado.

“Que no podamos estar en la Plaza de Mayo es por una emergencia de vida y la vida está primero que una marcha. Si te cuesta la vida, si cuesta la vida de nuestros hermanos, sencillamente no es prioridad. Lo que nunca nos deja de importar, lo que siempre nos ocupa y lo que no perdemos de vista es el recuerdo, el ejercicio de la memoria por nuestros desaparecidos y desaparecidas”, declaró la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, al diario Página/12. En la lectura de esta tarde, De Carlotto subrayó que “la lucha puede más que las aberraciones, perversiones, torturas, flagelos y asesinatos que generó la peor de las dictaduras que ha sufrido el país” e instó al pueblo argentino a “no rendirse ante el miedo, a no olvidar, a seguir la búsqueda de la verdad, de la justicia y a luchar por la memoria”.

Las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo que desafiaron al régimen militar hace más de cuatro décadas para exigir la aparición con vida de sus hijos y nietos secuestrados tienen hoy más de 80 años. Por su avanzada edad forman parte del mayor grupo de riesgo del covid-19 y no se mueven de sus casas. Una de ellas es Taty Almeida, integrante de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora. “Estamos respetando la decisión del presidente porque si yo me cuido, cuido al otro. Me parece mentira que no estemos marchando ni acá ni en las plazas del interior, pero lo estamos haciendo virtualmente”, cuenta Almeida por teléfono. “El pañuelo representa a nuestros hijos, a los 30.000, así que es maravilloso lo que está pasando con el pañuelazo, nos están mandando fotos de todos lados”, dice con orgullo.

Las redes sociales también se han sumado a esta movilización inédita en el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, que desde 2006 es festivo. Bajo la etiqueta #NuncaMas, miles de internautas han compartido fotografías de pañuelos, reflexiones, homenajes y recuerdos sobre la dictadura. “Tenemos que seguir trabajando por la memoria de los 30.000 desaparecidos”, señaló en un vídeo el Premio Nobel de la Paz argentino Adolfo Pérez Esquivel. “El aislamiento preventivo y obligatorio nos impide marchar hoy para cuidarnos. Pero no nos impide recordar. Este 24 de marzo, desde nuestras casas, igual levantamos los pañuelos por la memoria, la verdad y la justicia. Nunca más”, escribió en Twitter Alberto Fernández. El presidente argentino acompañó sus palabras de un vídeo en el que intelectuales, artistas y referentes de los derechos humanos recuerdan un nuevo aniversario del golpe militar.

Argentina es el país latinoamericano que más ha hecho por juzgar el terrorismo de Estado. A finales de 1985, un tribunal civil condenó a penas de hasta cadena perpetua a los jerarcas Jorge Rafael Videla, Emilio Massera, Leopoldo Galtieri, Armando Lambruschini y Orlando Agosti por idear un plan represivo que dejó 30.000 víctimas, según organismos de derechos humanos. Entre 1986 y 1987, el presidente Raúl Alfonsín firmó las leyes de Obediencia Debida y Punto Final que impedían avanzar con nuevos juicios contra los cargos medios y bajos, pero todo cambió bajo la presidencia de Néstor Kirchner. En 2005, la Corte Suprema declaró inconstitucionales las llamadas “leyes del perdón” y se reactivaron decenas de juicios. Hasta la fecha, 968 personas han sido condenadas por delitos de lesa humanidad.

Acceso a archivos de inteligencia desclasificados

En 2019, Estados Unidos desclasificó y entregó por primera vez a Argentina documentos de inteligencia vinculados a la última dictadura del país sudamericano. Casi un año después, Abuelas de Plaza de Mayo, el CELS y Memoria Abierta han puesto a disposición del público una página web con cerca de un millar de estos documentos, mientras continúan la búsqueda de elementos que puedan ser usados como evidencia en juicios de lesa humanidad


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