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La Universidad de Granada investiga posibles plagios en varias tesis entre 2012 y 2015

Los trabajos estaban codirigidos por uno de sus catedráticos y otro de la Universidad de Murcia

Virginia Vadillo
Fachada de la Universidad de Murcia.
Fachada de la Universidad de Murcia.

La Universidad de Granada ha abierto un expediente informativo para estudiar si hubo irregularidades en la aprobación de varias tesis doctorales codirigidas por un catedrático de esa institución y otro de la Universidad de Murcia entre 2012 y 2015 y que tendrían contenidos plagiados, y advierte de que actuarán “con extrema dureza” si se constatan malas prácticas.

Se trata de los catedráticos en Odontología Gerardo Gómez Moreno, de la Universidad de Granada (UGR), y José Luis Calvo Guirado, que actualmente trabaja en la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), un centro privado, aunque era profesor de la Universidad de Murcia (UMU) en los años en que habrían tenido lugar esas irregularidades, aunque la UGR no ha hecho público el nombre de ninguno de los investigados. Ambos habrían codirigido media docena de tesis de las facultades de Odontología de esas universidades públicas con contenidos casi idénticos y que fueron aprobadas también por tribunales muy similares, varias de ellas en el mismo día, según adelantó eldiario ABC. Se da la circunstancia, además, de que los dos han visto como muchos de sus artículos científicos publicados en revistas han sido retractados por contener errores o inexactitudes: una veintena en el caso de Calvo Guirado y siete en el de Gómez Moreno.

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Esto último ya fue objeto de un exhaustivo expediente informativo en la UGR, a raíz del cual se abrió un expediente disciplinario que aún está abierto. La rectora de esta universidad, Pilar Aranda, ha realizado una “defensa vehemente de la universidad pública” en sus mecanismos de control. “En cuanto se detecta malas praxis, se abre un expediente informativo, se investiga y, si hay infracción, se sanciona”, ha zanjado. En el caso de los artículos retractados de su catedrático, la investigación se ha prolongado durante un año, y las indagaciones sobre los posibles plagios en las tesis están ya también en curso.

Más complicado lo tienen en la Universidad de Murcia, explica a El País su vicerrector de Calidad, Cultura y Comunicación, Javier Martínez Méndez, porque el catedrático acusado ya no trabaja en esa institución, por lo que no es posible expedientarle ni tomar medida alguna contra él. “Sólo podemos pedir perdón a la sociedad, con estos casos se pone en juego el trabajo de centenares de personas que cada año se doctoran después de una intensa labor de investigación”, ha apuntado. Además, el consejero murciano de Empleo, Universidades y Empresa, Miguel Motas, ha informado a EL PAÍS de que cualquier infracción administrativa, por grave que sea, prescribe a los tres años, por lo que estos hechos no serían ya sancionables.

Desde la UCAM, donde actualmente ejerce Calvo Guirado, han indicado que “de haberse producido los hechos que se indican, no fueron en esta universidad”, por lo que no pueden pronunciarse sobre su veracidad. Según las mismas fuentes, la universidad católica “cuenta con mecanismos contrastados de control que garantizan la originalidad de los trabajos de sus investigadores”.

En los últimos 18 meses, debido a otros casos de plagios en tesis y trabajos de investigación, la UMU ha reforzado sus mecanismos de control implantando nuevos sistemas informáticos que alertan cuando detectan párrafos o frases idénticas en varias publicaciones. Una comisión analiza cada caso, pero reconoce que hace siete años, de cuando datan las tesis codirigidas por Calvo Guirado, los controles se hacían a través de las revisiones de los tutores, los propios departamentos y los periodos de exposición pública. En ese sentido, el consejero Motas ha subrayado que “la buena noticia es que hoy no se podrían dar este tipo de casos”. Para reforzar esos mecanismos, la comunidad autónoma ha incluido entre sus puntos de financiación por objetivos a las universidades públicas el contar con ese tipo de mecanismos de control de tesis y trabajos de fin de grado y máster.

Martínez Méndez ha indicado que muchos de los escándalos sobre plagios que están saliendo a la luz en los últimos meses tuvieron lugar entre 2012 y 2014, cuando se multiplicaron por tres las tesis leídas en todo el sistema universitario español, un aumento motivado por un cambio en la legislación sobre los doctorados. “Es posible que muchas de las comisiones que revisaban los trabajos se vieran desbordadas en todas las universidades, pudo haber algún error”, reconoce. En su opinión, las universidades son “víctimas” de este tipo de situaciones, porque se pone en cuestión su prestigio.

En cualquier caso, Calvo Guirado abandonó la UMU junto con otros dos investigadores de su equipo “por voluntad propia”, al recibir una oferta de trabajo de la universidad católica. El vicerrector ha indicado que Calvo era entonces doctor y pidió a la dirección de la universidad ascender a catedrático, lo que no era posible dado que no era profesor titular de la institución, paso imprescindible para optar a esa categoría, que sí logró en la privada, donde se incorporó en junio de 2015.

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Sobre la firma

Virginia Vadillo
Es la corresponsal de EL PAÍS en la Región de Murcia, donde escribe sobre la actualidad política, social y medioambiental desde 2017. También trabaja con la Agencia EFE en esa comunidad autónoma. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo de Agencias por la Universidad Rey Juan Carlos.

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