El PP rechaza suprimir los copagos sanitarios

Los pensionistas abonan parte de sus medicinas desde 2012

El Partido Popular (PP) rechazó este martes en el Pleno del Congreso una iniciativa socialista para suprimir los copagos sanitarios de cuya entrada en vigor se han cumplido dos años. El resto de grupos de la oposición respaldaron la propuesta del PSOE. El portavoz parlamentario de sanidad del PP, Rubén Moreno, fue el encargado de argumentar el voto en contra a la toma en consideración de una proposición de ley del PSOE que pedía al Gobierno la retirada de estas medidas. “La aportación de la receta farmacéutica tiene un efecto corrector del gasto para racionalizarlo. No nos pidan que demos marcha atrás en este sentido”, aseguró Moreno.

La reforma sanitaria del Gobierno de Mariano Rajoy, que entró en vigor entre julio y septiembre de 2012, dio un vuelco al sistema sanitario público con varias medidas muy polémicas que nunca llegaron a debatirse en el Congreso: el PP las aprobó como decreto ley (16/2012) alegando urgencia en lugar de seguir la tramitación de un proyecto de ley tal y como le pedían el resto de grupos parlamentarios. Entre otras cosas, la asistencia sanitaria pasó a estar asociada al aseguramiento, lo que dejó fuera del sistema normalizado a los inmigrantes en situación irregular. También se reformó el sistema de pago de las medicinas para vincularlo a la renta del paciente. Por primera vez, los pensionistas empezaron a copagar sus fármacos.

José Martínez Olmos, el encargado de defender la iniciativa del PSOE, señaló que los copagos sanitarios aprobados en 2012 no han demostrado tener el efecto para el que se diseñaron, entre ellos el de moderación del consumo farmacéutico, sino que han tenido consecuencias negativas para la población. Citó, por ejemplo, declaraciones de sociedades científicas de atención primaria que alertan de que hay enfermos crónicos que no compran su medicación, lo que a la larga, añadió, provoca más costes al sistema porque su salud empeora. Una encuesta de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, que también citó el diputado socialista, estimó que un 17% de los pensionistas renuncian a retirar de las farmacias alguno de los fármacos que les ha prescrito su médico.

Martínez Olmos criticó que en estos dos años el Ministerio de Sanidad no ha evaluado el impacto del real decreto y ha asegurado que el Gobierno podría seguir el ejemplo de Andalucía y aplicar la subasta de medicamentos, lo que “ahorraría 1.500 millones de euros, más de lo que se ingresa con el copago”. El diputado también recordó que otras medidas, como el copago de fármacos hospitalarios, está aprobado pero no se aplica ni siquiera en las comunidades gobernadas por el PP.

Los grupos de la oposición han apoyado la propuesta del PSOE. Conxita Tarruella, de CiU, lamentó la falta de diálogo al aprobar el real decreto. Joan Baldoví, de Compromís-Equo, definió el copago como “un impuesto indirecto a la enfermedad y la vejez”. Gaspar Llamazares, de Izquierda Plural, recordó que los fármacos ya se pagan a través de los impuestos. “Rectifiquen”, pidió. Rosa Díez, de UPyD, habló de “consecuencias nefastas para la salud” del copago. “Ni ahorra han podido demostrar que sea eficaz”, dijo Joseba Agirretxeta, del PNV. Rosana Pérez, del BNG, aseguró que los copagos dejan desprotegidos a los más débiles.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Sobre la firma

Elena G. Sevillano

Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

Normas

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS