"Dejar de dar antibióticos de golpe a los animales de granja es peligroso"

El nombre de Luc Montaigner quedará indisolublemente unido al del virus de la inmunodeficiencia humana o VIH, por cuyo descubrimiento recibió en 2008 el Premio Nobel de Medicina junto a Harald zur Hausen y Françoise Barré-Sinoussi. Pero este investigador francés de 79 años considera que aún tiene mucho que aportar. La jubilación no va con él y recorre el mundo dando conferencias, como la que presentó en el Sha Wellness Spa, de Alicante, el pasado junio. En ella habló sobre el papel que juegan los actores antioxidantes y antiinfecciosos en la prevención de enfermedades crónicas.

Un tema complejo que parte de su estudio sobre el estrés oxidativo, un desequilibrio que puede dar lugar a enfermedades cardiovasculares o cánceres y que tiene su origen, fundamentalmente, en infecciones, en la contaminación ambiental y en una dieta inadecuada.

"Investigamos la hipótesis de que algunas infecciones puedan causar enfermedades neurodegenerativas"

Por ello, el médico hace especial hincapié en todas sus charlas en la importancia de una nutrición equilibrada y en la calidad y salubridad de los alimentos.

Pregunta. ¿Qué es el estrés oxidativo?

Respuesta. Es la falta de equilibrio entre las moléculas de oxígeno y los antioxidantes. Lo causa el excesivo esfuerzo muscular, las infecciones virales y bacterianas, la contaminación del aire y la comida, las radiaciones y el envejecimiento natural. El estrés oxidativo -en combinación con problemas hormonales, estrés psicológico y factores genéticos- da lugar enfermedades neurodegenerativas, cardiovasculares, cánceres y disfunciones inmunológicas.

P. ¿Cómo puede el estrés oxidativo provocar un cáncer, por ejemplo?

R. De una forma muy simplificada podemos decir que el estrés oxidativo debilita el sistema inmune y esto afecta a los genes que dividen las células, a las citoquinas [proteínas que regulan la función de las células] inflamatorias y a los linfocitos. Lo que da lugar finalmente a una disfunción del sistema inmune que suele consistir en un trastorno de la capacidad de una célula para realizar la apoptosis [muerte celular], por lo que continúa dividiéndose sin mayor restricción, resultando en un tumor que puede ser de carácter canceroso.

P. Prácticamente lo único que puede hacer una persona normal para reducir su estrés oxidativo es intervenir en su alimentación, ¿algún consejo?

R. Por eso es tan importante llevar una dieta equilibrada. Hay que tomar alimentos antioxidantes, menos cafeína y menos gluten.

P. ¿Gluten?

R. Los investigadores han observado que el gluten produce ciertos péptidos que pueden tener efectos patológicos en la persona. No sabemos cómo sucede, pero lo hace. Es bien sabido que en las enfermedades neurodegenerativas, la reducción de alcohol y de gluten en la dieta es un factor muy importante.

P. La comida contaminada es uno de los desencadenantes del estrés oxidativo. ¿Deben presionar los Estados a la industria alimentaria para que reduzca el uso de pesticidas y deje de alimentar a los animales con antibióticos?

R. Hay que hacer las cosas con cuidado. Es cierto que a muchos animales de granja de se les da diariamente antibióticos porque sin ellos la mayoría no podría vivir, pero quitarlos de golpe sería peligroso. Hay que hacerlo paulatinamente. En los hombres se ha observado que puede ser muy perjudicial quitarlos de golpe.

P. ¿Lleva usted una dieta macrobiótica o de algún tipo?

R. No, pero como muy sano y mi intestino está muy bien, de momento.

P. Sostiene que hay una relación entre los anticonceptivos, el estrés oxidativo y las enfermedades que este desencadena. ¿Cuál es?

R. Hicimos una estudio con una mujer que fumaba, y al tomar anticonceptivos, su estrés oxidativo aumentaba. No digo que esto le vaya a causar problemas cardiovasculares, digo que es un factor de riesgo.

P. También está investigando sobre el origen bacteriano de algunas enfermedades que hasta ahora no se relacionaban con infecciones, como el Alzheimer. ¿En qué punto están?

R. Es un tema muy complejo que está también relacionado con el estrés oxidativo, pero todavía estamos en una fase de hipótesis. Empecemos por decir que, al envejecer, la mucosa del intestino se vuelve más permeable a los agentes infecciosos y cambia la flora intestinal. Entonces es posible que las bacterias y toxinas que entran a través de él se liberen en el torrente sanguíneo y lleguen al cerebro. Lo que causa una inflamación, que, a su vez, genera estrés oxidativo... y, ya sabe, esto provoca mutaciones en las células, y si las células a las que afecta son las que se encargan de la agrupación de proteínas, esto puede degenerar en una enfermedad neurodegenerativa.

P. En relación con la hipótesis de la infección, están trabajando con una nueva propiedad del ADN. Se ha descubierto que emite ondas electromagnéticas al ser sumergido en agua. ¿Cuál es la aplicación de este descubrimiento en su investigación?

R. Los cultivos de microorganismos como virus o bacterias, y el plasma de seres humanos infectados por tales agentes emiten ondas electromagnéticas de baja frecuencia al ser introducidos en agua. La idea es detectar así pequeñas infecciones, latentes y crónicas, que yo creo que causan diferentes enfermedades. Con esta tecnología podemos, por ejemplo, medir si los tratamientos funcionan, porque si lo hacen, las ondas disminuirán. El objetivo es tratar de bloquear estas ondas, y en ello estamos.