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El CSN revela que Ascó II no detectó las causas de una avería en 2010

El consejo clasifica en el nivel 1 de la escala INES un desajuste eléctrico en 2010 que la planta resolvió sin notificarlo

La gestión que Endesa e Iberdrola realizan en las nucleares que posee en Cataluña vuelve a alimentar las críticas sobre la opacidad del sector atómico. La dirección de la nuclear Ascó II (Tarragona) no detectó ni informó correctamente al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) las causas de una avería en el sistema de refrigeración de la planta propiedad de Endesa e Iberdrola. Así lo ha revelado una reciente inspección del CSN, máxima autoridad atómica española, que ha elevado aquel incidente del nivel cero al uno en la escala INES (que tiene su máximo en el siete), que mide la gravedad de los sucesos en las instalaciones nucleares. El fallo no implicó riesgos para la población ni el medioambiente, subraya el CSN.

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La planta reparó el fallo en dos días pero no notificó que se debía a "un cable mal conectado", como detectó después el Consejo. Esa inspección reveló además que Ascó II ya arrastraba esta avería "desde recargas anteriores". Este es el tercer suceso de nivel uno en la escala INES protagonizado por ANAV en lo que va de año; uno por cada reactor ?Vandellós II, Ascó I y Ascó II?. En todos los casos, el CSN catalogó las incidencias de nivel cero y solo los elevó tras inspeccionar lo ocurrido.

La inspección el CSN ha detectado un año después que el fallo del sistema se debió a un problema de conexión que impedía que la señal eléctrica llegara al sistema de refrigeración. "En ninguna información posterior reportaba esta causa", ha señalado el CSN en un comunicado. La planta, además, arrastraba esta avería "desde recargas anteriores", según la documentación de la nuclear revisada por los inspectores del CSN.

Tres anomalías que cuestionan la seguridad

Al margen de la gravedad de la avería, que la central efectivamente resolvió, el episodio alienta las sospechas de la mala gestión y la deficiente cultura de seguridad con que Endesa e Iberdrola operan en los reactores instalados en Cataluña: Vandellós II, Ascó II y Ascó I, este último solo propiedad de Endesa. Las tres plantas acumulan sendas anomalías en lo que va de año catalogadas por el CSN como nivel 1 en la escala INES. Ascó I por un escape de 25.000 litros de agua radiactiva sobre 19 empleados, que la planta notificó reduciendo la afectación a solo 14 empleados. En Vandellós II, por errores de ajuste en las válvulas que la nuclear acumulaba desde el día de su inauguración, en 1988.

El CSN ha subrayado que ninguno de estos incidentes ha supuesto graves riesgos para la población ni el medioambiente. Pero a cada caso insiste en denunciar que ANAV, el consorcio propiedad de Endesa e Iberdrola que gestiona los tres reactores, ha violado los procedimientos de seguridad y que actúa fuera de los protocolos fijados en las normas que regulan el funcionamiento de las centrales. ANAV, que acumula cerca de la mitad de incidencias del parque nuclear español desde que estos empezaron a computarse en 2006, también ha protagonizado los dos incidentes más graves de la historia nuclear de España. En 2009, el Gobierno español fijó la sanción más grave impuesta a una nuclear por la fuga de partículas radiactivas de Ascó I, 15,4 millones de euros por un escape que fue catalogado de nivel 2 en la escala INES. La sanción superó el anterior récord, también impuesto a ANAV en 2004 por "graves problemas" de corrosión de Vandellós II que la planta ya había detectado en 1993. El incidente también se calificó de nivel 2 y supuso una multa de 1,6 millones.

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