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El CSN detecta "errores operativos" en la fuga de agua radiactiva de Ascó

El Consejo eleva la gravedad del incidente y amplía los operarios afectados por el vertido de 14 a 19, pero no quedaron contaminados

La fuga de 25.000 litros de agua radiactiva que sufrió la nuclear de Ascó I (Tarragona) la semana pasada implicó más gravedades de las admitidas por la central, propiedad de Endesa. Así lo ha señalado este mediodía el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), que tras enviar una inspección a la planta para analizar las causas del suceso ha denunciado que la actuación de la central "no fue suficientemente rigurosa" y revela "varios errores de operación". Por ello el CSN considera que la avería merece la denominación de "anomalía" y eleva la calificación del incidente al nivel 1 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES). Hasta ahora, el organismo había calificado el incidente de nivel 0 en esta escala que mide la gravedad de los accidentes del 1 al 7. El fallo, según el CSN, no tuvo repercusión para el medio ambiente ni para los empleados afectados pero muestra que la dirección de la planta actuó al margen de los protocolos de seguridad fijados para este tipo de incidentes.

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La inspección del Consejo ha arrojado nuevos datos que contradicen la información aportada por la central: la fuga la causó "un error humano", algo que la nuclear negó; los empleados afectados por el vertido fueron 19, en lugar de 14, como señaló la planta. La sala de control de la planta tardó 13 minutos en resolver la fuga, y lo hizo mediante "acciones fuera de las indicaciones recogidas en los procedimientos establecidos", denuncia el Consejo. Sin detallarlos, el CSN critica "varios errores de operación" que justifican aumentar el nivel de la escala INES. Durante la parada por recarga de Ascó I en 2007, otra "maniobra no prevista", según la definió después el Consejo, vertió agua radiactiva al sistema de ventilación y propició la fuga de partículas radiactivas. El Juzgado de Gandesa mantiene imputados a tres altos cargos de la nuclear por aquel suceso, además del inspector del CSN encargado de supervisar la planta cuando ocurrieron los hechos.

El CSN no ha detectado radiactividad en los 19 trabajadores afectados y ha subrayado que la radiactividad del agua vertida es unas mil veces inferior a la que presenta con la planta en marcha, pero tampoco ha aportado datos sobre la irradiación que pudo haber liberado el líquido contaminado. La entidad ecologista Greenpeace ha lamentado los pocos datos que el organismo aporta sobre el suceso mientras el partido político ICV reclamó a la Generalitat el cierre de la nuclear de Ascó por la "elevada sucesión de incidentes".

Imagen de la central nuclear de Ascó, en Tarragona.
Imagen de la central nuclear de Ascó, en Tarragona.JOSEP LLUÍS SELLART

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