Un juez frena la moratoria de Obama de perforar en aguas profundas

Un juez federal de Luisiana ha fallado hoy en contra de la moratoria establecida por el presidente Barack Obama para frenar durante seis meses las perforaciones petrolíferas en aguas profundas. La moratoria fue impuesta por la Casa Blanca tras el derrame provocado por la plataforma petrolífera de BP en el golfo de México y que ya está catalogado como el mayor desastre medioambiental de la historia de EE UU .

El juez de Nueva Orleans Martin Feldman ha tomado la decisión -que supone un duro golpe para la Casa Blanca- tras escuchar las declaraciones de apertura de un caso en el que 32 compañías involucradas en operaciones de perforación en aguas profundas calificaron la moratoria de "arbitraria y caprichosa". Esta demanda es una victoria para las petroleras que buscaban revertir la veda impuesta por Obama el 28 de mayo y que provocó el cierre de operaciones en 33 campos de perforación mar adentro. La Administración Obama ha respondido inmediatamente y ha anunciado que apelará la decisión del magistrado.

La Administración demócrata considera necesaria la moratoria hasta que se averigüen las causas del accidente que el pasado 20 de abril hundía en el Golfo la plataforma y causaba la muerte de 11 trabajadores. Una comisión del Congreso investiga el suceso que ha teñido la presidencia de Obama, a quien se acusa de no haber gestionado bien la crisis. Bobby Jindal, el republicano Gobernador de Luisiana, ha apoyado a las compañías petroleras en la causa vista hoy en Nueva Orleans por considerar que la veda va a paralizar la industria y causar graves daños a la economía de la zona.

Los estadounidenses apoyan las perforaciones

Esta misma idea la comparte la mayoría de estadounidenses que siguen apoyando las perforaciones en alta mar en las costas de su país, según un sondeo de Reuters/Ipsos publicado hoy. El estudio revela que el 56% de los norteamericanos cree que las perforaciones en alta mar son necesarias para que Estados Unidos produzca su propia energía y no dependa del petróleo de otros países, mientras que el 38% considera que es una mala idea.

Aún cuando casi nueve de cada 10 estadounidenses consideran responsable a BP por el vertido, un 69% considera que el Gobierno de Obama también tiene parte de culpa por no responder con rapidez al desastre.