Nueve internas salen de la cárcel de Brieva para hacer el Camino de Santiago

El equipo técnico del centro penitenciario de Brieva (Ávila) ha organizado una salida vigilada de nueve presas, en régimen de tercer y segundo grado, que desde hoy y hasta el sábado recorrerán a pie cinco etapas del Camino de Santiago, acompañadas de una educadora, una auxiliar de enfermería y dos trabajadoras sociales. El objetivo del viaje es despertar sus inquietudes culturales y facilitar su futura integración social.

Las nueve internas, cuatro colombianas, tres españolas, una nigeriana y una peruana, partieron añoche de la estación de ferrocarril de Ávila hacia Sarria (Lugo), desde donde han iniciado esta mañana el recorrido de la primera de las cinco etapas que las llevarán el sábado a Santiago de Compostela, tras realizar 110 kilómetros a pie.

Todas ellas, dos de las cuales se encuentran en régimen de tercer grado y el resto de segundo, realizarán el Camino de Santiago acompañadas por un equipo integrado por una educadora, una auxiliar de enfermería y dos trabajadoras sociales.

"Un premio" para las internas

Se trata de una actividad organizada por el Equipo Técnico de la prisión, incluida en el programa de difusión sociocultural y salidas programadas que el centro realiza desde 2001 con el objetivo de despertar en las internas inquietudes culturales, que las acerquen a la historia y al arte de este recorrido. Según comenta Yolanda Barrientos, una de las dos trabajadoras sociales, esta actividad es "un premio" para las internas, que "se motivan entre ellas" para realizar la ruta jacobea.

Una de las internas, Ana Isabel Perea, condenada a ocho años de cárcel por estafa, reconoce haberse sumado a esta "aventura" al escuchar el relato de las compañeras que realizaron el Camino de Santiago los dos últimos años, para las que se trató de una "experiencia inolvidable". Natural de Navalmoral de la Mata (Cáceres), casada y con dos hijos, Perea afirma realizar el Camino para pedir al Santo que su salida de la prisión esté cerca, después de permanecer tres años en distintos centros penitenciarios de España.

Esta iniciativa, puesta en marcha hace dos años, hace hincapié en el desarrollo de conductas sociales positivas, favoreciendo actitudes de ayuda y convivencia entre ellas, con los cuatro profesionales del centro que las acompañan y con el resto de peregrinos.