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Las terapias hormonales postmenopáusicas dificultan la detección del cáncer de mama

También hacen que sea más fácil desarrollar la enfermedad y que ésta sea más agresiva

Un estudio del año pasado demostró que las terapias de alteración de los estrógenos destinadas a disminuir los efectos de la menopausia aumentaban el riesgo de padecer cáncer de mama. Ahora, otro estudio ha demostrado que estas terapias, además, dificultan la detección del cáncer y hacen que si se desarrolla sea más agresivo.

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El investigador Rowan Chlebowski, del Instituto para la Educación y la Investigación de Harbor-UCLA, en California, ha confirmado la peligrosidad de este tipo de tratamientos tras observar una relación de 245 casos de cáncer en mujeres que siguen terapias hormonales frente a 185 en mujeres que toman placebos. Además, ha detectado 199 casos de cáncer de pecho invasivo en las mujeres tratadas con hormonas frente a los 150 de los grupos que no fueron sometidos a estos tratamientos.

Una de las observaciones relevantes del estudio de Chlebowski es que en el momento de diagnosticar el cáncer, éste se había empezado a extender por el cuerpo en un 25,4% de las mujeres que seguían tratamientos hormonales y sólo en el 16% de las mujeres que tomaban placebos. Además, en las mujeres tratadas el tumor medía una media de 1,7 centímetros frente a 1,5 en las otras mujeres.

Los descubrimientos de Chlebowski se suman a los datos negativos para los tratamientos hormonales que se vienen realizando en los últimos años. En mayo de 2002 se suspendió el mayor estudio clínico para valorar la eficacia de la terapia hormonal, que se estaba realizando en más de 16.000 mujeres estadounidenses y debía finalizar en 2005, tras comprobarse que los fármacos causaban un ligero pero significativo aumento del cáncer de mama y que, en general, los riesgos superaban a los beneficios.

El análisis de algunos de los datos de este macroestudio, conocido como Iniciativa por la Salud de las Mujeres (WHI, en sus siglas inglesas), mostró que por cada 10.000 mujeres que toman terapia hormonal durante un año aparecen 8 casos más de cáncer de mama invasivo que en las que no toman terapia hormonal; 7 casos más de ataque cardiaco y 8 casos más de ictus. Además, el uso combinado de estrógenos y progesterona no sólo no protege contra la deficiencia cognitiva, sino que aumenta el riesgo de padecer demencia, según los datos de un trabajo publicado en The Journal of the American Medical Association (JAMA). Chelebowski ha hecho sus observaciones a partir de los datos de aquel macroestudio.

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