_
_
_
_
_
ESPACIO

Astrónomos europeos confirman la presencia de enjambres de meteoritos próximos a la Tierra

La caída de bólidos en nuestro planeta es un fenómeno imprevisible

La Red de Bólidos Europea ha confirmado la presencia de auténticos enjambres de meteoritos próximos a la Tierra procedentes en su mayor parte del cinturón de asteroides del Sistema Solar. Este descubrimiento ocurre unos días después de la caída en los Alpes de un bólido de media tonelada de peso que viajaban a una velocidad de 75.240 kilómetros por hora.

Más información
Un asteroide pasa cerca de la Tierra sin ser advertido por los astrónomos
Un asteroide de 300 metros pasa a menos del doble de la distancia que separa la Tierra de la Luna
Una nave espacial desciende por primera vez sobre un asteroide
Un meteorito cruza el cielo australiano y provoca dos fuertes explosiones
Gráfico animado:: La conquista del cosmos
Reportaje:: Vigilantes de la amenaza exterior

Los astrónomos de esta red han señalado que la caída de meteoritos a la Tierra es totalmente imprevisible y puede producirse procedente de cualquier lugar lejano de nuestro sistema, como ha quedado demostrado el pasado 6 de abril con el impresionante bólido de media tonelada de peso que sorprendió a los habitantes del Oeste de Bavaria y cuyos restos cayeron sobre los Alpes.

Así lo lo ha explicado el portavoz de la Red de Bólidos Europeos (European Fireball Network), el español Josep Maria Trigo, del departamento de Ciencias Experimentales de la Universidad Jaume I de Castellón y el doctor checo Pavel Spurny, del Observatorio Ondrejov de la República Checa.

El doctor Josep Maria Trigo, coordinador de la red de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos de España, ha dicho que un bólido de gran tamaño sorprendió a los habitantes del Oeste de Austria y del Sur de Bavaria el pasado 6 de abril de 2002 sobre las 20 horas 20 minutos, aunque no fue detectado en España por estar debajo del horizonte.

En total siete estaciones fotográficas de esa Red Europea registraron el bólido mediante cámaras all-sky, cinco de ellas situadas en Alemania, una en la República Checa y otra en Austria.

Una trayectoria de 92 kilómetros

El Doctor Pavel Spurny, del Instituto Astronómico de Ondrejov, República Checa, fue el responsable del análisis astrométrico de las imágenes y quien precisó que su trayectoria atmosférica real fue reconstruida a partir de las diversas imágenes all-sky, mostrando que la trayectoria luminosa del bólido fue de 92 kilómetros.

Spurny ha señalado que el bólido no pasó desapercibido para los habitantes de esa región pues a lo largo del recorrido sufrió brillantes fulguraciones en las que se alcanzó una magnitud de -18 (realmente impresionante pues fue intermedia entre la de la luna llena y el Sol).

Josep Maria Trigo ha explicado que la gran profundidad de penetración de este bólido y la masa fotométrica estimada hace sospechar que cerca de 30 kilogramos de fragmentos del cuerpo incidente (de media tonelada a la entrada en la atmósfera) hayan sobrevivido a la ablación cayendo sobre la superficie terrestre.

Unos restos difíciles de encontrar

"La trayectoria calculada permite estimar el área de impacto del bólido que se encuentra sobre una superficie elongada de varios kilómetros de largo por uno de ancho situada en plenos Alpes, una región desafortunadamente muy desfavorable para promover una búsqueda de los fragmentos.

El astrónomo castellonense ha precisado que teniendo en cuenta el tiempo de aparición del bólido, determinado con precisión con los sistemas radiométricos que registraron el brillo de las intensas fulguraciones sobre el cielo, la velocidad del objeto y el origen en la bóveda celeste del bólido se ha determinado la órbita del cuerpo progenitor en el Sistema Solar.

"La sorpresa fue mayúscula cuando se encontró que éste seguía una órbita elíptica prácticamente igual a la seguida por el histórico meteorito Pribam".

Este meteorito cayó en la localidad checa del mismo nombre el 7 de abril de 1959, siendo el primer meteorito recuperado a partir de modelizar la órbita en base a fotografías obtenidas desde el Observatorio de Ondrejov.

La Red Española de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos, coordinada por el astrónomo castellonense por Josep Maria Trigo, está integrada por científicos procedentes de las universidades de Castellón, Valencia y Barcelona y del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña y del Instituto Astronómico de Andalucía.

Enjambres de bólidos próimos a la Tierra.
Enjambres de bólidos próimos a la Tierra.EFE

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_