La policía brasileña investiga a ONG extranjeras por su presunta implicación en secuestros
La revista 'Istoé' asegura que los agentes han identificado a 60 personas, que han participado en la preparación de secuestros en Brasil
En pleno escándalo por el abuso sexual de decenas de niñas en África por parte de miembros de ONG, la policía federal brasileña investiga ONG extranjeras con representaciones en Brasil por su presunta implicación en varios secuestros, según la revista brasileña Istoé. En su última edición, el semanario informaba este fin de semana de que activistas de izquierda reclutados en Europa y Latinoamérica se han infiltrado en las ONG, donde obtienen datos sobre posibles víctimas brasileñas.
Sin mencionar las organizaciones, la revista asegura que la policía brasileña ha identificado a 60 personas, entre brasileños y extranjeros, que han participado en la preparación de secuestros en Brasil los últimos años.
Sólo en Sao Paulo se produjeron 220 delitos de esa naturaleza en 2001, según las autoridades. La estadística no incluye la media de cinco secuestros relámpago que ocurren cada día en el área metropolitana. Del total oficial, apenas la mitad fue resuelto por la policía, que arrestó a 165 delincuentes.
Una de las más recientes víctimas fue el publicista Washington Olivetto, el profesional brasileño más premiado en todo el mundo, retenido el pasado 12 de diciembre.
Olivetto permaneció 53 días en poder de una banda criminal en la que participaban los chilenos Mauricio Hernández Norambuena y Alfredo Eduardo Zambrano Hernández, sospechosos de ser miembros del insurgente grupo Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR).
Relaciones con el narcotráfico
Fuentes de la policía han explicado a Istoé que una supuesta red clandestina actúa en Brasil para organizar los delitos que sirven para recaudar recursos económicos que contribuyen con la supervivencia de organizaciones guerrilleras internacionales.
Las fuentes agregan que ese grupo también actúa en robos a bancos y en el narcotráfico. El semanario indica que esa red obedecería a orientaciones que provienen de líderes residentes en Buenos Aires y Montevideo.
Antiguos revolucionarios que combatieron en Nicaragua y El Salvador son los líderes de la red que también se ocupa de lavar el dinero de los delitos realizados en Brasil.
