MaaS o la Movilidad como Servicio
El mercado de servicios de movilidad en China, Estados Unidos y Alemania ha crecido más de 140.000 millones de dólares durante la última década y para 2030, este número se habrá triplicado con creces.
Como resultado de algunas de las medidas adoptadas durante la pandemia de la covid-19, muchas ciudades han experimentado, de forma coyuntural, mejoras sustanciales en la seguridad del tráfico, así como en los niveles de contaminación del aire y el ruido.
En este sentido, habría que resaltar la respuesta de los proveedores de servicios de transporte, adaptándose a medidas complicadas, a la vez que generando confianza en la población, lo que ha demostrado una vez más el valor social que pueden ofrecer. Es por tanto el momento para que los gobiernos y las autoridades de transporte adopten regulaciones que consoliden de forma estructural las mejoras evidenciadas durante esta situación excepcional, impulsando políticas basadas en la movilidad como servicio (MaaS), acompañadas de iniciativas que apuesten por la movilidad de bajas emisiones.
La Movilidad como Servicio puede contribuir a una mejor calidad de la vida urbana diaria, pero solo si todas las partes interesadas trabajan juntas. Las tres partes interesadas -proveedores de servicios de movilidad, operadores de transporte público y autoridades de transporte- pueden beneficiarse del modelo, pero para ello deben colaborar de una manera que les permita maximizar el valor de sus servicios. El punto óptimo de esta convergencia creará la mejor experiencia de movilidad posible para el cliente.
El cliente actual está interesado en poder moverse de una manera fluida, asequible y cómoda. Para ello se requiere de forma urgente, no solo desarrollos urbanos, sino también soluciones de movilidad más sostenibles, orientadas a satisfacer estas necesidades y mitigar las posibles externalidades negativas en los ámbitos social, económico y medioambiental.
En este contexto, ¿cuáles son los obstáculos a los que se enfrentan los proveedores de servicios de movilidad y los operadores de transporte público, y cuáles, por tanto, serían las soluciones?
En dos estudios recientes realizados por Accenture, Desbloquear el valor de los servicios de movilidad: convertir los modelos de negocio en ganancias y En camino al éxito compartido, se identifican los principales desafíos y las posibles acciones que pueden lograr el objetivo de convertir las ciudades en ciudades inteligentes. Los servicios de movilidad tienen el potencial de crear un enorme valor económico. El mercado de servicios de movilidad en China, Estados Unidos y Alemania ha crecido más de 140.000 millones de dólares durante la última década y para 2030, este número se habrá triplicado con creces.
A pesar de estas cifras, todavía ningún jugador ha logrado obtener ganancias. Entonces, ¿cuáles son las palancas que pueden convertir un servicio de movilidad en un negocio rentable? Observando el mercado global de la movilidad, hemos identificado dos pasos previos que han darse:
- 1.- Crear nuevas reglas para un nuevo juego. Un mercado equilibrado es vital para construir y operar servicios de movilidad a un nivel rentable. Dicho mercado debe incluir servicios que capturen valor en las cuatro dimensiones (para el individuo, la sociedad, el medio ambiente y la economía), siempre teniendo en cuenta que estos servicios han de ser asequibles.
- 2.- Giro inteligente y progresivo a partir del negocio “core”. Los actores de la movilidad deben actuar en dos direcciones. Por una parte, evolucionar innovando sobre los servicios actuales, pero además construir y mantener una relación cercana con el cliente que permita identificar necesidades que serán satisfechas con nuevos modelos de servicio.
¿Cómo actuar los operadores y las autoridades de transporte público?
A diferencia de los proveedores privados de servicios de movilidad, los obstáculos que deben afrontar las autoridades y operadores públicos de transporte son más de índole operacional. La falta de inversión, los procesos burocráticos y la complejidad de trabajar con socios comerciales, dificultan su inclusión en ecosistemas de negocios ágiles y colaborativos.
Para abordar estos problemas y mantener el rumbo hacia el nuevo mundo de la movilidad, habría que:
- Colaborar en el ecosistema. La colaboración es clave para lograr los objetivos planteados, así como la elección del socio adecuado. Más del 90% de los altos ejecutivos encuestados están “de acuerdo” o “muy de acuerdo” en que los operadores de transporte tradicionales deben colaborar con los nuevos proveedores de servicios de movilidad, como socios, no como competidores.
- Actuar como torre de control de la movilidad urbana. Las autoridades de transporte deberían facilitar y optimizar los servicios de tránsito en toda la ciudad. Proveer, a los operadores de servicios de movilidad, de información acerca del estado de la infraestructura, que a su vez podrían compartir con los usuarios, puede ser una forma de aumentar y optimizar su utilización, prevenir atascos e identificar necesidades.
- Utilizar la tecnología en beneficio de los viajeros. En el ámbito de la seguridad de los datos, la dificultad está en cómo generar confianza en los usuarios, al mismo tiempo que se utilizan sus datos para generar conocimiento acerca de sus hábitos de uso del transporte. Según nuestros estudios, el 80% de los altos ejecutivos de transporte público encuestados están de acuerdo en que los operadores deben ser administradores responsables de gestionar los datos para generar confianza y satisfacción en los pasajeros.
- Impulsar la agilidad en las operaciones. De los altos ejecutivos encuestados, el 51% está de acuerdo en que los operadores necesitan que sus operaciones sean más ágiles, y para ello, será fundamental que estén habilitadas por plataformas digitales. La digitalización permitirá a los operadores y las autoridades obtener grandes beneficios en torno a la experiencia del cliente. Se trata de ofrecer al ciudadano una experiencia de transporte fluida de extremo a extremo, sin discontinuidad, que haga que el uso de los servicios multimodales sea más atractivo que poseer un automóvil.
Los obstáculos por superar y los pasos que deberían tomarse conllevarán un gran esfuerzo de todas las partes implicadas, pero valdrá la pena. Impulsando modelos basados en la movilidad como servicio se conseguirá un mayor aprovechamiento de los recursos públicos, los operadores verán incrementado su negocio, se reducirán los niveles de contaminación y congestión urbana y, en definitiva, todos tendremos una mejor calidad de vida urbana.
Carlos Gallego es managing director de Accenture
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.