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El buscador Ecosia planta un árbol por cada consulta que hace un usuario

Las plantaciones se hacen en países como Burkina Faso, Perú, Tanzania, Indonesia y Madagascar y ya traspasan los 26 millones

Miembros del proyecto Ecosia y agricultores plantando árboles en Perú.
Miembros del proyecto Ecosia y agricultores plantando árboles en Perú.Ecosia

Nuestra decisión de esforzarnos por trabajar en una buena causa o conformarnos con el mundo que tenemos viene determinada por nuestra motivación, pero también por cuánto esfuerzo y dinero nos cuesta conseguirlo. Por norma general, conseguir mejorar el mundo supone invertir tiempo, costes y cierto sacrificio. Pero hay excepciones como el buscador Ecosia, que se dedica a plantar árboles en zonas necesitadas por cada consulta que hacen los usuarios utilizando su motor de búsqueda. Tú haces tus consultas y ellos se encargan del trabajo sucio

La idea de Ecosia surgió, como la mayoría de las innovaciones, de unir una inquietud con conocimientos previos. El fundador del proyecto, Christian Kroll, resolvió su crisis vital al terminar la universidad con la convicción de que, hiciera lo que hiciera, quería tener un impacto positivo en el mundo. Durante la universidad había trabajado con su compañero de piso en algunos proyectos de internet y de buscadores pero aún no tenía claro qué hacer con eso para ayudar el planeta. "Entonces comencé a viajar. Viajé durante muchos, muchos meses y en América del Sur visité proyectos de reforestación y descubrí la importancia de la selva. Cuando llegué a casa, estaba convencido de que todos deberíamos hacer más para salvar estos bosques", explica Kroll. Y entonces, surgió la idea de un motor de búsqueda que planta árboles. Era 2009.

Plantaciones de Ecosia en Tanzania.
Plantaciones de Ecosia en Tanzania.Ecosia

La web de Ecosia tiene un aspecto minimalista, casi idéntico al de Google, que es el buscador más extendido y usado del planeta. Y funciona exactamente igual. Hay una caja en blanco donde el usuario escribe lo que quiere buscar y, justo debajo, un contador que corre constantemente y mantiene al día el número de árboles que han sido plantados con todas las búsquedas que se han hecho en Ecosia. Su objetivo principal es plantar mil millones de árboles. "Eso es muy ambicioso, pero creo que podemos lograrlo con la ayuda de nuestros usuarios. Juntos podríamos tener un impacto verdaderamente significativo", aventura Kroll.

La empresa recibe dinero de la publicidad que muestra con los resultados de cada búsqueda, como Google. Después, cogen esos ingresos, pagan los sueldos y los gastos e invierten lo demás en plantar árboles o en fabricar las infraestructuras necesarias para hacerlo. El equipo de Ecosia trabaja buscando los proyectos que tengan el mayor impacto positivo posible por cada euro que gastan. "Nuestros ingresos se invierten en el futuro de la empresa o respaldan directamente nuestros proyectos de plantación de árboles. De hecho, utilizamos al menos el 80% de nuestras ganancias para plantar árboles", explica Kroll. En su web, facilitan un desglose detallado de sus gastos e informes comerciales que publican todos los meses.

Porque es una forma sencilla de contribuir a la conservación del medio ambiente desde casa y sin esfuerzo. La tecnología facilita en este caso, que cada vez haya más árboles que absorben una gran cantidad de CO2, que es una de las formas más efectivas de contrarrestar el cambio climático. Los árboles también mejoran las condiciones del suelo y crean microclimas que mejoran la agricultura local. Aún así, cada proyecto ayuda a las comunidades locales y al medio ambiente de maneras diferentes. En Burkina Faso, la reforestación detiene la desertificación y ofrece a la población nuevas oportunidades económicas. En Indonesia se está empoderando a las comunidades locales para luchar contra los monocultivos de aceite de palma.

¿Por qué no trabajan con Google?

Ecosia se iba a lanzar inicialmente como una colaboración oficial con Google pero, según cuenta el fundador del proyecto, Christian Kroll, el gigante tecnológico se retiró dos días antes de su lanzamiento. "Decían que los usuarios clicarían más en los anuncios solo porque querían ayudar a la causa y consideraban esos clics como fraudulentos. Google dijo que tenía que proteger a los anunciantes de eso", explica Kroll. "Pero nosotros no vemos que la gente clique más en los anuncios de lo habitual. Además, existen algoritmos muy eficientes que filtran esos clics supuestamente fraudulentos".

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