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Recursos Humanos 2.0: a la caza de la huella digital

Los procesos de selección han cambiado. La línea que separa la vida laboral de la vida personal es cada vez más difusa, asegura el socio director de Hydra.Digital

Getty Images

Los procesos de selección han cambiado. La línea que separa la vida laboral de la vida personal es cada vez más difusa. Las nuevas tecnologías y las redes sociales son las responsables de este cambio de paradigma, debido principalmente a la integración e implementación de las plataformas sociales en sus procesos y metodologías de reclutamiento. Tal es así que, según el Informe Infoempleo-Adecco Redes Sociales y Mercado de Trabajo, 8 de cada 10 empresas utilizan estos canales como método para captar talento.

En base a este mismo informe, 9 de cada 10 compañías revisan los perfiles de los elegidos antes de contratarlos. En este sentido, la red por excelencia de los departamentos de Recursos Humanos (RRHH) de las compañías es LinkedIn, de hecho, aproximadamente 6 de cada 10 responsables de esta área se sirven en su día a día de este canal para atraer a futuros empleados. Y los que no emplean esta red en su quehacer diario, lo suelen­ hacer de forma ocasional, según el estudio citado anteriormente.

Debido a esta evolución en los procesos, es vital cuidar la marca personal y la huella digital, dado que la vida personal ha perdido privacidad en detrimento de la laboral. Es más, muchas organizaciones van más allá, rastreando los nombres de los candidatos en los buscadores con el objetivo de analizar su huella digital e indagar más en sus gustos, costumbres y hábitos cerciorándose, así, de que los aspirantes caminan en línea con la filosofía de la compañía. El lado positivo de esta “intromisión” en la vida privada es que se está forzando tanto a las personas como a las empresas a ser más transparentes en los canales sociales.

Debido a este nuevo paradigma, un trabajador­­­­­ es el resultado de cómo se comporta, siendo su identidad y personalidad final la suma de lo que dice qué es, muestra qué es, y cómo los demás dicen que es. Es por tanto, recomendable, tomar conciencia con la realidad de la situación, y las personas no sólo deben ser quienes dicen ser, sino también parecerlo. Para evitar que los canales sociales y la Red dañen el crédito laboral de los profesionales es fundamental evitar en la vida privada los comportamientos que no van de acuerdo con la imagen que se quiere proyectar.

Al fin y al cabo, por mucho que pese, hoy en día un profesional es una marca, un producto. Puede parecer una simplificación, puede que no guste, pero es así. Un candidato, como producto laboral que es, debe decidir cuál va a ser su identidad digital, su personalidad y las características que le van a definir. En un mercado como el actual, caracterizado por la saturación de profesionales y donde las empresas tienen “mil opciones” por cada puesto, hay que saber diferenciar la marca personal y cuidar la huella digital para destacar en estos nuevos procesos de selección. En la era digital, los profesionales se ven en la necesidad de convertirse en marcas personales de la misma manera que las organizaciones se han visto obligadas a innovar cada vez más en las metodologías de reclutamiento para no quedarse obsoletas y, sobre todo, para captar el talento con mayor potencial del mercado.

Daniel Marote es experto en marketing y transformación digital, y socio director de Hydra.Digital

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