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Banca digital

Las grandes tecnológicas quieren ser los nuevos bancos

Facebook, Amazon, Google y Apple ofrecen ya servicios financieros que los convierten en competidores de las entidades bancarias

Dentro de poco podrás hacer mucho más que compartir fotos y publicaciones a través de Facebook: la red social incorporará chatbots que te ayuden a gestionar tus reservas en hoteles, vuelos y restaurantes e incluso hacer la compra a domicilio sin salir de la aplicación. Tendemos hacia un futuro en el que se ofrecerán experiencias completas desde una sola plataforma que integre distintos servicios. De hecho, en España ya puedes enviar dinero a tus contactos a través de plataformas de mensajería como Facebook Messenger sin tener que entrar a tus aplicaciones bancarias. Precisamente este es uno de los movimientos que las tecnológicas están haciendo: avanzar por el camino de los servicios financieros, convirtiéndose en competidores directos de las entidades bancarias.

Las tecnológicas empiezan a acechar al sector financiero y para ello aprovechan su gran imagen de marca. A diferencia de la banca, la fidelización de los usuarios es máxima: las redes sociales tienen fans en lugar de clientes. El grupo de comercio electrónico Alibaba ha creado un monedero virtual y los sistemas de pago de la red social WeChat está cambiando la economía china, donde el 67% de las transacciones ya se hacen a través de estos medios de pago. Los expertos consideran que interesarse por los servicios bancarios es un desarrollo natural de este negocio. Cada año que pasa el sector financiero se encuentra ante nuevos retos y el incremento de los competidores es uno de los más importantes, según el Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), que señala en su ránking anual a los principales competidores de los bancos. Entre las grandes tecnológicas, Facebook, Apple, Google y Amazon siguen a la cabeza.

El rey de las redes sociales nació enfocado al entretenimiento pero cada vez expande más su negocio. Ya permite enviar dinero a través de Facebook Messenger y en diciembre del año pasado obtuvo la licencia para operar como entidad de dinero electrónico en Europa. La valoración del IEB de la red social como competencia de la banca ha subido constantemente desde 2014 de 6 a 8 puntos sobre 10. Los expertos entienden que el siguiente paso sería que la compañía valorase la posibilidad de dar préstamos o se interesase por la intermediación con divisas. Si se decidiera a empezar el negocio de transferencias bancarias a nivel mundial se reducirían las comisiones aplicadas por las entidades financieras.

Que este gigante le coma terreno a la banca asusta: tiene una clientela potencial de más de 1.600 millones de usuarios. Sin embargo, el estudio, coordinado por Rodrigo García, director del programa directivo en innovación y tecnología financiera del IEB, mantiene que a día de hoy Facebook aún no proyecta "la suficiente imagen de seguridad que requiere un proveedor financiero". Y añade otra debilidad: los hackers pueden aprovechar el tráfico de datos de Facebook para robar datos bancarios. "De adentrarse en el sector, Facebook debería incrementar notablemente su presupuesto para reforzar la protección y seguridad de la plataforma y los datos de sus clientes", asegura el informe.

Lo más cercano a la actividad de la banca que había hecho hasta ahora la compañía de la manzana es ofrecer su servicio de Apple Pay, que permite asociar una tarjeta de crédito a tu teléfono móvil y pagar en establecimientos. El ránking entiende que su nivel de competencia ha bajado de 8 a 7, porque por ahora este servicio es más un complemento de los medios de pago tradicionales que un sustitutivo.

Pero el informe recoge datos de 2016 y habría que plantearse si el nivel de amenaza de Apple ha crecido después de anunciar recientemente que va a emitir sus propias tarjetas de crédito digitales. Ya no habría que asociar el móvil a una cuenta: las tarjetas emitidas por Apple se guardarán directamente en el iPhone y tendrán las mismas utilidades que las de plástico. Esto contribuiría a hacer desaparecer el concepto de tarjeta física y parte de la relacion entre el banco y el cliente. Además, una de las pérdidas más importantes son los datos, la información que los bancos obtienen de cada una de las interacciones que los clientes hacen con la tarjeta, como la geolocalización. De nuevo, uno de los fuertes de esta tecnológica es la lealtad de sus clientes: son los más fieles que hay en el mercado... y son mil millones de personas en todo el mundo.

Lo que más asusta al sector financiero de Google es su inversión en fintech y su base de datos. Sus primeros pasos en el mundo financiero se llaman Google Wallet y Android Pay pero también tiene licencias bancarias en diferentes países y una gran experiencia en el tratamiento de información y digitalización. Todo esto puede ser una coctelera que amenace a la banca a medio plazo.

El negocio de la banca se alimenta de datos e información y en este campo Google no tiene rival. El informe del IEB asegura que con el talento, la tecnología, el capital y la gran cantidad de información de los usuarios, la compañía podría adentrarse mejor que nadie en los servicios financieros. Los expertos creen que Google no va a desplazar a la banca tradicional pero sí "puede suponer una amenaza importante que se quede con parte del pastel".

Para los expertos, Amazon tiene las herramientas para triunfar en cualquier sector en el que quiera avanzar. Su grado de amenaza se mantiene en 7 respecto al 2015 porque, aunque no parezca que inicialmente esté interesado en realizar una entrada significativa en el sector financiero, podría poner el foco en los pagos bajo su plataforma Amazon Pay y las tarjetas de crédito o débito con las que cuenta. Amazon podría convertirse en una plataforma de productos y servicios financieros, tanto propios como de terceros, pero, por ahora, su papel se basa en ser un mero intermediario con una de las mejores plataformas logísticas a nivel global. Sin embargo los datos no son baladíes: si Amazon ofreciese préstamos al comprar un producto, tan solo con que el 10% de los usuarios utilizase esta opción, tendría 30 millones de clientes aportando una gran rentabilidad.

El sector financiero se muestra dispuesto a convertir estos retos en oportunidades que les ayuden a estar a la altura e innovar. Los principales bancos españoles están de acuerdo en que este escenario puede ayudar a que el proceso de cambio suceda con más rapidez, así lo explicaron a principios de este mes durante el encuentro bancario iberoamericano organizado por la AEB y Felaban.

Ana Botín, al frente del Banco Santander, reconoció en uno de sus discursos ya en 2014 que uno de los retos que los bancos tienen por delante son los nuevos competidores y las nuevas tecnologías, que "suponen tanto amenazas como oportunidades". Y Víctor Matarranz, director general de estrategia del grupo Santander y responsable de Santander Digital, afina un poco más.  "Por la estrategia que las tecnológicas están siguiendo hasta ahora es difícil que lleguen a tener la relación bancaria y humana que tenemos nosotros con los clientes", asegura. Y explica que también están a la altura en cuanto a tecnología —los bancos tienen sistemas de control de riesgos más avanzados que las tecnológicas, por ejemplo—. Su postura es colaborar con estos nuevos competidores. "Así podremos tener una propuesta de valor muy parecida a la suya".

La propuesta del BBVA para dar valor a sus servicios como banco también combina la tecnología y el asesoramiento humano. "Muchas veces el cliente en su relación bancaria no quiere hablar con un bot o con una aplicación móvil. A la hora de contratar una hipoteca o invertir en un plan de pensiones quiere hablar con una persona", explica Gonzalo Rodríguez, responsable de Transformación Digital en BBVA España. "Esa combinación de experiencia digital y toque humano es imbatible en cuanto a la experiencia del cliente".

El futuro se antoja difícil de anticipar. "Nos dirigimos hacia una nueva y mejor industria financiera pero no sabemos cuál será su configuración final, ni si los bancos tendrán en ella una posición relevante o ninguna en absoluto", explica Francisco González, presidente de BBVA. "Hasta ahora los competidores digitales solo han hecho incursiones marginales en el ámbito financiero, por lo que los bancos todavía tienen un cierto margen de tiempo para resolver sus carencias".

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