MARGARITO
SE LLAMA MI SABOR
UN RESTAURANTE PARA COMBINAR INGREDIENTES Y COMER RICO Y SALUDABLE
Recetas hechas con esmero a partir de productos de proximidad que se pueden mezclar a gusto del consumidor: esta es la propuesta del nuevo local que abre sus puertas en Madrid.
por Javier Sánchez
A los niños de los años 80 y 90 les pirraban los libros de la colección Elige tu propia aventura en los que podían escoger qué decisiones tomaban para avanzar en la trama. Esa misma sensación de libertad y de poder seleccionar en función del gusto y las preferencias de cada uno se puede experimentar en clave gastro en Margarito, el nuevo restaurante que llega a Madrid con una propuesta de comida saludable a base de ingredientes de cercanía. Spoiler: aquí, mezclar y combinar para crear platos siempre sale bien gracias a que las propuestas de la carta están perfectamente pensadas y diseñadas. “Cada cliente es un mundo, cada persona tiene sus gustos y preferencias y en Margarito ofrecemos combinaciones para que el cliente pueda diseñar el plato acorde a sus gustos o necesidades dietéticas”, explica José Ramón Martín Toscano, chef del restaurante. Pero esa autogestión no excluye un servicio de mesa impecable.

La filosofía de Margarito llega a la capital tras triunfar en Valencia y Bilbao con una propuesta infalible: platos originales y deliciosos para cualquier paladar, con salsas caseras y veganas. La carta se estructura en torno a dos opciones principales: los platos de market food, acompañados de pan de masa madre, y los salad bowls. En los market food cada comensal elige una proteína con opciones que suenan muy bien, desde falafel crujiente a “no pollo” plant based pasando por atún en tataki con salsa ponzu. Además, hay más de 15 guarniciones deliciosas para escoger donde encontramos berenjenas ahumadas, champiñones al curry o verduras a la brasa con romesco. Para completar el plato, una salsa al gusto ⎯curry verde, chipotle, mayonesa oriental… ⎯ y una ensalada de hojas verdes variadas. ¡Que no falte de nada!

Sus salad bowls permiten combinar una ensalada y una proteína para buscar un (saludable) equilibrio. Entre las opciones, todo un mundo: propuestas exóticas como el Mexican bowl, que junta tomates cherry, guacamole, totopos, queso feta, pico de gallo, pepino, quinoa, mazorca de maíz y alubias rojas. Y también otras que suenan más cercanas como ese Green bowl con base de patatas, calabacín, hojas verdes, bimi, trigueros, pepino, tirabeques, aliño de mostaza, huevo mollet y sésamo.
“Queremos ayudar a cuidar el cuerpo a través de nuestros platos”, reflexiona el chef. “A Margarito se viene a disfrutar de la experiencia, de la compañía y, sobre todo, de la comida. Todas las combinaciones tienen la mejor presentación y resultan muy apetecibles”, cuentan en Margarito. Eso sí, poniendo el acento “especialmente en los ingredientes vegetales -tratados de manera sabrosa-, e incluyendo siempre opciones veganas y sin gluten” para aquellos clientes que las demanden.

Ingredientes de cercanía: sostenibles, sabrosos y saludables
Cuanto más cerca, mejor: si por algo se caracteriza Margarito es por confiar en proveedores de la zona para conseguir los ingredientes para sus platos. “Nos esforzamos por encontrar los mejores proveedores y siempre que sea posible, que sean de cercanía. Productores de proximidad de reconocido prestigio nos garantizan el suministro y amortiguan la fuerte estacionalidad de algunos de los productos que ofrecemos”, cuenta Martín Toscano. Esta vocación de abrazar lo local se puede ver en propuestas de ensalada como el tomate bowl, una mezcla de tomates de cercanía con cebolleta, o su pechuga de pollo de corral marinada en casa y cocinada en horno de carbón vegetal.
Pero en la propuesta de Margarito también hay hueco para uno de los platos que siempre apetecen: las hamburguesas. “La comida saludable también puede ser sabrosa y divertida: todo el mundo tiene derecho a un capricho puntual. Entre nuestras burgers encontramos opciones veganas, vegetarianas y de pollo de corral. Las acompañamos con patatas al horno con muy poquito aceite de oliva virgen extra y ensalada verde…”, comenta el cocinero.

La carta de caprichos de Margarito se amplía a los postres. Tarta de almendras, foam de coco, brownie vegano… Dulces que siempre entran bien pero elaborados con “azúcares naturales como la panela y el moreno de caña, sin edulcorantes artificiales de ningún tipo”, explica Martín Toscano. Para acompañar, smoothies con la misma filosofía a base de ingredientes como mango, fruta de la pasión, pitaya, col rizada, pepino…
Margarito ‘in the morning’
Empezar con buen pie las mañanas es algo de lo que también se aseguran en este restaurante. Margarito llega a Madrid con su menú de desayuno y brunch recién estrenado en Bilbao y Valencia. Sabor y calidad se alían de nuevo en una amplia propuesta en la que encontramos un multiverso de tostadas de aguacate con invitados especiales como el tomate, el queso feta, los champiñones o el salmón: para que cueste elegir.
Para los brunchers de toda la vida, aparecen opciones de sobra conocidas como el English breakfast. “Incluso ahí se adapta a nuestra filosofía: el bacon que se utiliza es de pavo”, advierte Martín Toscano. O los huevos florentinos, con salsa holandesa y espinacas sobre un hash brown. No se olvidan de los dulceros, con un banana bread con granola y salsa de chocolate o tortitas con fresas, plátano, arándanos y sirope de agave.
A todo esto, hay que sumar zumos naturales, más boles (ahora pensados para el desayuno), cafés orgánicos e infusiones bio. En Margarito no se les escapa ningún detalle para que el cliente, elija lo que elija, coma sano, variado y rico a cualquier hora del día.