Los sanitarios del futuro son techies

La salud del futuro es digital, es un hecho. Y que lo sea significa un golpe de timón para todo el sector de profesionales de la salud. Los equipos mixtos, en los que convivan ingenieros informáticos, cirujanos y expertos en realidad aumentada, estarán a la orden del día. Los robots asistentes en el quirófano necesitarán de profesionales que entiendan al dedillo su funcionamiento. Y el análisis del big data será otra pata más de esta revolución de la salud.

Los hay que le ponen fecha. En los próximos tres años, será tan importante ocuparse de entrenar a las personas como de entrenar a las máquinas, según Accenture. Es una prueba del proceso transformador que debe asumir el sector sanitario en el corto plazo. Especialización de equipos y personal es el mantra a seguir. España, por ejemplo, necesita urgentemente de afrontar este enfoque. No llega ni al 5% el porcentaje de centros sanitarios especializados en el territorio nacional.

Para afrontar este déficit tecnológico y de especialización, la hibridación, el enfoque multidisciplinar de los sistemas sanitarios es clave. “Turno tras turno, visita tras visita, los médicos y otros clínicos aprenden a trabajar de nuevas formas, incorporando el conocimiento del análisis de datos en sus terapias”, indica el informe de PWC Las tendencias sanitarias top de 2016. Bernard Marr, articulista de Forbes, destaca así los beneficios del biga data en salud: “Más allá de mejorar los beneficios y recortar los gastos, el big data en salud está siendo usado para mejorar la calidad de vida y evitar muertes”.

La integración de nuevas tecnologías va más allá de lo que puede tocarse en el quirófano. Por ejemplo, el Servicio Galego de Saúde (SERGAS), emplea un nuevo modelo de gestión digital que aumenta la eficiencia de cómo usan los profesionales sanitarios la información hasta en un 80%. En el modelo tradicional, ciertas aplicaciones solo podían usarse en una estación de trabajo concreta. Con este sistema informático abierto, cualquier ordenador permite al médico acceder a cualquier aplicación que desee sin necesidad de estar en un lugar concreto del hospital y eliminando la espera que supondría una estación de trabajo ocupada. La plataforma digital permite además combinar imágenes de diagnóstico de distinta naturaleza, por ejemplo una resonancia magnética y un TAC, para afinar el análisis de la salud del paciente.

  • 52% de las empresas y centros sanitarios top del sector ya usan una herramienta digital de gestión clínica y de negocio*.
  • 19% crecerá la inversión en telemedicina en los próximos cinco años, hasta superar los 50.000 millones de euros**.
  • 9 de cada 10 médicos están interesados en la tecnología mHealth y creen que aporta un valor clínico.
  • en 3 años se ha doblado la presencia de informáticos en el sector sanitario*.
*Fuente: HIMSS. **Fuente: Mordor Intelligence

El cómo afronta su profesión un médico va a cambiar radicalmente. Los conocimientos tecnológicos en áreas como programación, robótica e ingeniería se incrementarán exponencialmente. Vinod Khosla titulaba en la revista Fortune así: La tecnología reemplazará el 80% del trabajo de los médicos. La presencia del machine learning y la supercomputación, en opinión de Khosla, automatizará procesos en los que antes era necesaria la intervención humana y eliminará errores de diagnóstico.

Pero su visión dista de ser apocalíptica para la profesión. Es más, cree que será beneficiosa tanto para el doctor como para el paciente. “Los médicos van a tener más tiempo para hablar con sus pacientes, socializarse y estudiar más a fondo aquellos casos difíciles de cuantificar porque van a dedicar menos tiempo a la acumulación de datos y al buscar en los historiales. Y serán capaces de atender a más pacientes reduciendo los costes”, afirma Khosla. De la misma opinión es Timothy Rowe, profesor del departamento de Obstetricia y Ginecología en la Universidad Británica de Columbia. “Algunos facultativos creen que la explosión tecnológica amenaza la relación entre doctor y paciente tan esencial para una buena atención médica. Al contrario, las nuevas tecnologías, muchas de las cuáles versan sobre obtener información fiable y con velocidad y con añadir precisión al diagnóstico, le darán a los médicos mayor conocimiento y tiempo para tratar a sus pacientes”.

Hololens

Realidad aumentada en el quirófano

Otra de las grandes revoluciones en marcha es cómo se empleará la tecnología de la realidad aumentada y la realidad virtual en el quirófano. Cirujanos israelís han probado cómo visualizar un corazón en 3D durante una cirugía. “Puedes ver la anatomía del paciente de manera realista y en tiempo real. Y así visualizas qué está pasando en ese órgano”, afirmó el doctor Elchanan Bruckheimer, líder del equipo de catéter cardíaco del hospital, en una entrevista a CBS. El valor de esta nueva tecnología se haya también en cómo mejora el aprendizaje de los futuros médicos: “La realidad aumentada da a los estudiantes un aprendizaje contextual que mejora su toma de decisiones y su rendimiento como equipo”, afirma Julio Frank, profesor de la Universidad de Harvard de Salud Pública, en su artículo Profesionales de la salud del nuevo siglo.

Los nuevos sistemas informáticos de gestión sanitaria permiten fusionar imágenes de distintas herramientas de visualización para afinar el diagnóstico (Philips).

Una doctora maneja un sistema informático de gestión sanitaria (Philips).

La manipulación de los sistemas informáticos se ha simplificado hasta el punto de hacerlos táctiles (Philips).

La realidad aumentada permitirá proyectar en el espacio cualquier tipo de imagen anatómica para fines quirúrgicos, de diagnóstico o educativos (Microsoft).

Vigilar la salud de todos

Aunque la atención del futuro será mucho más individualizada, adaptada a las necesidades de cada paciente gracias a las nuevas herramientas de monitorización, la dimensión digital también ayuda en los grandes números. Las aplicaciones en la nube juegan un papel fundamental tanto para gestionar los planes de prevención y bienestar para la población en general o la atención ambulatoria intensiva para pacientes de alto riesgo como para asegurarse de que esa atención sanitaria sea sostenible.

Las herramientas y soluciones de monitorización por control remoto, el point of care (punto de atención), permite optimizar la asistencia médica. Esta tecnología permite la capacidad para recopilar grandes volúmenes de datos de la población, detectar patrones, evaluar riesgos e implementar programas de cuidado de la salud, a medida de las necesidades de grupos específicos”, explica Tom Zajac, CEO de Wellcentive.