Crónico sí. Incapacitado, jamás

Son las enfermedades que se sobrellevan toda la vida. Pero cada vez con menos sufrimiento. Los pacientes de enfermedades crónicas encuentran en la tecnología sanitaria más puntera un alivio para sus dolencias. Las mejoras tanto en la atención sanitaria como en el seguimiento de la enfermedad están revolucionando esta área de la salud. La meta fundamental de todos los avances, mejorar la calidad de vida de los pacientes crónicos.

LUCHA DEL DÍA A DÍA

Lawrence y Claire tienen un sueño. No es un sueño disparatado, como volar, viajar en el tiempo o convertirse en estrellas del pop. Es algo tan simple como cantar en un coro. Pero para Lawrence y Claire este deseo es sueño y no realidad porque sobrellevan cada día de sus vidas con una dolencia crónica. En su caso, una afección respiratoria que convierte cada respiración en una batalla: el EPOC, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

Y, sin embargo, Claire, Lawrence y decenas de compañeros de todas las edades con la misma dolencia crónica lograron lo imposible: componer un coro de voces. La superación personal es una de las claves para superar el combate con la enfermedad. Y la tecnología quiere ser el mejor bastón para ayudar en la lucha.

UN PROBLEMA DE TODOS

2025 será una fecha clave para las dolencias crónicas. Es el punto y seguido en un objetivo mundial: reducir un 25% la muerte prematura por enfermedades crónicas en todo el planeta, causantes del 60% de las muertes, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). A ello se comprometieron los líderes mundiales en 2011, durante una reunión de Naciones Unidas en Nueva York en la cual la OMS estableció la hoja de ruta para lograr esta ambiciosa meta.

Oleg Chestnov, director general asistente de la OMS, valora que los avances desde 2011 han sido “espectaculares”. En 2014, de los 178 países evaluados en el informe Enfermedades crónicas. Perfiles de los países, un 95% tenían una institución dentro de su ministerio de salud dedicada específicamente a las enfermedades crónicas. En tres años, se ha doblado la cantidad de naciones que llevan a cabo encuestas de medición de riesgos entre su población: del 30% al 63%. Sin embargo, para Chestnov queda mucho por recorrer: “El progreso es insuficiente y muy desigual. Se deben tomar medidas más valientes para aumentar los esfuerzos y mitigar los impactos de las enfermedades crónicas”.

Se deben tomar medidas más valientes para aumentar los esfuerzos y mitigar los impactos de las enfermedades crónicas Oleg Chestnov, OMS

NUEVOS PARADIGMAS

Robótica. Telemedicina. Realidad virtual y aumentada. Las tecnologías son nombres que designan un nuevo paradigma de posibilidades. Cada campo de la salud puede beneficiarse de su impacto cumpliendo con sus necesidades específicas. Las dolencias crónicas pueden ser una de las áreas más beneficiadas por la escalada de la carrera tecnológica.

Pasar del viejo ensayo clínico a un servicio continuo que desde el día uno atienda a las necesidades del paciente es clave para Joan Escarrabill, director del programa de atención a la cronicidad del Hospital Clinic de Barcelona. El experto considera que nuevos paradigmas como la telemedicina tienen un gran impacto en cómo tratar estas enfermedades. Especialmente cuando se los considera en conjunto: “Más que evaluar tecnologías aisladas parece más realista evaluar paquetes de cuidados que incluyen tecnología y toda una serie de servicios clínicos y sociales. El análisis de grandes cantidades de datos o el estudio de poblaciones en condiciones reales de aplicación del paquete de cuidados (efectividad comparada) podría aportar más información”.

Cómo se cuida el paciente en casa se puede ver potenciado por la tecnología. Por ejemplo, por la robótica. “Hablar de robots en medicina todavía parece, para algunos, hablar de ciencia ficción. Pero en la atención a los pacientes con enfermedades crónicas los robots pueden jugar papeles importantes y muy diversos, desde la rehabilitación a la dispensación de fármacos, como elementos de compañía y supervisión o para realizar transferencias de la silla a la cama” indica Escarrabill.

Uno de los proyectos de Horizonte 2020, el gran esfuerzo de la Comisión Europea para impulsar un salto tecnológico cualitativo en este continente, consiste precisamente en diseñar un robot asistencial para los enfermos de tercera edad que padecen demencia. Recordar la medicación, facilitar el contacto con sus familiares o simplemente hacer compañía para luchar contra la depresión están entre los objetivos.

EL ANALGÉSICO VIRTUAL

La capacidad inmersiva de la realidad virtual puede tener efectos extraordinarios en las enfermedades crónicas. Joan Escarrabill indica su uso potencial para combatir el dolor o la disnea —sensación de ahogo— que suelen sufrir pacientes con dolencias crónicas cardíacas o respiratorias. Estas potencialidades ya se están llevando a la práctica.

El Instituto de Medicina Conductiva de Knoxville (Texas, Estados Unidos) y el Instituto Médico de Realidad Virtual de Bruselas son dos de los equipos que han probado cómo lo virtual alivia el dolor a los pacientes. La clave, el estímulo que proporciona un entorno que centra toda la atención visual y auditiva. “La realidad virtual ofrece un analgésico muy útil que puede motivar a los pacientes crónicos a usarlo diariamente. Los resultados más prometedores que hemos obtenido demostraron que el efecto de una sesión puede prolongarse durante varios días”, afirmó el investigador Ted Jones del Instituto de Medicina Conductiva de Knoxville durante las jornadas de la Sociedad Americana del Dolor el pasado mes de mayo.

  • 92% de las muertes en España se deben a las enfermedades crónicas
  • 73%de las muertes por enfermedades crónicas suceden en países poco desarrollados
  • 17,5%millones de personas mueren al año de afecciones del corazón. Es la enfermedad crónica con mayor letalidad

ELEGIR LA VIDA

“Llega un momento en el que tienes pensar profundamente: ¿Vas a estar orgulloso de tu vida o no?”. Claire dijo sí. Lo dijo cantando a coro una melodía muy adecuada: Every breath you take (Cada aliento que tomas) de Sting y The Police. Sufrir una dolencia grave y crónica como el EPOC no se le impidió. La mayor lección que da su logro y el de todos los pacientes que consiguen vencer en su batalla del día a día es la aceptación de su dolencia no como algo a lo que sobrevivir, sino con lo que convivir. La tecnología está ahí, cada vez más, para servir de muleta en el camino. Pero el mérito es y será siempre del paciente, del luchador.