Una experiencia amable


Tecnología en la punta de tus dedos

Por Virginia Lavín

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La interfaz en apariencia sencilla y repleta de contenido se sostiene sobre una masa imponente de hardware, software y creatividad.

Un espectador de 20 años y otro de 80 navegan cómodamente por la pantalla de inicio de Movistar+. Cada uno se mueve con el mismo mando de forma distinta, hasta encontrar lo que quiere entre miles de opciones. Del anime bajo demanda al fútbol en directo, de producciones en los platós propios a telediarios en varios idiomas, de series internacionales a cine español. “Ha aparecido un nuevo elemento muy relevante en la televisión, que es la experiencia de usuario”, afirma Fernando Enrile, director de Estrategia y Desarrollo de Movistar+.

Cuanto mejor es esta experiencia de usuario, menos visible es la tecnología. Y en el caso de Movistar+, también más profunda, compleja y única. Su unicidad frente al resto del mercado consiste en la capacidad de emitir broadcast —retransmisión desde un punto para múltiples espectadores, propia de las cadenas de televisión lineal— a la vez que unicast —oferta múltiple sobre la que un solo espectador elige lo que quiere cuando quiere, es la tecnología de las plataformas de streaming—.

“Simplificando, tenemos la capacidad de servirte la final de la Champions en 4K en tu casa y el último capítulo de Antidisturbios que te dejaste a la mitad. Y podemos hacerlo porque nuestra tecnología se creó así desde el origen, a diferencia del resto, que ha nacido para lo uno o para lo otro”, explica Sergio Oslé, presidente de Movistar+. Y remata: “Creo que todos acabaremos ahí. Pero nosotros llevamos ventaja en el tiempo”.

Herramientas propias

La singularidad de su oferta ha provocado que también la audiencia sea especial. “La mayor parte de los consumidores ve tanto televisión bajo demanda como lineal”, aclara José Manuel Úbeda, responsable de Audiencias e Investigación de Contenidos. Entender a este consumidor exige unas herramientas analíticas más complejas y sofisticadas que las habituales. “Movistar+ necesitaba unificar esos dos mundos y para ello desarrolló su propia herramienta”, revela Úbeda.

La tecnología de Telefónica permite tener una información prácticamente censal del consumo que se realiza en Movistar+, sea cual sea el dispositivo desde el que se accede y el tipo de producto que se elija. “Pero no solo el contenido es importante. También lo es el viaje que hace nuestro espectador dentro de la plataforma, para ser cada vez más eficientes en la recomendación y oferta que hacemos. Siempre con un trato exquisito a la privacidad de los datos del cliente”.

Tecnología interior Han aparecido nuevas profesiones como los programadores de plataforma digital, análisis de consumo digital, técnico de producto...

Cantera de nuevas profesiones

El futuro tecnológico inmediato en el que trabaja Movistar+ está más cerca del trabajo profundo que de los fuegos artificiales. Velocidad, datos, robustez… Enrile pone como ejemplos las mejoras en la calidad del vídeo, pensado ya para pantallas gigantes en 8K, y el cowatching, una experiencia de visionado compartida que se asemeje a la tele social del bar.

Se busca la evolución continua, no la revolución. Y en este proceso van surgiendo nuevas artes y oficios. “En la nueva tele se han ido quitando capas entre el que quiere las cosas y el que las hace”, cuenta Enrile. Aparecen nuevos trabajos a los que a veces hay que poner nombres. Programador de plataforma digital, analista de consumo digital, técnico de producto...

Todos con el denominador común de contenido más tecnología, que implica un amplio conocimiento del contenido y, a la vez, suficientes habilidades técnicas como para entender el consumo digital.

“Vamos creando nuestra propia cantera. ¿Esta persona es un técnico o es de contenido? Mira, no lo sé. Vamos a llamarle dinamizador. Es uno de los que se encargan de que la experiencia de usuario sea excelente todos los días, que de lunes a domingo, de las 0 a las 24 horas, la interfaz esté fresca, funcione y proponga lo más relevante”.

Esa interfaz amigable y repleta que comparten el espectador de 20 y el de 80 es el escaparate que resume cinco años de unión entre los dueños de las redes y los creadores de contenido. Telefónica puso una pista ancha al equipo de Canal Plus, que ya había producido algunos de los mejores programas de la televisión española, como la serie Crematorio (2011). “Solo había que poner toda esa experiencia en los dedos del cliente”, sintetiza Enrile.