Haya o no representaciones cuando la visites, Mérida es siempre un gran escenario, una ciudad llena de lugares especiales donde se puede sentir el discurrir de la historia con el hecho de dar un paseo. No por casualidad es Patrimonio de la Humanidad desde 1992, un reconocimiento que hace justicia a un pasado muy importante desde que fuese fundada, como Emerita Augusta, en el año 25 a.C.
Así, vestigios como su célebre teatro romano, el anfiteatro, el acueducto, los puentes romanos o el circo dan fe de aquellos momentos de grandeza, cuando esta ciudad fue epicentro jurídico, político, económico, militar y cultural. Pero además de su pasado romano, Mérida enseña hoy también las huellas que demuestran que fue capital de Hispania con los visigodos, fuerte centro político árabe, bastión durante la reconquista, baluarte de la colonización del Nuevo Mundo y, como no, hoy, una ciudad moderna que centra sus esfuerzos en ser, además de histórica, una referencia cultural y gastronómica.