La revolución de los coches eléctricos

Jaguar lanza el I-PACE, su primer automóvil eléctrico deportivo de altas prestaciones. El SUV de cinco plazas más inteligente del mercado que aporta una nueva dimensión en el mundo de la conducción.

El futuro de los automoción pasa por la tecnología de los coches eléctricos, y todas las previsiones apuntan en esa línea. En 2025, el 25% de los automóviles que circulen por Europa se desplazarán gracias a la electricidad (hoy ese porcentaje apenas ronda el 3%). La tendencia es imparable y los grandes fabricantes como Jaguar hace tiempo que han tomado nota. La mítica marca británica ha volcado todo su conocimiento, acumulado a lo largo de casi un siglo de historia, para poner en marcha su primer vehículo libre de emisiones. Y el resultado ha superado todas las expectativas. Se trata del I-PACE, un SUV de cinco plazas totalmente eléctrico y sostenible.

Jaguar I-PACE es un automóvil con un manejo, tecnología y prestaciones de primer nivel. Con una aceleración de 0 a 100 km/h en 4,8 segundos y una autonomía que alcanza los 470 km, otra de las fortalezas de este SUV eléctrico radica en su batería de 90kWh. Esta consta de celdas de ion litio de alta densidad energética, y sus sistemas de gestión térmica le garantizan una larga vida útil y periodos prolongados de potencia máxima constante. Basta un cargador rápido de 50 kW de corriente continua (como el que se encuentra en la mayoría de estaciones de carga públicas) para recargar la batería y disfrutar de todas las prestaciones que ofrece un coche diseñado para los amantes de la conducción. Puro ADN Jaguar.

El I-PACE está propulsado por dos motores eléctricos síncronos de imanes permanentes que generan una potencia de 294 kW (400 CV) y 696 Nm de par instantáneo, gracias asimismo a la perfecta distribución del peso entre ambos ejes del vehículo. Alta tecnología y cero emisiones al servicio del conductor más exigente. Esta apuesta revolucionaria también se aprecia en el interior del automóvil, donde la tecnología juega un papel primordial.

Además de ventajas medioambientales, comprar un coche eléctrico como el Jaguar I- PACE ofrece numerosos e importantes incentivos fiscales como el acceso a subvenciones, bonificaciones en impuestos y reducciones en los pagos de parquímetros y peajes, así como el libre acceso a carriles para vehículos de alta ocupación. Y todo ello, por supuesto, apoyado en un respeto medioambiental que se presenta ya como un desafío irrenunciable en la movilidad especialmente urbana.