Escapadas acuáticas en Extremadura

Con 65 zonas de baño en lugares de gran belleza y 1.500 kilómetros de costa interior, la región brinda muchas opciones para disfrutar del agua y la naturaleza en verano

¿Una bandera azul en una playa de Extremadura? Sí, es posible. Por séptimo año consecutivo, la playa de Orellana la Vieja ondea este distintivo que reconoce la calidad de las aguas de su embalse, las infraestructuras disponibles y su ubicación en un espacio protegido. Fue, de hecho, la primera playa de agua dulce que conquistó esta bandera en España.

La de Orellana es una de las 65 zonas de baño naturales autorizadas por la Junta de Extremadura en esta temporada de verano. Un total de 40 piscinas naturales, 17 playas fluviales y 8 playas situadas en embalses hacen de esta región un destino de interior diferente. A esto debemos añadir los 1.500 kilómetros de costa de agua dulce, algo único en Europa occidental, unos recursos que permiten la práctica de deportes como la vela, el piragüismo, el windsurf, el buceo o el paddle surf tierra adentro, a muchos kilómetros del mar.

En el norte de Cáceres, el Valle del Jerte, La Vera, el Valle del Ambroz, Sierra de Gata, Las Hurdes y Plasencia son los lugares que concentran el mayor número de piscinas naturales y playas fluviales de toda la Comunidad Autónoma.

En la provincia de Badajoz se puede dar un chapuzón en embalses de las comarcas de La Serena y La Siberia, y en los ríos Gévora y Zújar. En la capital autonómica se encuentra el embalse romano de Proserpina, el más grande conocido del Mediterráneo y que forma parte del conjunto arqueológico de Mérida, declarado Patrimonio de la Humanidad. Al sur está el mayor lago de Europa occidental, Alqueva, situado sobre el río Guadiana y que Extremadura comparte con la región portuguesa del Alentejo. Es una de las alternativas de turismo náutico más interesantes.

Las zonas de baño extremeñas se localizan en lugares de gran belleza natural, muchas de ellas en espacios protegidos. Uno de estos casos es la Garganta de los Infiernos, en el Valle del Jerte, una espectacular sucesión de cascadas, arroyos, piscinas naturales y grandes rocas excavadas por la erosión del agua. Este espacio, conocido popularmente como Los Pilones, es Reserva Natural y presenta un desnivel considerable, que va desde los 600 metros a los 2.000 del Pico Angostura, factor que influye en su gran biodiversidad.

Para dar a conocer y disfrutar de estos paraísos naturales, Extremadura ha mejorado el acceso de los visitantes, ofrece experiencias turísticas complementarias y ha aumentado la información disponible, a través, por ejemplo, de la aplicación de móviles ‘Extremadura es agua’, que reúne todas las zonas de baño y cuya descarga es gratuita.

La cercanía de las zonas de baño a ciudades y pueblos monumentales, como Guadalupe, Plasencia, Jarandilla de la Vera, Robledillo de Gata, San Martín de Trevejo, Garganta la Olla o Medellín, permite combinar en una misma escapada el contacto con la naturaleza, visitas culturales y excelentes propuestas gastronómicas.

En tiempo de cerezas, Extremadura lo tiene todo para un ‘día de playa’ perfecto.

En tiempo de cerezas, Extremadura lo tiene todo para un ‘día de playa’ perfecto