Las claves del vídeo más viral del fútbol profesional español

El primer texto que le encargaron al periodista Manuel de Castro para el periódico El Faro de Vigo fue una crónica de un partido de fútbol. Era febrero de 1909 y el joven de 23 años apenas conocía ese novedoso deporte traído por marineros ingleses. A aquel encuentro entre el Exiles Cable Club y el Vigo FC, dos de los primeros clubes que se crearon en la ciudad, acudieron 7.000 espectadores. De Castro descubrió que amaba el fútbol y pasó 35 años escribiendo sobre ello. A la par que escribía, se formó como entrenador y árbitro hasta que en 1923 impulsó junto al abogado Juan Baliño la creación del RC Celta. Este miércoles se cumplieron 100 años de aquel día. Y el club lo ha celebrado a lo grande: el vídeo del himno del Centenario firmado por C. Tangana acumula 2,1 millones de visionados en YouTube en apenas mes y medio.

El himno Oliveira dos cen anos entraña una particular simbología que ha logrado definir con exactitud la esencia del club, su afición y su ciudad. Empezando por su nombre. “La oliveira es un olivo centenario que está plantado aquí en Vigo, aparece en el escudo municipal y es un símbolo que todos los vigueses conocemos”, cuenta Pedro Feijóo, filólogo y escritor que formó parte de la lista de decenas de colaboradores a los que acudió C. Tangana para dar forma a su trabajo.

Para entenderlo con plenitud, hay que conocer algunos de los misterios que esconde la canción futbolera más comentada este año.

La primera imagen que aparece en el vídeo es un plano a vista de dron de dos enclaves que los vecinos de la ría viguesa conocen a la perfección: las islas de San Antón y San Simón. Ambas comparten historia: fueron lazaretos para personas con enfermedades infecciosas en el siglo XIX y cárceles durante la Guerra Civil. “Se podría escribir media historia de Galicia solo con las cosas que han ocurrido entre San Simón y el puente de Rande, que se ve más adelante en el vídeo”, apunta Feijóo. Las islas están en los textos de trovadores medievales gallegos y en la tradición oral. “Le hablé mucho de ello, de Martín Codax, Mendinho, Xoan de Cangas... y luego Pucho tuvo el talento para meter coplas del siglo XIII en la letra del himno”, dice el escritor.

En la isla de San Simón aparecen figuras de negro ondeando banderas en las que están mezclados el símbolo del centenario con la torre y el olivo del escudo de la ciudad. La mayoría de los figurantes forman parte de la coral Casablanca, una agrupación musical creada en 1957 por vecinos del barrio vigués del mismo nombre. Actualmente cuenta con seis coros de distintas edades, uno exclusivamente femenino y uno compuesto por enfermos de alzhéimer y sus cuidadores. En total, unas 500 personas de las que 60 estuvieron presentes en la grabación. “Participar en el vídeo ha sido un regalo. Al fin y al cabo, no dejamos de ser un grupo aficionado”, comenta Ignacio Pérez, presidente de la fundación Coral Casablanca.

Las primeras voces que se escuchan son las de un centenar de miembros de la coral Casablanca. Algunos aparecen subidos en bateas, unas plataformas flotantes usadas para el cultivo de mejillones, un trabajo habitual en la ría. "A la hora de buscar contexto musical, C. Tangana se empapó del folclore de la región. El artista contó con la colaboración de Rodrigo Romaní, uno de los fundadores del grupo Milladoiro; Alfredo Dourado, que mantiene vivo a otro clásico como A Roda, fundado por su padre; y el grupo Keltoi!, leyenda de la escena punk gallega con más de 40 años de trayectoria. “Acudir a las raíces de Galicia me parece una señal de brillantez por parte de Pucho. Estamos encantados de haber podido participar en esta burrada. Supone recoger el trabajo de muchos años”, valora Ignacio Pérez.

Una panorámica del puente de Rande, que sirve de nexo entre dos municipios emblemáticos de la ría, Redondela y Moaña, indica que el vídeo va adquiriendo cada vez más un tono futbolero. Sobre la estructura, de más de un kilómetro y medio de longitud, se puede ver el humo de bengalas celestes, señal de que una muchedumbre está desfilando. “Creo que el sitio escogido hace referencia a la unión. Antes de que se inaugurara el puente en 1981 te llevaba más de una hora ir de Vigo a Pontevedra”, cuenta Pedro Feijóo. El escritor explica que Rande se construyó como parte del trazado de la autopista AP-9, la más larga de Galicia, facilitando conexiones entre municipios. El puente llegó a ser el más transitado de toda la comunidad durante años, marcando un récord de más de 70.000 coches diarios en 2019. A medida que el videoclip muestra su superficie abarrotada comienzan a verse con mayor claridad los rostros de más de 1.000 abonados reales del RC Celta que fueron reclutados para el vídeo.

Algunos de los figurantes de Rande son miembros de la peña Tropas de Breogán, una de las más populares entre la grada del ABANCA Balaídos. Sus voces se oyen entonando “Sempre Celta, un escudo no meu peito” [Siempre Celta, un escudo en mi pecho] junto a Sime, vocalista del grupo Keltoi!. Sime es un reconocido celtista, lleva más de dos décadas como abonado y actualmente tiene el carnet 1.409. “Esa parte que cantan los chicos es un guiño a dos de nuestros temas más referentes, Unhas cores, un sentimento y 1923. Son frases muy futboleras, por lo que para mí todo fue muy fácil”, dice. Recuerda que ellos fueron “de los primeros” en dedicarle canciones al Celta a finales de los años 70. Para él, haber participado en el himno del Centenario del club de su vida es “un motivo de orgullo, ya que esto quedará para siempre”.

Todavía en el puente de Rande, a los cánticos de la afición le sucede la intervención de la agrupación As Lagharteiras con pandeiros e instrumentos tradicionales. “Aquí en Galicia hay muchos grupos de pandeireteiras. Junto a la gaita, es uno de los emblemas tradicionales. Sobre todo, después de que hace poco resurgiera con el fenómeno Tanxugueiras”, explica Sime. Esos homenajes a la música folclórica se perciben en el trabajo de otros colaboradores. Parte del equipo docente de la escuela municipal de música tradicional de Vigo (Etrad) fue reclutada por C. Tangana para añadir retoques esenciales a medida que el ritmo del himno va subiendo. Algunos sonidos provienen directamente de la cultura rural al incorporar el uso de herramientas como el sacho (azada), empleado para arar la tierra, o la lata de pimentón. “Pucho se ha rodeado de músicos muy válidos como Xisco Feijóo, de la Etrad, o Quico Comesaña [fundador de Berrogüetto] y ha sabido sumergirse en las raíces de nuestra música. Me ha sorprendido que haya investigado tanto”, concluye.

Los homenajes a la idiosincrasia gallega se esconden en los pliegues de la letra del himno. Al mismo tiempo que un fervor de cánticos como el aturuxo, un grito agudo muy común en la música regional de Galicia, ensordece al espectador, aparece una particularidad lingüística en el estribillo: “Tomar amores non custa, olvidalos si que mata, eu non os quero esquecer” [Tener amores no cuesta, olvidarlos mata, no quiero olvidarlos]. Lo singular reside en el hecho de que ni el verbo olvidar ni sus derivaciones están recogidos por la Real Academia Galega. “Popularmente se usaba el verbo en las coplas, incluso Rosalía de Castro lo utilizaba en algunos textos. Pucho, con buen criterio, apostó por respetar la tradición”, sostiene Feijóo.

Música e imagen vuelven al principio en el tramo final del himno. Los últimos planos se suceden bajo las voces, de nuevo, de la coral Casablanca. Sus miembros vestidos de negro miran inmóviles al puente de Rande. Entre la afición celtista ha ganado fuerza una teoría sobre su posible significado: representan a los ausentes, los aficionados fallecidos, aquellos que ya no están pero que siguen mirando con atención a los que sí pueden disfrutar con el presente celeste. Ignacio Pérez, uno de los figurantes, no puede dar validez a los rumores, pero aporta un dato. “A los que estábamos allí nos dijeron que teníamos que tratar de ser lo más inexpresivos que pudiéramos y mirar todo el tiempo a Rande”, recuerda.

“El himno conecta con generaciones muy jóvenes y con los mayores. Creo que les ha calado porque C. Tangana ha tenido esa sensibilidad para mirar a los que ya no están”, considera Igor Barros, vecino de Vigo de 42 años y abonado número 1.551 del RC Celta con más de 27 temporadas con carnet. A su juicio, que la letra esté escrita íntegramente en gallego infunde “ese sentimiento de celtismo que a los veteranos nos gusta mucho”. Para Javier Encisa, de 53 años y abonado desde 1996, C. Tangana ha captado a la perfección la esencia “sufridora” de la afición. “La frase ‘conto cada día da semana, sei que este domingo vou ter sorte’ [Cuento todos los días de la semana, sé que este domingo tendré suerte] transmite ese sentimiento celeste de alegría y padecer, algo muy nuestro”, señala este informático vigués, fundador de la peña Siareiros.net, la primera del RC Celta en tener un portal propio en internet. “Lo curioso es que C. Tangana apenas sale en el videoclip y aún así ha sido un éxito”, remata. El artista aparece tan solo unos segundos en dos ocasiones, en el minuto 3:14 (en la imagen) y en uno de los últimos planos en el 3:50.

Una canción para 100 años

Oliveira dos cen anos se estrenó oficialmente el pasado 6 de julio en el Teatro Afundación de Vigo. Al evento acudió la plana mayor del conjunto vigués, con los integrantes de la primera plantilla celtista junto al nuevo entrenador, Rafa Benítez, y la cúpula directiva, encabezada por el presidente Carlos Mouriño. Tampoco faltó a la cita el propio C. Tangana, que aprovechó la ocasión para recordar de dónde viene su conocida vinculación con el RC Celta. Su padre, vigués, le infundió la pasión desde niño. Javier Encisa fue uno de los cientos de aficionados que estuvo presente en la presentación. “El chico me pareció un fenómeno, se emocionó contando su historia. Asumió la responsabilidad de un reto complicadísimo y lo trabajó mucho. Dijo que quiso hacer una canción que siguiera aquí cuando pasaran otros cien años, y yo creo que lo ha conseguido”.

El lanzamiento del himno ha sido hasta ahora el plato fuerte de los más de 70 actos del Centenario impulsados por el RC Celta a lo largo de este 2023. Entre algunas de las actividades más destacadas, el club ha añadido a su nómina de embajadores oficiales a figuras como el exjugador Míchel Salgado, el exentrenador Eusebio Sacristán y los periodistas Lucía Taboada y Fernando González Gonzo. También estrenó un nuevo recorrido por el museo del estadio ABANCA Balaídos para exponer en una temporada tan señalada su colección de trofeos, camisetas, banderines y otras reliquias futbolísticas recopiladas en sus cien años de historia. Así, hasta llegar a cerca de un centenar de actividades que continuarán hasta finales de año, incluyendo un partido de leyendas celestes que se disputará el próximo 30 de agosto con jugadores como Mazinho, Gustavo López y Revivo, así como figuras internacionales como Figo, Pirés y Casillas.

La ilusión ha vuelto al celtismo. El propio club se vio obligado a frenar la campaña de abonos debido al aluvión de demandas recibido tras alcanzar el máximo de 20.000. Unos meses que están siendo “muy especiales” para aficionados como Igor Barros, que ha participado en muchos de los actos programados. “Trabajo en Madrid y algunos compañeros me han llamado para decirme que ya tienen segundo equipo y es el Celta. Todo a raíz del Centenario. A mí, como celtista, me enorgullece que en otras partes de España se aprecie de esta forma nuestro arte y nuestra cultura”.