Las estrellas de la oferta cultural de Madrid

El único lugar en el que se pueden ver juntas la camiseta con la que Diego Armando Maradona ganó el Mundial de 1986 y la que Iker Casillas se enfundó para levantar la Copa del Mundo en 2010 se encuentra en un palacete a la vera de la Puerta del Sol, en Madrid. Una “parada obligatoria” para cualquier amante del fútbol, dice Karina Rodríguez, de 40 años, tras realizar el recorrido que ofrece LEGENDS, The Home of Football, presented by LALIGA. Rodríguez vino esta semana desde Las Palmas de Gran Canaria junto a su madre, Mariela, y su hijo Lucas, de siete años, en un viaje en el que “no podía faltar” la visita al nuevo templo. “Es un carrusel de emociones. Somos aficionados del Real Madrid y Lucas ha disfrutado con las camisetas de Cristiano Ronaldo que hay aquí, su ídolo”, cuenta. Además de esas zamarras, Rodríguez apunta que ella y su familia han tenido la oportunidad de ver otras piezas históricas como la elástica que vistió Messi en el último Mundial de Qatar o la de Pelé en el Mundial de 1970, algunos de los más de 600 tesoros del fútbol que se guardan. Al igual que los estadios emblemáticos, el espacio va poco a poco convirtiéndose en un lugar de culto que han visitado más de 45.000 personas desde su apertura el pasado 1 de junio.

Es el sueño de Marcelo Ordás, un empresario argentino, nieto de españoles, que desde los 19 años se propuso el reto de juntar en un mismo espacio los tesoros del deporte rey. Obsesionado con la idea, se preguntó cómo darle forma. Un día, en Buenos Aires, el mismísimo Alfredo di Stéfano le abrió los ojos. “Me dijo: ‘Niño, ni las botas, ni las medias, ni los pantaloncitos, ni los hombres, ni los nombres. Nada representa más a un club y a una selección nacional que la armadura y sus colores’. Se refería a las camisetas”, cuenta Ordás. Comenzó entonces una tarea que le ha llevado más de treinta años haciendo acopio de las prendas que alguna vez usaron las leyendas más importantes del fútbol mundial.

“Buscábamos una idea, porque intentar recuperar esta historia era un universo infinito. Me parecía una locura que no se sabía el paradero del patrimonio del fútbol mundial. Por eso fue un deber, recuperar a través de estos tesoros y reliquias, el testimonio de la mayor pasión humana (el fútbol)”, cuenta Ordás. En 1990, durante su periplo por el Mundial de Italia, conoció a Claudio Caniggia en el vestuario de aquel recordado partido entre Argentina y Brasil. La leyenda albiceleste le regaló la camiseta que vistió en aquel encuentro, en el que marcó el único tanto del partido para darle el pase a los suyos. Ordás ya tenía la primera pieza de su colección, lo que a día de hoy Caniggia denomina “la génesis”.

El empresario se lo tomó como un “deber sobre todas las cosas”. Nieto de españoles emigrados a Argentina, de su abuelo José, madridista, le viene su “ADN futbolero”. “Siempre digo que la mezcla entre un argentino y un español provoca una tormenta perfecta de pasión”. Esa fortaleza fue la que llevó a Ordás en los años 90 a cruzar más de 60 veces el Atlántico para reunirse con estrellas como Johan Cruyff, Beckenbauer, Bobby Charlton, Diego Maradona, Pelé, Van Basten, Roberto Baggio, Hugo Sánchez, Zidane, Ronaldo, Messi, Iniesta y Xavi Hernández, entre otros.

Antes de elegir España como el lugar para mostrar la colección, decenas de países le invitaron para ofrecerle un espacio ante el “patrimonio traccionador de turismo que es LEGENDS”: Dubái, Qatar, China, Estados Unidos, Brasil, México, y también capitales europeas como Roma, Londres o París. “Entendimos que teníamos que estar en Madrid, la capital del fútbol mundial”. Seis de cada diez visitantes vienen del extranjero, según cifras facilitadas por LEGENDS, principalmente de países de larga tradición futbolística como México, Inglaterra o Argentina. Matías Jiménez, chileno de 31 años, no tiene claro qué camiseta del Real Madrid elegir de la tienda que hay en la planta baja del edificio para regalársela a su hermano a su vuelta a su país. “Vine porque me llamó la atención la cantidad de camisetas clásicas que hay. Para un fanático del fútbol como yo es una oportunidad espectacular para ver experiencias de este tipo de experiencias, que no las tenemos en mi país”, contaba el pasado martes.

El palacio elegido en la capital española cuenta con 4.200 metros cuadrados repartidos en siete plantas en las que cada visitante puede recorrer más de cien años de historia futbolística rodeados de tecnología e innovación. Allí se pueden ver, los cientos de camisetas y objetos que componen la colección; la mayoría, cedidos por jugadores, clubes de fútbol u organismos. En la colección se incluyen también balones usados en partidos importantes y trofeos oficiales de la FIFA, la UEFA y la Conmebol, entre los que se incluyen la Copa del Mundo, la de la UEFA Champions League, la de la UEFA Europa League, la Copa Libertadores o la Copa América, entre otros.

En colaboración con LALIGA exhiben, además, tesoros de más de 60 clubes españoles. Los visitantes encontrarán también un cine en 4D automatizado, en el que pueden ver un recorrido por la historia de los mundiales, experiencias inmersivas en cada planta, un área con juegos VR, una montaña rusa virtual de fútbol, un restaurante ubicado en la azotea, LALIGA TWENTY NINE'S LEGENDS y la única tienda del mundo que ofrece merchandising oficial de todas las instituciones. Verónica Rodríguez, uruguaya de 36 años, visitó la colección junto a sus hijos Lucas y Agustín, de nueve y cinco años, buscando las camisetas históricas del Nacional de Montevideo. “A ellos también les encanta Messi y han podido ver muchas de sus camisetas del FC Barcelona”, cuenta. “¿Qué es lo que más les gustó?”, pregunta a sus retoños. “El cine”, contesta Agus, el más pequeño, y detalla su madre: “Lo dice por la sala en la que hemos visto el vídeo del Mundial de 1950 que ganó Uruguay, ha sido muy lindo”. Completa el tour el espacio Football Art, en la que se realizan proyecciones para disfrutar de una experiencia inmersiva donde se entrelaza el arte con el fútbol. Una de ellas está dedicada al momento más feliz de la selección española masculina, Sudáfrica 2010. Además, un área oficial de FIFA recorre la historia del fútbol femenino de una forma muy emotiva.

LEGENDS alberga elásticas de todas las décadas de competición de LALIGA y, por tanto, de las mayores figuras que han pasado por el fútbol profesional español. Zamarras que vistieron Messi, Cruyff, Zidane, Ronaldinho o Cristiano Ronaldo, entre otros. Y del lado español, las de jugadores como Iniesta, Xavi, Piqué, Sergio Ramos o Casillas. “Siempre digo que LALIGA es la mejor del mundo por las leyendas que pasaron a través de esta competición inigualable”.

En el patrimonio de la colección se pueden encontrar camisetas que no hay en otro lugar. Por ejemplo, las tres elásticas más antiguas que se conservan del Real Madrid, utilizadas por José Berraondo en 1902. Ordás las consiguió con Rafael Pinillos Sanz y Aníbal Martínez, “dos forofos y estudiosos de la historia del club” que le presentaron a la familia de Berraondo.

Ordás no se decide a la hora de escoger uno de los tesoros de LEGENDS. Como buen argentino, incluye la icónica camiseta que Diego Armando Maradona vistió en la final del Mundial de 1986, cedida a la colección por el alemán Lothar Matthäus después de años de negociaciones con Ordás. El empresario destaca también los dos últimos obsequios que han sido cedidos a LEGENDS por sus protagonistas: la camiseta con la que Iker Casillas levantó la Copa del Mundo tras la final frente a Holanda en 2010 y la que llevó Leo Messi en el primer tiempo frente a México en la fase de grupos del último Mundial de Qatar.

"No hay nada más poderoso y conmovedor que tener un plan maravilloso con nuestros hijos, padres, amigos y familia y el fútbol nos teletransporta a momentos definitivamente conmovedores e inolvidables". Tras más de 30 años yendo “ciudad por ciudad, leyenda por leyenda”, Ordás ha materializado su pasión, la de aquel niño que se enamoró del fútbol en el Mundial de Argentina 78. “Fue una revolución, recuerdo a todo el país vestido de albiceleste. Desde entonces, y hasta el día de hoy, mi corazón se juntó con ese sentimiento para siempre para recuperar, custodiar y ahora compartir en el centro de Madrid, el testimonio de la mayor pasión humana”.